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Un monstruo viene a verme y Bajo la misma estrella, libros hechos cine a pares

Todavía colea el estreno del último éxito del cine español, la adaptación de Un monstruo viene a verme, dirigida por JA Bayona, que se ha convertido en el estreno patrio más taquillero del año y de la que ya se habló en Las cosas que nos hacen felices. Las adaptaciones literarias siempre son un recurso para contar historias en las que al menos, hay una base garantizada de público, como en este caso son los lectores de las obras literarias. Aprovechando el éxito de esta película, me ha parecido buen momento para realizar una reseña doble de dos best-sellers literarios, que han tenido una adaptación al cine con bastante fortuna, al menos en lo que a resultados en taquilla se refiere. Estoy hablando de Bajo la misma estrella, de John Green y la mencionada Un monstruo viene a verme, de Patrick Ness.

Un monstruo viene a verme. Madurez infantil

Es un libro corto, de no más de 200 páginas. Precisamente esta es parte de la gracia del mismo, que lo que cuenta tampoco se anda con muchos rodeos. Para quien no haya visto la película o no haya leído el libro -que siendo lo primero me extrañaría vista la taquilla– la historia se podría resumir de esta manera, sin destripar nada:

Connor O’Mailey es un niño que vive con su madre, que está enferma de cáncer y en tratamiento. Su padre los dejó para formar otra familia, aunque aún mantiene el contacto con el niño. En el colegio, Connor es tratado con condescendencia por todos, salvo por otro niño que lo acosa diariamente y la única amiga que tiene, que intenta entenderlo. Para ayudarle a superar esta situación tan difícil, un monstruo viene a ver a Connor por las noche.

Como se ve, la trama te sitúa en mitad de la difícil vida de un niño, que está pasando por un momento complicado, intentando asimilar y sobrellevar cosas que incluso para adultos serían bastante difíciles. Sin embargo, el libro lo cuenta todo sin posicionarse nunca, pero sí desde el punto de vista de Connor, el protagonista.

La aparición del monstruo, va acompañada siempre de un cuento o una historia con la que enseñarle a Connor una lección de vida. Está tan conseguido que el espectador va captando las cosas al mismo ritmo que el protagonista, de esta manera le acompañamos en su despertar y en su evolución, comprendiendo las cosas cuando él las comprende. Así el lector y Connor hacen el viaje de la mano y se logra una conexión, lo que hace que tengas interés por saber como sigue la historia hasta acabarla.

Momento de la película Un monstruo viene a verme, de JA Bayona
Momento de la película Un monstruo viene a verme, de JA Bayona

Devoré el libro en cuestión de pocos días, no recuerdo uno que me leyera con tantas ganas y en tan poco tiempo. Eso se debe a que lo que cuenta la historia, es pura emoción y es muy fácil sentir empatía por un personaje como Connor, porque no es perfecto, es muy humano y el autor no duda en plasmarlo constantemente en su interacción con el resto de secundarios, que ayudan a avanzar al personaje y a mostrarle humano, egoísta, violento y asqueado de la situación.

Todo se encamina hacia un final climático, en el que Connor tiene que hacer frente a los miedos y pensamientos que intenta ocultar de él mismo, pero que al final acaban saliendo a flote de una manera catártica, tanto para el protagonista como para el lector.

Recomendable para quien quiera leer una historia corta pero dura y humana sobre la infancia y la madurez, que en realidad están más cerca de lo que parece.

Bajo la misma estrella. La fórmula perfecta entre amor adolescente y aprendizaje

La película estrenada en 2014 fue un éxito en taquilla, al menos en cuanto a recuperar la inversión. Es una película más o menos barata pero recaudó más de 300 millones en todo el mundo. No está mal para una adaptación literaria de una novela romántica, porqué en el fondo es eso; una historia de amor adolescente. Tal vez la diferencia con otras, es que en este caso está adornada con un final trágico perfectamente predecible, más que nada porque es una historia de vida, y en la vida también hay muerte.

Hazel Grace es una chica ingeniosa y con carácter de 16 años, con la particularidad de que padece cáncer de pulmón. Su madre la lleva a apuntarse a un grupo de autoayuda de jóvenes con cáncer, para que no se quede encerrada en casa.  Casi contra su voluntad, Hazel acude a una de las sesiones del grupo donde conoce a Augustus Waters, otro chico con una pierna amputada por osteosarcoma (cáncer en los huesos). Entre ambos se establecerá una relación de amistad, que pasará a más en un viaje a Amsterdam que hacen para cumplir el sueño de Hazel: conocer al escritor de su libro de cabecera, Un dolor imperial.

Es una de las novelas más famosas actualmente del género conocido como young adult. Realmente el valor de este libro, que también plasmó la película con bastante buen resultado, es el de aprender a valorar las cosas de la vida, sobretodo porque en la juventud todo es efervescencia y vitalidad, ya que no hay nada más triste que una vida sesgada por el cáncer con tantos años por delante.

La protagonista es el personaje desde el que se cuenta todo el libro, todo pasa por su visión y su filtro, con lo que el espectador se pone en la piel de Hazel Grace para entenderla, sentir lo que siente, vivir lo que vive y pensar lo que piensa. Es un personaje bastante interesante, ya que a pesar de tener 16 años tiene una personalidad muy marcada y a raíz del cáncer, tiene muy claro como quiere que la traten y lo que necesita.

Los protagonistas de Bajo la misma estrella
Los protagonistas de Bajo la misma estrella

El hecho de enamorarse, hace al lector participar en la historia de amor entre el chico espabilado y atractivo que es Gus Waters y Hazel. Quieres que tengan un final feliz, aunque sabes que no será así. Al final la lección que se saca de este corto pero intenso momento de vida de dos adolescentes, es ver el lado bueno de las cosas, incluso en los peores momentos. El cáncer es un problema muy grave, y en el caso de vivirlo en la piel de una adolescente, te hace entender la necesidad de aprovechar la vida de la manera en la que tú quieras, pero nunca lamentándote por los problemas, puesto que siempre habrá alguno peor.

Lo mejor que se puede decir de un libro, es que te haga aprender, y si es narrativa es aún más meritorio. En este libro, el autor John Green pretende enseñar al lector como afrontar una situación tan difícil como el cáncer adolescente, y te hace ver la actitud de los padres y amigos ante esto, pero sobretodo de la protagonista. No queda espacio para el lamento ni la autocompasión, si no para la comprensión y el autoconocimiento, tanto de los límites de una adolescente para vivir esta situación, como de lo que siente y quiere en realidad.

Recomendable para quien quiera aprender un poco de la vida, del amor, de los adolescentes y del cáncer, pero en positivo.

En resumen, dos libros sobre el cáncer, la infancia, la adolescencia y el paso a la madurez trasladados al cine con bastante efectividad, pero que la obra en la que se basan, también son más que recomendables. Literatura y cine de la mano.

Ex colaborador de la web
Ex colaborador de la webhttps://www.lascosasquenoshacenfelices.com
Ex colaborador de Las cosas que nos hacen felices al que agradecemos su tiempo y su aportación. Muchas gracias.
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2 COMENTARIOS

    • Buenos días Manute, gracias por pasarte a comentar 🙂
      Estamos al revés, la película no me la he visto, pero el libro si que me lo leí poco antes de que se estrenara en cines. De hecho, me leí los dos libros que comento en la entrada uno detrás de otro, así que vaya lágrimas con el cáncer. Para mí, dos lecturas fáciles y que te abren un poquito los ojos, y al menos en el momento en que los lees, logran hacer que valores las cosas buenas que sí tienes.

      Saludos!

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