Bienvenidos, true believers, al análisis del último episodio de Falcon y El Soldado de Invierno, un episodio a partir del cual ya nada será lo mismo. Os dejo con el enlace a los análisis anteriores y vamos al lío.
Soy el Capitán América
Empezamos donde lo dejamos, con los Sin Banderas atacando el centro del CRG. Y para allá que van todos, que por cierto llegan muy deprisa. Da igual. La suspensión de incredulidad hace tiempo que la dimos por buena. Como era de esperar, se produce el enfrentamiento entre nuestros protagonistas y los malos, un enfrentamiento que ocupa gran parte del episodio. Es desde luego el que más acción nos ha ofrecido o, por lo menos, el que lo ha hecho de forma más continua.
Como tampoco es cuestión de narrar toda la batalla; destacaremos lo más importante. Lo primero es lo que todos esperábamos: Sam Wilson es el nuevo Capitán América, entrando de forma espectacular por la ventana, escudo en ristre. Y no, no es Black Falcon y no está en la Luna.
Hay que reconocer que el personaje mola mucho más que en los cómics. No sé quién ha sido el responsable del diseño de Falcon y sobre todo del diseño a la hora de luchar con las alas, pero se lo ha currado. Las alas lo mismo valen para defenderse, para atacar o para lo que sea. Es de largo el personaje del UCM más logrado visualmente a la hora de luchar. Y eso que en los cómics es bastante soso ya que básicamente vuela y habla con el pájaro. Si encima le metes el escudo, ya ni os cuento.
Soy el U.S. Agent
La batalla nos trae de vuelta a un John Walker que sigue con la cabeza algo perdida pero que acaba tomando la decisión correcta a la hora de rescatar el camión de rehenes. Tras aceptar que no es el Capitán América, buscará la redención de manos de la Contessa Valentina, reconvertido en el U.S.Agent, un sucedáneo del Capi pero en negro, sin escudo y con pistola. Parecía que Wyatt Russell había elegido mal pero todo apunta a que tendrá trabajo durante una temporada más.
Soy el Agente de Poder
Otra cosa que se veía venir: Sharon Carter es El Agente de Poder. Si, les ha echado un cable pero porque le interesaba. Fue ella quien contrató a Baltroc, que ha pasado a mejor vida, y es ella quien al final se carga a Karli. Encima ha obtenido el indulto y el título de Agente Carter (fantástica serie también disponible en Disney+). El negocio de los supersoldados se ha ido al traste pero ya se relame pensando en la de chismes molones a los que va a tener acceso. Y Sam y Bucky sin tener ni idea. Ay, si tía Peggy levantara la cabeza… Al igual que Russell, Emily VanCamp promete regresar.
Soy el Sargento Barnes
Por último, Bucky busca la redención y consigue pasar página con los nombres de su libreta, en especial con el padre que buscaba alguna explicación a la muerte de su hijo. Parece que El Soldado de Invierno estará en paz consigo mismo a partir de ahora. Hay que destacar que, si bien el protagonismo de la serie ha sido compartido entre Anthony Mackie y Sebastian Stan, es este último quien ha destacado sobre el otro. Igual es porque a Mackie ya lo teníamos muy visto en el UCM y ya sabemos lo que había.
En todo caso, aunque Carlos María Porras opina que es una competición para ver quien tiene menos carisma, creo que en este caso el carisma no importa. Tanto uno como otro han interpretado con solvencia sus personajes, haciendo que importen más que el actor (caso que no sucede con el Tony Stark de Robert Downey Jr., que está demasiado ligado el uno al otro).
Somos Marvel
Lo dije en el análisis anterior. No es solo oportunismo. No es sólo querer hacer dinero. Es que son así. Nadie como Marvel, a lo largo de su historia como editorial (y también, en menor medida como productora) ha sabido leer la realidad del tiempo en que vive. Sam Wilson ya cogió el escudo y las barras y estrellas hace años, en una etapa de la serie Capitán América guionizada por Nick Spencer y dibujada por el español Daniel Acuña cuya recopilación en tomo ha publicado Panini hace poco (y que recomendamos desde aquí).
