Recibimos la noticia de que hoy, a los 75 años, ha fallecido Shelley Duvall, una de esas actrices mito más por una película en particular que por una carrera.
De hecho, no están conocido que Duvall fue una de las actrices fetiches de Robert Altman, uno de los grandes nombres del Nuevo cine americano de los años 70, con películas como Los vividores, Nashville, Popeye o Tres mujeres, por la que ganó el premio a mejor actriz en el festival de Cannes.
Pero el papel que la encumbró a la cima de la historia del cine fue el de Wendy Torrance, la mujer de Jack Torrance en El resplandor, la mítica película de terror de Stanley Kubrick. Es muy conocido el sufrimiento de la actriz durante este rodaje, que estuvo sometida a los tiránicos modos de Kubrick. Mientras que Altman era un alma libre que dejaba improvisar a sus actores, Kubrick era capaz de repetir más de cien veces una toma con tal de conseguir el efecto deseado. Además, el director se empeñó en desquiciar a la actriz para conseguir el agotamiento que se puede ver en la película. Es más, en la toma en la que Jack le amenaza en las escaleras, su reacción de terror agotado es real, habían repetido la toma más de cincuenta veces.
Nuestra crítica de El resplandor, una de las mejores películas de terror de todos los tiempos.
Años después, en una entrevista, Duvall aseguró que se encontraba orgullosa de haber participado en una película de esa magnitud, pero que no lo volvería a repetir. Y lo cierto es que su papel la marcó tanto que su carrera posterior apenas tuvo impacto.
Descanse en paz.
