Llegó a su fin Peaky Blinders, la serie británica que, creada por Steven Knight para la BBC, nos ha subyugado durante seis temporadas desde Netflix. ¿Estuvo el cierre a la altura de la calidad de la propuesta? Lo analizamos a continuación…
Bienvenidos a nuestro último encuentro con Peaky Blinders, aunque solo es una manera de decir, pues la serie ha llegado a su final, pero queda en agenda la película que, al parecer, dará un salto temporal de cinco o seis años y se estrenará en 2024.
Es que la historia de los Shelby no ha llegado a su fin con este cierre, pero sí una parte importante de ella y lo que venga será necesariamente distinto. Pasemos entonces a reseñar y analizar lo que nos ha dejado esta sexta temporada advirtiendo, desde ya, que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA e invitándoles, si no lo han hecho, a echar ojo a nuestros artículos anteriores.
. Reseña de Peaky Blinders. Una Delicia Británica.
. Se estrena la Sexta Temporada de Peaky Blinders y hacemos Reseña de lo sucedido en la Quinta.
Tres Cuerpos
Una vez más, inicio de temporada visualmente deslumbrante. Retomamos a Thomas Shelby (Cillian Murphy) intentando suicidarse y le vemos en el campo, sin haberlo logrado y de bruces en el lodo. La silueta de Lizzie (Natasha O´Keeffe) se dibuja entre la niebla para ponerle al tanto de que Arthur (Paul Anderson) ha quitado las balas al arma, aunque se las deja por si sigue con la idea.
La gran pregunta de esta temporada final era qué harían con la tía Polly habiendo muerto Helen McCrory, quien la interpretaba. Lo han resuelto bastante bien, aunque cabe preguntarse qué final hubiéramos visto estando ella aún: se hablaba de una traición en favor de su hijo Michael (Finn Cole), pero ya no lo sabremos.
Tras su frustrado suicidio, Tommy regresa a la mansión, donde un auto con bandera de tregua ha arrojado tres cuerpos amortajados. Un llamado de Laura McKee (Charlene McKenna), la activista del IRA, le anoticia de que han decidido reestructurar la familia. Dos de los cuerpos corresponden, obviamente, a Barney y Aberama; el tercero a la tía Polly, que ha muerto en off…
La explicación de McKee es poco satisfactoria, pero la resolución, aunque obligada, ayuda a hacer madurar el conflicto entre Tommy y Michael que, en pleno ritual fúnebre ante el carromato en llamas, jura vengarse del hombre cuya ambición llevó a la muerte de su madre. Un giro interesante…
Miquelón
Un salto en el tiempo nos lleva a 1933 y a la isla Miquelón, dominio francés en las cercanías de Terranova, Canadá. Es el último día de la Ley Seca en Estados Unidos y el negocio de la isla era, justamente, el contrabando de alcohol. Paradoja: Tommy ya no bebe; solo agua…
El bar del hotel local, en otra magnífica escena, está repleto de palomas debido a la rotura de vidrios provocada por flamantes desocupados en estado de ebriedad que se mofan de que Tommy no beba alcohol: lo ven como hipocresía y traición. Él les entrega una tarjeta, pero la queman e intentan obligarlo a beber. La cosa termina mal: sacando su arma, hiere a dos y hasta mata una paloma en vuelo. Al momento de marcharse, les deja una nueva tarjeta y les recomienda que esta vez lean.
Lo que Tommy tiene en mente es un nuevo negocio pues, según afirma, “cuando una puerta se cierra, se abre otra”. Reunido con Michael y la banda de Jack Nelson (James Frecheville), les ofrece pasarse al opio para introducirlo en Estados Unidos por Boston. Los federales, dice, no tienen interferencia en Miquelón y, además, tiene comprado al comisionado francés, a quien conoce de la guerra. Por último, al irse, les dice que entre ellos hay un informante…
Ases en la Manga
Pero Tommy siempre tiene un plan detrás del plan: llama al jefe de policía en St. John´s y le pasa datos de Michael para que lo arresten y quede convencido de que lo ha entregado el supuesto informante. Juega a sembrar sospechas y discordia…
Pero cuando va a ver a Gina (Anya Taylor-Joy), prometida de Michael y sobrina de Jack, esta le pone al tanto de que su tío no acepta el trato: está jugando ahora en altas esferas políticas, muy cerca del presidente Roosevelt, y el opio podría arruinar su nueva reputación.
