Normalmente se piensa que las armas son solo importantes en las películas de acción, pero los héroes de las mismas, suelen usar cualquier tipo de artefacto para acabar con los enemigos. Sin embargo, una buena película de terror siempre tiene que venir acompañada de un arma que caracterice al personaje, que es el elemento que le da entidad para que se deposite en nuestra memoria. Para que una película de terror adquiera estatus de culto hacen falta dos elementos; un buen villano, y sobre todo, su arma característica, con la que pueda matar y llenar las butacas de sangre.
Hoy haremos un pequeño repaso por esas armas mortíferas que han creado su propia mitología.
1. Michael Myers y su cuchillo alargado.
Hablando de personajes icónicos, empezamos por el primero que hizo famoso al género slasher. Nos referimos a Michael Myers, el famoso asesino en serie creado por el maestro John Carpenter en la inolvidable La Noche de Halloween. Se puede decir que su fama es proporcional a la brutalidad con la que mata. Y para ello, se vale de su no menos famoso cuchillo de cocina. Nunca podrías haber imaginado que el vecino de al lado, igual puede estar cocinando…que matarte. Con un arma que brilla más que una estrella en la noche de halloween, y por supuesto, bien afilada por las más de 30 desafortunadas almas que han pasado por su hoja.
2. El machete de Jason Voorhees.
Tal es la trascendencia de este arma que los amantes del cine hasta pueden comprar réplicas de la misma. Es el arma favorita de Jason Voorhees, de Viernes 13, que con su máscara de hockey le gusta arrebatar vidas en campamentos infestados de adolescentes. Como curiosidad, el tufillo a moralina de la época, en la que los jóvenes practicantes de sexo eran los primeros en morir. Vale que no sea de las mejores sagas de terror, pero sí es cierto que su personaje es uno de los más famosos y reconocibles de la ficción cinematográfica. Con su machete ha atravesado y arrancado la vida de 170 personas entre sus numerosas películas.
3. La motosierra de Leatherface.
El arma más famosa de Texas no es un rifle, sino una motosierra. Sin duda, se puede decir que es el arma que lo empezó todo. La Matanza de Texas es la película que mostró el camino para que entendiéramos que una buena arma puede dar miedo y, a su vez, abrir el apetito por la carne humana. Esta arma ha logrado descerrajar a 39 personas. En manos de Leatherface, la motosierra marcó, con su zumbido metálico, a toda una generación. Desde entonces ha sido la mejor herramienta de trabajo de muchos personajes turbios de la historia del cine.
4. Freddy Krueger y sus cuchillas.
Gracias a este personaje estuvimos tiempo sin dormir. La firma de este jardinero de las pesadillas encumbró a Wes Craven al olimpo del género de terror. Pesadilla en Elm Street nos demostró que hay una cosa que da más miedo que el fuego, y es el rostro desfigurado de Freddy. Como curiosidad, la película que demostró que Johnny Depp lucía palmito en pantalla.
Este asesino, que salía de las pesadillas, utilizaba su guante de cuero con cuchillas para ahorrar que te tuvieras que despertar para ir a clase…o a cualquier otro lado. Se le atribuyen al villano del sueño 42 muertes. Con cada uno de los asesinatos demuestra tener una ingeniosa creatividad, que pone de manifiesto que en las pesadillas todo puede ocurrir.
5. Candyman y el Gancho.
Basta que te digan que no repitas algo para que no puedas dejar de pensar en ello. De eso se aprovecha Candyman, para aparecer cuando lo nombras cinco veces ante el espejo. Se dice que era amigo de las abejas, quizás por lo de picar con un gancho, un ser sobrenatural bastante sádico al que le encanta clavar su arma por la espalda. En este caso, el arma es una prolongación de su cuerpo, que oculta debajo de un muñón sangriento y en estado de putrefacción. La leyenda urbana habla de 25 asesinatos, pero ya sabemos que no podemos fiarnos mucho de las leyendas. Por si acaso, no repitas su nombre frente al espejo.
6. Chucky el muñeco.
Chucky, El Muñeco Diabólico, es la perversión hecha mito; ya nunca podremos dormir tranquilos si hay algún muñeco en la habitación. Este inofensivo juguete pasa a estar poseído por el espíritu de un asesino y, sin una pizca de dulzura, empieza a instaurar su reinado del terror. Demuestra tener una personalidad sádica y psicótica, que lo impulsa a cometer asesinatos por pura diversión. El muñeco más famoso del cine ha matado a un total de 38 personas. Y en todas y cada una de ellas ha logrado mostrarnos, con su sonrisa siniestra, que no es un vulgar juguete, y menos aún, la marioneta de nadie.
Bonus Track. El Creeper.
He querido añadir esta película a la lista, porque Jeepers Creepers me parece una de las películas de monstruos más divertida de los locos principios del 2000. ¡Vamos! que un monstruo que se despierta cada vientitrés años y, durante veintitrés días, no para de darse un festín de humanos. Tiene su pequeño secreto: esas partes que se come, luego se reintegran en las de su propio cuerpo. No dirás, como mínimo, que no te dan ganas de ir corriendo a verla.
El Creeper es un arma en sí mismo, sus garras, sus dientes, sus alas, todo en este monstruo está hecho para matar. Con un final desasosegante, de esos que te dejan demasiado frío como para dormir. Teniendo en cuenta la masacre que produce cada vez que se despierta, seguramente estaremos ante el mayor asesino letal de la historia, con permiso de John Wick claro.
