Monarch: El legado de los monstruos es una serie de televisión estadounidense creada por Matt Fraction para el servicio de streaming Apple TV. Producida por Legendary Television y Toho Co. Ltd., es la sexta entrega del MonsterVerse.
La serie está protagonizada por Kurt Russell, Wyatt Russell, Anna Sawai, Kiersey Clemons, Ken Watabe, Mari Yamamoto, Anders Holm, Joe Tippett y Elisa Lasowski.
En resumidas cuentas, la historia se cuenta desde dos épocas diferentes: por un lado nos muestra cómo se fueron formando las bases de la compañía Monarch, mientras se encuentran con Godzilla y otros titanes, en la década de 1950. La segunda época se sitúa en el presente, trasladándonos a los acontecimientos que se desarrollan después de la batalla épica entre Godzilla y los Muto que arrasaron San Francisco. Nos cuenta la historia de dos hermanos que, siguiendo los pasos de su padre, descubren la conexión de su familia con la organización secreta conocida como Monarch.
Lo primero que hay que reconocerle a la serie es que intenta distanciarse de las películas en las que se basa. En Monarch, el interés no se centra en el combate de turno de Godzilla contra el monstruo, sino que se convierte en una más que digna serie de aventuras, en la que salen criaturas.
Sobre todo se nota en la parte que nos muestra a los personajes en la década de los años cincuenta, que está impregnada de la verdadera esencia de la aventura que tan magníficamente eran capaces de transmitir las películas antiguas. Con ese ritmo narrativo especial lleno de entusiasmo derivado de la narración oral. Imágenes que resaltan los colores luminosos, invitándonos a adentrarnos en ese mundo en el que se nos muestra la naturaleza salvaje en todo su esplendor.
La serie consigue transmitir estas emociones durante muchos de sus capítulos. Siendo capaz de trasladar esa misma sensación de aventura al tiempo presente, como ejemplo, el capítulo que se desarrolla en Alaska. Gracias a ello, consigue construir un tempo ameno que se mantiene durante casi toda la serie. Cuidando sobre todo el tono épico, fresco y despreocupado, que nos hace disfrutar sin la necesidad de tener que poner constantemente algún monstruo de relleno. Al revés, consigue que cada aparición de los monstruos se integre en la narración, ejerciendo de altavoz para aumentar los decibelios de la aventura.
Monarch funciona por cómo utiliza el descubrimiento de seres insólitos, reconociendo que tal vez la aparición de los Muto sea escasa. Pero lo que la hace destacar es su forma de aproximarse a la búsqueda de lo extraordinario, especialmente en el tramo del pasado, en el cual la inocencia de un mundo que todavía falta por descubrir le proporciona esa consistencia de misterio y fantasía. Sin embargo, es una pena que no logre mantenerse en esa vía, ya que todo se diluye un poco, en cuanto vuelve al manido tema de la conspiración gubernamental.
Un defecto que arrastran algunos capítulos es que dejan cierta sensación de relleno, sobre todo en lo concerniente a los dramas familiares que no aportan nada a la historia, rompiendo el ritmo y volviéndola monótona. En especial el capitulo quinto, que puedes saltártelo si quieres y en donde cojea la intención de darle empaque dramático a la serie.
Aún así, tiene momentos muy potentes, es capaz de engancharte y logra ser un producto de calidad en el universo de Godzilla. Cuando se desmelena en sus instantes de caos es cuando de verdad logra brillar Monarch.
Con cada aparición de las diferentes criaturas logra sorprendernos, gracias a unos correctos efectos especiales que consiguen transmitir su colosal tamaño y el alcance de su destrucción. Aunque es verdad que se guardan los mejores efectos para las apariciones de Godzilla: sin él no existiría la serie y se come la pantalla, perdón por el chiste. El nivel visual, aunque a veces es algo irregular, nunca te saca de la historia y cumple con lo mínimo que se le puede exigir a una serie de aventuras.
Monarch tiene una banda sonora que consigue ensalzar los momentos de mayor impacto. La narración es fluida, excepto en el uso de los flasbacks familiares que no están bien ejecutados. Sin embargo, es lo suficientemente entretenida como para que no sea pesada su duración. Es capaz de brindar momentos en los que se disfruta de la tensión bien construida. En líneas generales, el nivel es bastante alto para tratarse de una producción televisiva con buenas y complejas secuencias de acción.
De los actores solo me voy a detener en Russell y su hijo. Ambos se fusionan de maravilla con el personaje que encarnan de Lee Shaw. Kurt mantiene esa divertida y socarrona esencia traída desde su mítico Jack Burton(Golpe en la pequeña china) que tan bien le sienta. Se nota que disfruta, pasándoselo en grande, y cada vez que aparece eleva el listón de la serie y hace disfrutar a los espectadores. Su hijo no tiene su carisma pero también tiene su propio espacio para destacar. El resto de personajes, aunque correctos, no pasan de ser meros prototipos, en especial los secundarios que no logran interesarnos demasiado.
Quizás esta situación sea debido a algunos momentos tibios del guión. Algunos diálogos pecan de ser algo trillados y vacíos, típicos de las series de aventuras ligeras, que solo buscan agradar, no hacernos pensar. Pero al fin y al cabo, siendo una producción del MonsterVerse, la trama humana en Monarch es mejor que en las películas. Aun así, el guion logra mantener interés a lo largo de la serie y están bien resueltos los saltos temporales que presenta mediante una estructura arriesgada de flashbacks en diferentes épocas. Otra cosa buena es que logra ampliar el lore del MonsterVerse con información sobre nuevas criaturas.
En definitiva, Monarch: el legado de los monstruos no intenta parecer una serie densa llena de metafísica, sino recuperar el tono de las antiguas series de aventuras como Stargate o Sea Quest, en el que lo primordial era que los espectadores disfrutaran de la sensación de vivir nuevas experiencias en un mundo fantástico. En este caso, lo fantástico proviene desde dos puntos de vista destinados a encontrarse, pasado y presente, cuyo factor de ebullición es el descubrimiento de Godzilla.
Por un lado, nos encontramos en la década de los años cincuenta, donde todavía le quedan a los humanos partes del mundo que encierran misterios por descubrir, en este caso, el origen de los monstruos. Y por otro lado, en la actualidad, nos encontramos un mundo consciente del despertar de monstruos gigantes y marcado por su rastro de destrucción. Obligando a la sociedad a intentar aprender a vivir con estas nuevas circunstancias de caos y desolación. La narración mezcla y une con habilidad las líneas temporales, mientras seguimos a los personajes intentando desvelar los misterios que encierra tras sus paredes la comprometida empresa Monarch.
Sin duda, Monarch: El legado de los monstruos, unido a nuestro legendario Kurt Russell, es un regalo para los fans del fantástico.