Tommy, sin embargo, siempre guarda un as en la manga… o dos. Por un lado, la anoticia de que fue él quien hizo arrestar a Michael, con lo que deja a Nelson un dilema, pues si lo libera deberá dar explicaciones; por otro, amenaza arreglar con los judíos del este, es decir con Alfie Solomons (Tom Hardy).
Malas noticia desde Inglaterra: su hija Ruby está con fiebre y hablando en romaní, lengua que en teoría desconoce. Las supersticiones gitanas, más que cualquier gángster rival, hacen fácil mella en Tommy, por lo que abandona todo y regresa. Cuando llega, la niña ya está bien, pero ha sido un aviso…
Gina visita a Michael en prisión, no para liberarlo sino para ponerle al tanto de que Nelson ha decidido que siga allí algún tiempo más: la presión de Tommy ha dado resultado. Mientras tanto, ella viajará a Londres con su tío y una comitiva especial que incluye al hijo de Roosevelt.
Pero gracias a sus contactos en la Casa Blanca, Tommy ha traído de América algunas cartas del presidente mencionando el verdadero motivo del viaje: oficialmente, Nelson va para concretar ventas; extraoficialmente, para investigar de cerca a los fascistas en tierra británica y, particularmente, a Oswald Mosley (Sam Claflin). Tommy puede matar dos pájaros de un tiro… o más de dos.
Socialismo y Ópera
Tommy no desatiende su carrera política y mientras da un encendido discurso en un mitín del Partido Laborista, se le aparece Laura McKee. Él le muestra la carta y le dice que pueden trabajar juntos y propiciar un encuentro con Nelson y Mosley. En gran diálogo, ella se sorprende de que se junte con fascistas cuando representa a un partido de izquierda y él responde que la política es como un círculo en el cual si vas demasiado a la izquierda, te encuentras con la derecha y viceversa.
En otro interesante diálogo, visita a Alfie y lo encuentra obsesionado con la ópera: hasta está escribiendo una y dice haberla tomado siempre como un género de gente gorda, pero ahora cae en la cuenta de que le hace recordar a los gritos de los soldados italianos muriendo bajo las bayonetas en la guerra. Me he perdido aquí: ¿de quiénes habla? Se supone que Alfie combatió por los británicos que, en la Gran Guerra, fueron aliados de Italia. En fin, detalle menor dentro de un gran diálogo…
Maldición Gitana
Tommy está cada vez más aquejado por sus visiones y, ahora también, por convulsiones. Un llamado le anoticia de que Ruby está mal otra vez: la tuberculosis ya le ataca ambos pulmones. En su desesperación, entiende que la única opción es ir a buscar a Esmeralda Shelby Lee (Aimee-Ffion Edwards), la viuda de su hermano John: supone que debe haber alguna maldición actuando.
Arthur está cada vez peor con su adicción al opio y no hay chance de dejarle los negocios familiares en ausencia, por lo que acude a Ada (Sophie Rundle) que, impensadamente, se mete cada vez más en el crimen organizado. Mientras él está de viaje, es la encargada de reunirse tanto con Nelson como con Mosley y concertar una reunión en casa de Tommy para cuando este regrese.
En un paraje apartado, Tommy alcanza el campamento de Esmeralda, quien, por resquemores del pasado, se muestra al principio poco colaborativa, pero cambia de actitud cuando le dice que tiene una hija y está enferma. Tras un largo viaje en auto y a caballo, le lleva a un cementerio para mostrarle la tumba de una niña llamada Connie Barwell, que murió a los siete años, misma edad de Ruby a la fecha.
Según dice, su madre Evadne le colocó al cuello un colgante que le había dado su hermana, a quien a su vez se lo había entregado Tommy. Dado que la niña acabó falleciendo, supone que debió haber pronunciado alguna maldición para cuando su hija tuviera la misma edad.
