Últimamente no tengo suerte. Al menos, en lo que se refiere a las series que analizo para esta sacrosanta web. En un 2024 en el que me estrené con la fallida cuarta temporada de True Detective y continué con el fiasco de The regime, mis esperanzas están puestas en El simpatizante, adaptación de HBO de la novela de Viet Thanh Nguyen, ganadora del premio Pulitzer en 2015.
Terminó el suplicio. Menuda decepción. Por lo que he leído, la serie es fiel narrativamente a la novela original. Flaco favor le ha hecho HBO al autor del Pulitzer. No creo que sus ventas se disparen.
Análisis de todos los episodios de El simpatizante
LO QUE OCURRE
Dejamos al capitán estupefacto ante el plan del General de entrenar tropas en Estados Unidos para volver a Vietnam. Durante este penúltimo episodio, el Capitán hace lo que puede por desmantelar este plan denunciándolo a la prensa, informando a sus superiores, asesinando al periodista de su misma ideología que le ha robado a su pareja por orden del General y siendo descubierto por Claude. En contra de la voluntad tanto de Claude como de Man, su amigo y jefe comunista, decide volver a Vietnam para mantener con vida Bon, su único amigo.
En el último episodio, todos son capturados por los comunistas. Resulta que la confesión que marca todo el episodio es escrita durante todo un año por orden del misterioso jefe del campamento comunista. Que no es otro, como era de esperar, que su amigo Man. Le tortura una y otra vez porque entiende que el Capitán oculta algo dentro de su confusa historia vital.
Y no se equivoca por dos veces. Porque El capitán fue fruto de la violación de un sacerdote francés con la cara de Robert Downey Jr. a su madre. Y que, en el interrogatorio que pudimos ver en el primer capítulo, jamás hizo por defenderla o aliviar su sufrimiento, sino que se quedó sentado mientras la violaban con una botella de Coca-cola (metáfora bastante gráfica de lo que puede llegar a hacer Estados Unidos con los países que ocupa).
Al final, lo que buscaba su amigo era que se diera cuenta y verbalizara que cualquier cosa (nada) es más importante que la revolución y la ideología. Un método un tanto peculiar de reconversión. Finalmente, Man permite que Bon y el Capitán escapen en un barco de refugiados sin rumbo fijo. Lo que queda claro es que el Capitán no puede volver ni a Estados Unidos ni a Vietnam, pero tiene la compañía de un amigo que no quiere saber la innegable verdad: que le lleva engañando toda la vida. Al fin y al cabo, su amistad vale más que su ideas.
LO QUE PIENSO
Una vez ver terminada la serie, queda más o menos claro lo que tanto Don Mckellar como Park Chan wook querían enseñarnos sobre Vietnam.
Partimos de un trama puramente de espionaje rodada con el brío del Chan Wook de Oldboy para situarnos en como Estados Unidos fagocita a los derrotados vietnamitas y en como, en mayor o menor medida, se aprovechan de estos; para finalmente volver a un país en el que los revolucionarios se han convertido en algo igual o peor que los opresores previos.
En este sentido, el personaje protagonista no puede ser más representativo de lo que ofrece El simpatizante. Pura dualidad. Hijo de mujer vietnamita y hombre francés, criado en oriente y estudiante en Estados Unidos, simpatizante comunista y agente infiltrado capitalista. Al final, un hombre sin nombre y, por tanto, sin identidad que solo se puede aferrar a su amigo Bon, el único al que, finalmente, no le importa ni lo que piense ni lo que ha hecho. Es su amigo y punto.
El simpatizante, por tanto, habla de lo inútil de tomar partido, de apostar por un bando. De mentir, engañar y matar por algo que no es que sea más grande que uno mismo. Es que, directamente ni existe.
Pero claro, esto es lo que Mckellar y Chan Wook querían enseñarnos, no el pestiño en el que se ha convertido este sinsentido. Confusa, incapaz de generarnos empatía, con decisiones sinsentido y con escenas que nos sacaban inmediatamente del televisor, El simpatizante solo puede presumir de un inicio magnífico antes de caer en picado en la más absoluta indiferencia. Un fracaso. Otro más en HBO y en mi humilde carrera como analista de series en esta sacrosanta web.
Próxima parada, La casa del dragón.
¡Un saludo y sed felices!
¡Nos leemos en Las cosas que nos hacen felices!