Bienvenidos queridos lectores, fieles seguidores de Gotham y de estos humildes análisis que realizamos en Las Cosas que nos hacen felices para compartir nuestras impresiones con todos ustedes. Esta semana llegamos al final de la primera mitad de la cuarta temporada, la ficción de la Fox se despide hasta la primavera de 2018, con un gran capítulo, probablemente el mejor de todo lo que llevamos de season y con algunas sorpresas inesperadas. Dejamos atrás con un buen sabor de boca algunos capítulos insustanciales y ridículos por momentos que no hacen honor a grandes momentos que hemos vivido desde que nació esta serie.
La Reina Sofía
Lo dije hará unos análisis, el personaje de Sofía Falcone no paraba de sorprendernos con giros en el guión y esta semana ha vuelto a ocurrir. No os podéis hacer ni una mínima idea de cuál ha sido mi cara cuándo ha descubierto que ella organizó la muerte de Carmine, su padre. Sin ningún género de duda, Sofía llegó pisando fuerte y para quedarse en Gotham. A estas alturas tenemos la capacidad de afirmar que todo lo que ha ocurrido, absolutamente todo, en estos once episodios estaba planeado por ella, hasta el más mínimo detalle. Incluso a ella le debemos agradecer la aparición de Lazlo Valentin, el Profesor Pyg, agradecer al igual que le tenemos que reprochar severamente que lo haya asesinado. Aunque, quién sabe, quizá esta parte de la trama vuelva a dar un giro de tuerca y nos volvamos a encontrar con este peculiar psicópata que venía siendo lo mejor de la temporada.
La última de los Falcone ha conseguido bajar del trono de los bajos fondos de la ciudad al Pingüino, al menos momentáneamente, manipulando a un fuera de tono sentimental Victor Zsasz. El alopécico asesino es un personaje con el que disfrutamos, yo el primero, tiene su gracia y engancha, pero no se parece en absolutamente nada al personaje de los cómics. Pero bueno, si unimos este maravilloso personaje a las cuatro femme fatale es seguro que vamos a tener una segunda mitad de temporada bien movidita. Las alianzas cambian y se consolidan para traernos inesperados giros de guión. Es cierto, la lucha por el poder en los bajos fondos de la ciudad se antoja lo más atractivo de la serie. Pero, si queremos una alianza potente, extraña, extravagante y que seguro dará mucho que hablar esa es la de Oswald con Jerome. Cada vez más cerca de su álter ego: el Joker. Adoro la versión escogida por los guionistas para el personaje de Cameron, ya que se beben indudablemente del Príncipe del Crimen ideado por Scott Snyder y Greg Capullo cuándo lideraron la cabecera de Batman en los New52. Si queréis conocer esta visión del villano más popular del cómic os remito a la reseña del arco argumental en el que es pleno protagonista: Batman – La muerte de la familia.
La peor versión de Bruce
En el otro extremo de la trama tenemos al dúo dinámico (hasta que llegue Robin): Bruce y Alfred. Tengo que admitir que en los primeros episodios esta parte de la serie era la mejor, ya que teníamos a un joven Wayne totalmente decidido a luchar contra el crimen que corroe la ciudad que tanto ama. Cuándo sufrió aquel fatídico punto de inflexión, el asesinato de Ra’s Al Ghul, el personaje interpretado por Mazouz cambió radicalmente de tono, yéndose a un extremo que no me gusta, con el que no disfruto y que únicamente me llama a darle una buena hostia. Pero para eso esta su fiel mayordomo. Gracias señor Penyworth, se la merecía más fuerte. Pues bien, Bruce sigue en sus trece, como se dice popularmente, y ha llegado al extremo de pedir a sus abogados que tramiten la emancipación para que Alfred no forme más parte de su vida. Como no le bastó con atravesarlo con una espada en la anterior temporada pues ahí lo llevas.
En definitiva, estamos ante un cierre digno, a la altura de lo que podemos esperar de la serie. Con cambios drásticos en el tablero, un cambio completo de la jugada que teníamos enfrente. Sofia, Selina, Bárbara y Tabitha son las nuevas reinas de la ciudad y, por contra, Cobblepot se encuentra en horas bajas encerrado en Arkham y con la desesperación que supone tener que aliarse con el reaparecido Jerome, un personaje incontrolable que solo busca el caos haya por donde pasa. Sin más por mi parte, nos “vemos” el próximo año con los nuevos capítulos de la serie. FELICES FIESTAS A TODOS
Un saludo a todos y sed felices, a menos que podáis ser Batman. Es mejor ser Batman.