Tommy enloquece: necesita encontrarla para que deshaga el conjuro, pero cuando en la noche regresa al hospital para ver a su hija, una Lizzie envuelta en lágrimas le da la triste noticia de que ha fallecido y le recrimina no haber estado con ella en su hora final.
Funeral Gitano
El funeral de Ruby es desgarrador. Mientras arde el carromato mortuorio, un Tommy encendido en ira sale jurando hacer pagar a quienes provocaron su muerte. Sin saber de qué habla pero temiendo lo peor, Lizzie intenta en vano detenerle…
Terrible escena: localiza el campamento de Evadne y antes de que esta entienda algo, la ametralla al igual que a otros tres gitanos; no provoca una masacre peor porque escucha llantos de niños.
Cuando se encuentra con Esmeralda, esta busca consolarle con que ha perdido un hijo, pero puede ganar otro, razonamiento semejante al de las puertas que se cierran y se abren. En el campamento hay un joven llamado Erasmus, al cual llaman Duke (Conrad Khan) y es el producto de una noche de pasión que él tuvo con una muchacha. Tommy no muestra interés, pero irá cambiando de opinión…
Tensa Reunión
Mientras Tommy sigue adelante con su plan de reunir a Nelson, Mosley y el IRA, los amoríos se entrecruzan y también los chantajes: él tiene un affair con la prometida de Mosley y este con Gina, prometida de Michael. La reunión programada tiene lugar en casa de Tommy, cena mediante y chicanas cruzadas: buen recurso el ir pasando de un rostro a otro mientras exponen contra un fondo oscuro.
A pesar de las tensiones, hay acuerdo pero, tras la cena, Tommy escribe un informe para Churchill sobre lo hablado y los planes fascistas para Gran Bretaña. Por otra parte, su esposa se ha enterado de su infidelidad y no le perdona haberla cometido con los olores del funeral de Ruby todavía encima.
En Busca de Redención
Más malas noticias: su médico de cabecera, el doctor Holford (Aneurin Barnard), le informa que le han encontrado un tuberculoma en la cabeza y le quedan unos dieciocho meses. El impacto le decide a “corregir” su vida y cerrar lo que haya quedado pendiente sin decir palabra alguna sobre su mal.
Preocupado por la salud de Arthur, hace una visita a los chinos que le venden opio y les obliga a entregarles todo el que tengan amenazándolos con una bomba de tiempo que termina dejando caer al río. También hace una importante donación a la fundación de su ex-cuñada Linda (Kate Phillips) a cambio del compromiso de cuidarlo. Ella accede a condición de no volver a acostarse con él.
Asimismo, se hace cargo de su paternidad y va en su busca de Duke para incorporarlo a la familia. Tiene, creo, triple motivación: librarse de culpa, reemplazar a Ruby y dejar alguien que le continúe. Duke, apenas un ladrón de poca monta, no se muestra al principio entusiasmado con el lugar de “hijo en la oscuridad” que pretende darle (por oposición al pequeño Charles, que sería el “hijo a la luz”), ni tampoco con el modo brutal de ajustar cuentas que exhiben los miembros de la banda; sin embargo, pronto le va tomando el gusto al asunto…
Acto Final
Por gestión de Nelson, Michael es liberado de prisión con expreso encargue de matar a Tommy, como alguna vez prometió hacer. Pero el plan es más amplio: en Boston, Gina le anoticia de que acabar con los Shelby implica también las muertes de Arthur y Duke. No tiene más remedio que acceder, pero su venganza personal se está desmadrando.
Enterada del affair, Lizzie anuncia a Tommy que se marcha y el pequeño Charles quiere ir con ella, pues dice sentirla más como madre que a él como padre: planteo algo adulto para tan corta edad. Para sorpresa de Lizzie, Tommy lo deja ir y dice tener que hacer un último trabajo en Canadá, pero ni palabra sobre su enfermedad. Quien sí se entera, revisando papeles, es Arthur, que le recrimina duramente haberlo ocultado.
Siguiendo con el lavado de conciencia, anuncia un plan de viviendas para obreros que, a través de un suculento contrato oficial, permitirá además seguir siendo lucrativa a la empresa cuando él ya no esté.
