Bienvenidos una vez más a un análisis de Bates Motel. Vamos por el tercer episodio de esta última temporada y el momento del encuentro de Norman con Marion está cada vez más cerca. Mientras tanto, la espera se hace amena gracias a los líos en que se ve metido nuestro querido psicópata y quienes lo rodean en cada episodio y como este no ha sido excepción, entremos en detalles, no sin antes recordarte que a partir de aquí pisarás SPOILERS por dónde quiera que andes.
1. Mortificado por el pasado
La primera vez que vi Bates Motel ya hace un par de años, me encontraba frente al televisor oprimiendo los botones del control remoto y me topé con el niño de Charlie y la fábrica de chocolates, ya no tan niño y descendiendo por las escaleras de una casa en la colina. Reconocer la casa y la oficina donde entró no fue una difícil tarea, sin embargo, lo que realmente atrapó mi atención no fue otra cosa más que su manera de correr. Sí, esa nimiedad me trasladó inmediatamente a Psicosis. Ver su lenguaje corporal al hablar terminó de conquistarme y propició que me enganchara a la serie. Sin embargo, con el trascurso del tiempo y los episodios te acostumbras a ver a Norman Bates con un rostro diferente al de Anthony Perkins y en un nuevo siglo, así que es grato descubrir que Freddie Highmore conserva la capacidad de sorprendernos, esta vez con su interpretación de Norma. Con tan solo una mirada, el movimiento de un brazo o un cambio de postura entiendes que Norman se ha ido y una visión retorcida de su madre ha tomado su lugar.
Por suerte para nosotros somos simples espectadores, porque enfrentarse a Madre después de descubrir el pequeño secreto que esconde el sótano no es cosa fácil, si no pregúntenle a Caleb. El hermano de Norma pasó todo el episodio sufriendo esposado a una barra, confundiendo la realidad con alucinaciones y sueños, recordando la infancia y pidiéndole perdón a Norman a falta de la presencia de su hermana. Debo decir que en este capítulo por fin empatice con Caleb, su dolor y desesperación logró conmoverme, hasta que Chick puso en palabras la violación y nuevamente dejó de importarme lo que pudiera pasarle.
El encierro, las alucinaciones y las charlas con su sobrino, producen en Caleb un sentimiento de resignación. Él ha estado huyendo de la culpa por años, yendo de aquí para allá, intentando reconciliarse con su pasado, pero nada le ha dado resultado. Intenta convencer a Madre de dejarlo ir ofreciendo ayuda, pero el alter ego de Norman manifiesta lo extraño que sería eso, teniendo en cuenta que hermano e hijo están enamorados de ella. Finalmente, Caleb acepta y entiende la proximidad de la muerte.
2. Sed de venganza
Anteriormente vimos a Romero en prisión y su obsesión con vengar la muerte de Norma. Tras su encuentro con Norman y la noticia de que debía pasar como mínimo dos años más tras las rejas, se involucró en una pelea con un recluso, lo cual adjudicó al hecho de ser policía para intentar recobrar la libertad. La táctica de cierta manera le funcionó, ya que aunque no le otorgaron detención domiciliaria o libertad condicional, logró ser trasladado a una prisión mínima seguridad. Durante el recorrido de una cárcel a otra se ganó la confianza del guardia que lo custodiaba y al entrar a un baño lo atacó, le quitó el arma y lo esposó, logrando escapar. Secuestró a un hombre junto con su carro y como buen ciudadano que es, lo dejó libre, sano y salvo en una zona apartada para ganar tiempo y se marchó robándole el automóvil. En carretera una de las 
llantas se dañó y al no poder cambiarla se vió obligado a abandonar el coche y buscar otro en alguna propiedad de la zona, contando con tan mala suerte de ser descubierto por un jovencito que terminó disparándole en el abdomen por accidente. Como vemos, el bueno de Romero no hace más que meterse en problemas por su sed de venganza. Él, que siempre ha sido tan inteligente y medido ahora ha perdido por completo el sentido común a causa del dolor de haber perdido a su esposa y el odio hacia Norman.
