Mucho se ha hablado ya de Star Wars: El ascenso de Skywalker, el final de una trilogía lastrada por los continuos cambios de rumbo en el guión y que J. J. Abrahams ha tenido que reconducir tras los interesantes aportes de Rian Johnson en Los últimos Jedi, que indignaron a los fans y preocuparon a la todopoderosa Disney.
No pretendo analizar la película, fallida en mi opinión, si no centrarme en un aspecto muy concreto del final de la misma. Así que os dejamos con el artículo en formato vídeo y ya sabes, si te gusta, no olvides suscribirte al canal.
ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS DE STAR WARS: EL ASCENSO DE SKYWALKER.
En el final de la película, Rey marcha a Tatooine, al lugar donde Luke Skywalker se crió, y entierra el sable de Luke y Leia unidos. Tras esto, sale de la casa y unos aldeanos le preguntan quién es, a lo que ella responde:
“Soy Rey Skywalker”
Y muestra un sable láser amarillo, primera vez que aparece en las películas canon, aunque los fans de Star Wars lo hemos podido ver en otros medios.
Explicamos el color de los sables de luz.
Por un lado, lo más evidente. El color amarillo simboliza la mezcla del rojo de los Sith con el verde de los Jedi. De esta manera, la profecía tan mencionada a lo largo de toda la saga se ha cumplido. No en la figura de Anakin Skywalker, si no en la de Rey Palpatine. Por ser de familia Sith de nacimiento y Jedi por elección. De esta manera, el lado de la luz y el lado oscuro quedan unidos.
Sin embargo, por otra parte, si nos fijamos en la empuñadura, esta se corresponde con parte del bastón que que Rey usaba cuando era huérfana en Jakku. Es decir, Rey no solo niega su propio linaje, si no que abraza y reafirma su condición de huérfana como parte del viaje que le ha llevado hasta donde se encuentra ahora, integrando los dos lados de la luz y, presumiblemente, entrenando a futuros caballeros Jedi.
En definitiva, un guiño a los fans pero, por otra parte, una pequeña pasada por el hombro de Abrams a Johnson y su Rey de Los últimos jedi.
Un saludo y sed felices!