En el Parlamento, está a punto de reincidir con la prometida de Mosley cuando este se aparece para invitarle a su boda en Berlín. Se excusa con que estará en Canadá para esa fecha mientras Mosley le advierte que lo matará si vuelve a intentar algo con su futura esposa.
Tras un viaje en avión (dice descreer de que ello sea el futuro), llega hasta Miquelón para cobrar los cinco millones de dólares por las entregas de opio. En el bar del hotel se realiza la operación, pero cuando al salir sube al auto de Michael, este regresa al bar diciendo que olvidó sus cigarros.
Desde adentro, Michael escucha una terrible explosión que hace volar los cristales, pero se encuentra con la sorpresa de que no ha estallado el auto en que dejó a Tommy sino el de sus compinches, algo más atrás. Una vez más, Tommy se ha anticipado y ha encargado a Charlie Strong (Ned Dennehy) que cambiara el explosivo de auto mientras todos estaban en el bar.
Michael sabe que ha llegado su hora y, en efecto, Tommy lo mata con un disparo al ojo. Un instante después, aparece Alfie, a quien le dice que ya tiene el acto final para su ópera…
Paschendaele
En Inglaterra, Duke se ha tomado en serio su flamante lugar en la familia y se dedica a limpiarla de traidores: Billy Grade, el ex futbolista que trabajó para el enemigo durante el fallido asesinato de Mosley, es muerto de un tiro en la cabeza y Finn expulsado.
El grupo del IRA liderado por McKee va a la caza de Arthur en el pub Garrison de Birmingham, donde esperan encontrarlo borracho y desprotegido. Nada más lejano: no está en el interior del local y deben enfrentarse en las calles con él y sus secuaces.
La fotografía de toda la secuencia es increíble: la niebla nocturna domina la noche mientras un cable chisporrotea e ilumina cada tanto; una niña recoge alegremente una bala del empedrado. Arthur hace referencia a Paschendaele y, colocándose máscaras, arrojan gases que se confunden con la niebla y asfixian a los irlandeses. Encuentra a McKee y le pasa la máscara por un momento: solo para que esté consciente al momento de matarla en venganza por la tía Polly. “Seguimos en Francia”, remata un instante después. Madre mía, qué escena: casi vale la temporada…
Última Cena
Tommy ha decidido dinamitar la mansión y en una escena bastante cliché, camina hacia la cámara con la explosión a sus espaldas. Convoca a la familia para algo así como una “última cena” y, en emotivo tono de despedida, pide un brindis celebrando haber vuelto entre caballos, carros, ladrones y vagabundos…
Jactándose de ser el único político que cumple sus promesas, anuncia la construcción de viviendas en la finca, mientras alienta a Ada para la política, pide al pequeño Charlie que cuide a su madre y dice algo al oído de Duke. Arthur no está presente por no gustarle las despedidas, pero Linda lee una nota suya diciéndole que allí donde vaya, lo seguirá… muy pronto. Tommy se marcha sin decir adónde, a pesar de los ruegos de Ada.
Va al campo, claro, a encontrarse con su destino. Ha preparado la escena con carromato, fotos familiares, cigarro, pistola y bala con su nombre. Arroja, como tantas veces, la moneda y volvemos casi a la escena de suicidio del inicio de temporada. Algo nos dice que volverá a fallar: no morirá por una bala, dijo alguna vez la tía Polly…
De pronto, regresan las visiones y Ruby corre a abrazarlo. Sin mover los labios, le dice que tiene que vivir, que ni siquiera está enfermo y que encienda el fuego. Cuando va a hacerlo, encuentra un periódico con la noticia de la boda de Mosley en Berlín con Hitler como padrino, pero lo impactante es que en la foto… aparece el doctor Holford.