3. En terreno peligroso
Madeleine Loomis no hace más que pisar terreno peligroso, cada vez está más cerca de Norman, que en su estado consiente puede ser muy comprensivo y amable, pero ya sabemos lo que sucede cuando Madre aparece. Esta vez ella lo visita con galletas en mano, usando como excusa la disculpa por haberlo hecho pasar tan desastrosa cita, aunque después de lágrimas por su matrimonio e insinuaciones de Norman acerca de su parecido con Norma, llegan al acuerdo de ser buenos amigos y salir de vez en cuando. ¿Y qué se le ocurre a Norman como primer paseo? Ir a caminar por el bosque, bien adentro, donde los gritos de dolor por las cuchilladas no lleguen a oídos de nadie. Las posibilidades de Madeleine de concluir esta serie con vida van disminuyendo capítulo tras capítulo. Sam podría estar a punto de quedarse sin amante y sin esposa, aunque Lila no debe andar muy lejos.
4. Observador silencioso
El peculiar Chick que se ha mantenido en las sombras durante un tiempo empieza a mostrarnos una trama que tiene todo el potencial para ser tremendamente interesante. Él se ha convertido en un observador paciente, captando cada detalle posible del comportamiento de Norman, aunque esto suponga mantener conversaciones con una silla vacía y ofrecerle de cenar, lo cual resulta ser muy divertido y entretenido para nosotros. Sí alguien saldrá beneficiado en esta historia, ese será Chick Hogan. Es consciente de la historia que está sucediendo ante sus ojos y su falta de escrúpulos le permite saltarse la moral y permitir que un joven tenga el cadáver de su madre congelado y mantenga a su tío secuestrado en un sótano, además la información que puede obtener del tío que ha violado a la madre muerta es más que jugosa para su investigación.
Esta subtrama que podría ser sencillamente un detalle curioso, de alguna manera expande el universo de Norman Bates. No sé ustedes, pero ver a Chick tomando apuntes con su grabadora y comentando que está escribiendo una novela sobre un crimen real, me hace sentir que estoy viendo a una extraña versión de Robert Bloch y que los acontecimientos narrados en la serie inspiraron el libro, que a su vez inspiro la maravillosa película de Hitchcock. Ya veremos que título le pone Chick a su opera prima, aunque seguro se nos resultará más que familiar.
5. No es un asesino
Incluso la versión distorsionada de Norma sigue guardando cierto cariño hacia su hermano por mucho daño que este le haya ocasionado, sabe que debe morir pero no es capaz halar el gatillo, así que el Norman consciente debe tomar el mando y hacer el trabajo sucio por primera vez. Madre da las indicaciones precisas, sin embargo Norman no es un asesino, bueno, aún no sabe que lo es. Él lo intenta, recuerda las palabras de Madre pero al final su moral lo frena, suelta a Caleb, y este, por más resignado que estuviera a la muerte, huye despavorido de la casa.
Madre toma el arma y dispara, falla e intenta de nuevo mientras corre tras su víctima, que no logra llegar muy lejos, porque a Chick se le ocurre revisar el móvil conduciendo y leer que Norma necesita leche mientras atropella a un Caleb que gritaba por ayuda. He de decir que la muerte de Caleb me sería bastante indiferente, de hecho me extraña que no haya ocurrido antes, no obstante, creía que él sería la conexión entre Norman y Dylan, ya que este último no tiene idea de lo que ha sucedido con su madre. Ahora cabe la posibilidad de que se quede al margen de la historia hasta el final, o que por alguna razón quiera restablecer la relación con su familia materna.
Con este accidente el papel de espectador de Chick tambalea un poco, y espero con ansias averiguar en los próximos episodios como avanzará su libro. Aunque sin importar lo que pasé aquí estaremos para comentarlo.