En dicha etapa, Sam Wilson es fiel a sus ideales, tal cual aparece en esta serie, aunque eso le enfrente a quienes no están de acuerdo en que el Capitán América no sea rubio y con los ojos azules. Asume el escudo no como representación de los poderosos o del gobierno de turno sino como símbolo de todos los que creen que vale la pena luchar por algo mejor, por cambiar las cosas. Quizás haya hecho más por la causa Black Lives Matter al ponerse su nuevo uniforme que toda la palabrería de los políticos junta. Eso junto al hecho de presentar al primer Capitán América negro al mundo. Isaiah Bradley reconoce que Sam Wilson es alguien especial y que quizás estaba equivocado.
Valoración final
Pues se acabó Falcon y El Soldado de Invierno. En el debe de la serie tenemos la trama de los Sin Banderas, que no acaba de ser todo lo sólida que habría sido deseable. Cuesta entender qué quieren y por qué y eso hace que sea difícil empatizar con ellos y, sobre todo, entender por qué Sam insiste una y otra vez en llevarlos del lado oscuro al lado luminoso. He leído por ahí que cabe la posibilidad de que esa trama estuviese relacionada con un virus y que como estamos en pandemia se viesen obligados a recortar la trama, ocasionando los problemas que lastran la serie. Pues bueno. Igual sí, igual no. Tenemos lo que hay.
En el haber hay que destacar que hemos tenido una buena serie. Mucho más sólida y con menos golpes de efecto y giros de guion que su predecesora (Raúl Sánchez y yo aún nos preguntamos por qué el Doctor Extraño, el hechicero supremo, no se ha enterado de la que se liaba en Wandavisión). Quizás ha sido demasiado sólida. Todo ha transcurrido de forma natural y hemos tenido lo que nos habían prometido y lo que esperábamos: escenas de acción, John Walker perdiendo los papeles, tensión entre los protagonistas al principio y amiguitos al final, discursos para el pueblo, nuevos personajes, nuevas localizaciones, Sam vistiendo el traje y el escudo y Zemo riendo el último. No ha habido lugar para teorías absurdas en rr.ss. (aunque algunos siempre intentan algo) y personalmente, después del fiasco de Wandavisión, la he disfrutado más al aislarme conscientemente de spoilers, tráilers y rumores mal intencionados. Estoy seguro que vista de seguido gane enteros.
Por mi parte nada más. Gracias a todos los que nos habéis seguido, gracias por los comentarios y gracias a Sofia Ricarte por aguantar las coñas. Un saludo, sed felices y nos leemos (espero) en Capitán América y El Soldado de Invierno.
P.S.: que sí, que no lo iba a dejar. Y es que este hombre es una mina. Sofi, quedate con quien muerda la rosa como Sebastian. Ahora sí, nos leemos en Loki.
Hola Pedro, en la mayoría de lo que comentas en tu artículo estoy de acuerdo, pero en lo que Wandavisión ha sido un fiasco… en mi opinión ésa es una serie que experimenta con algo nuevo, y eso tiene mérito.
Un saludo y sed felices compañeros!!
Hola Jordi. Respecto a Wandavisión yo si considero que fue una serie fallida. La experimentación se quedó en los primeros episodios. El resto fue algo muy convencional, ya visto y encima mal resuelto, con villanas de tercera división regional y una protagonista por encima del bien y del mal con la que no puedo empatizar en absoluto. La diferencia con esta serie es que en Falcon y el soldado de invierno han sido también convencionales en su forma pero han ido mucho más ella. Que el Capitán América sea negro y suelte un discurso como el que suelta, es mucho más arriesgado para Marvel que transformar una serie en un homenaje a las sit-coms. Además, han sido lógicos en su planteamiento y resolución, sin giros de guión forzados. Todos se veía venir y aun así nadie se ha quejado. Gracias por leernos y por tus comentarios.