Nunca estuvo enfermo. Va por el médico traidor y le hace arrodillarse mientras le coloca una pistola en la frente. Holford le dice que quizás no tenga tuberculoma pero está enfermo de culpa y ya no puede matar a alguien a sangre fría por sus propias manos. Tommy le pide que cierre los ojos y suena una campana: son las once y regresan las imágenes de guerra; es la hora del armisticio. Dispara a un costado y se marcha…
En la escena final, arde en llamas el carromato que iba a ser su tumba mientras se aleja cabalgando por las colinas a campo traviesa: memorable final para una gran serie…
Balance Final de la Serie
Ni la quinta ni la sexta temporada han sido las mejores, eso está claro. Como también que la vara de las anteriores estaba demasiado alta y eso puede provocar una visión distorsionada. Me refiero a que hemos visto una temporada final que no fue excelente pero sí buena a pesar de algunas cuestiones que hemos ido señalando.
Cuando, en el cementerio gitano, Esmeralda puso a Tommy al tanto de la niña fallecida, temí un deus ex machina, pero la situación estuvo bien resuelta y lo que nos queda es que la maldición solo estuvo en la cabeza de él. Y le costó la vida a gente inocente.
En cambio, sí me pareció deus ex machina lo del hijo perdido, un personaje que solo apareció en las tres últimas entregas. Quizás distinta hubiera sido la cosa si lo hubiéramos conocido antes pero, en cambio, adquirió un rol importante saliendo de la nada. Tampoco se entiende bien en qué momento cambia tan radicalmente y asume el legado familiar de manera despiadada: falta una transición, precisamente por el escaso desarrollo del personaje. ¿Y qué le dijo Tommy al oído? ¿Le contó que iba a morir o hay algo más?
Ada peca por lo contrario: se perfilaba como una Michael Corleone asumiendo la impronta familiar que en principio había rechazado y parecía más lógico que fuera ella y no un casi desconocido quien quedara a cargo, pero su personaje se desdibujó en los últimos episodios.
La muerte de Polly quedó con explicación insuficiente, pero estuvo bien ajustada con la trama posterior y los conflictos familiares. Quedan sin cerrar las historias personales de Nelson y Mosley. ¿Lo harán en la película? Hasta donde sé, la misma se ambientará en la segunda guerra mundial, o sea que se viene otro salto temporal, pero no creo que vayan a matar a Mosley siendo un personaje real que falleció en 1980: más posible es que la pase mal. En el caso de Nelson no sé qué pensar, pero fue desapareciendo extrañamente de escena hacia el final…
La guerra, que prácticamente marcó el inicio de la serie, siguió presente hasta el final de modo casi cíclico: Arthur resuelve el tiroteo con máscaras antigás; Tommy no mata a Holford porque es la hora de la paz: ¿o habrá realmente cambiado? Alfie también tiene su carga y quizás hubiera merecido más pantalla: sus momentos, aunque breves, fueron interesantes.
La fotografía ha sido siempre un fuerte de la serie, entregándonos momentos inolvidables: el intento inicial de suicidio, el funeral de Ruby, el tiroteo del Garrison, la escena final del carromato ardiente, solo por hablar de esta temporada.
Las actuaciones se llevan otro galardón. Cillian Murphy ha entregado un personaje increíble y magníficamente caracterizado en su decadencia y sus conflictos, pero prácticamente todo el elenco es digno de mención aun cuando algunos hayan tenido poco ruedo.
La banda sonora merece también párrafo aparte. Honestamente, me chirriaba un poco al principio y no me malentiendan: siempre me encanta escuchar a Nick Cave, Sonic Youth, Radiohead o Black Sabbath, pero la ambientación de época hacía que no me encajaran bien las guitarras distorsionadas y me sentía más a gusto cuando sonaban Mozart o Puccini. Con el tiempo, sin embargo, he ido apreciando lo interesante del contraste y lo bien que sienta a los climas agobiantes que la serie propone…
En resumen, hemos visto cuatro temporadas brillantes y dos buenas: mucho más que la media de las series. El final fue muy emotivo (aunque la “última cena” pierde algo de fuerza al saber que Tommy vivirá) y solo queda preguntarnos qué nos traerá la película, de estreno anunciado para 2024.
Espero que nos encontremos aquí para analizarla cuando llegue el momento del estreno. Mientras tanto, extrañaremos a los Peaky Blinders. Gracias por haberme leído y acompañado. Hasta pronto y sean felices…