Rick y Morty vuelven una semana más con un back to the basics: un episodio en el que se parodia un determinado género cinematográfico popular con numerosos giros. En esta ocasión, la acción vuelve a centrarse en el excéntrico científico y su nieto, que se embarcan en una peligrosa aventura surgida de su desdén hacia las películas de elaborados atracos. En One Crew Over The Crewcoo’s Morty, volvemos a tener un capítulo endiabladamente entretenido en el que se ofrece una historia apasionante en el reducido espacio de veinte minutos.
La banda vuelve a reunirse
El episodio comienza con Rick y Morty profanando una tumba alienígena solo para encontrarse con que alguien se les ha adelantado y ha robado el tesoro que había escondido. El misterioso explorador es un maestro de los atracos que ha construido una lucrativa carrera en torno a la complejidad de sus robos, y que incluso llega a participar en la Heist-Con, un evento interplanetario en el que se encuentran los ladrones más prestigiosos de la galaxia, y que Rick pretende sabotear.
Para ello, reúne a una antigua banda de forajidos con la que trabajó y que acceden a unirse a él para infiltrarse en la convención a pesar de haber dejado esa vida atrás hace mucho tiempo. Este variopinto grupo de extraterrestres se encontrará en el evento solo para descubrir que Rick les ha estado manipulando hasta ahora… pero parece que las cosas se le empiezan a ir de las manos. El androide al que ha programado para realizar esta estratagema se rebela y comienza a apropiarse de todos los planetas del universo siguiendo los patrones de películas como Ocean’s Eleven. Rick y una segunda banda deberán impedir que este robot desquiciado destruya la Tierra.
Paso por paso
Las películas de atracos como Ahora me ves… o la mentada saga de George Clooney siguen una estructura muy marcada que se parodia en este episodio con una eficacia desternillante: el grupo que se reúne para un último golpe, el traidor, los numerosos giros seguidos, la revelación de que todo formaba parte del plan de un personaje… el episodio sigue las convenciones de este tipo de tramas paso por paso mientras se burla de ellas, a través de unas situaciones estereotipadas y unos plot twists que ya quisieran para sí algunas de estas cintas. Mientras que Dan Harmon y Justin Roiland, los creadores de la serie, detestan el género y lo consideran ridículo, la guionista Caitie Delaney es una seguidora de este tipo de películas, lo que acaba por dar lugar a ese difícil equilibrio entre la burla y el homenaje que suele resultar en las mejores parodias.
En este caso, hay dos mitades bien diferenciadas en las que se busca parodiar a las películas de atracos: la primera, en la que se hace mofa de sus convenciones más superficiales y la segunda, en la que la estructura de este género se aplica a una escala muy superior, lo que resalta lo absurdo de muchos clichés que pierden su encanto cuando se habla de planetas o de científicos locos en lugar de diamantes.
Esta parodia se ve aderezada por numerosos chistes que se lanzan contra el espectador en el momento justo y con una serie de cameos memorables que no revelaremos aquí pero que lograrán sacarle una carcajada a más de uno por su relación con uno de los episodios más recordados y con una celebridad de la vida real. Además, en la mejor tradición de las películas de robos, culmina con un giro impresionante e inverosímil que, sin embargo, concuerda mucho con lo que sabemos de estos personajes. La escena post-créditos es un exponente de comedia negra más sutil pero que supone la cereza sobre el pastel.
Conclusión
Aunque no cuenta con momentos dramáticos a la altura de la historia del retrete de Rick, este episodio logra situarse como el mejor de la cuarta temporada hasta el momento. El humor absurdo de la serie forma un equipo de atracadores con el humor inteligente y con unos personajes inolvidables, y consiguen robarnos veinte minutos de nuestro tiempo sin que nos demos cuenta. El capítulo sigue la estructura básica de un episodio de Rick y Morty y, aunque las novedades son bienvenidas y siguen haciéndose esperar, resulta agradable comprobar que los responsables de este producto siguen siendo los mejores en lo que hacen: burlarse de aquellos estereotipos que damos por sentados y hacernos ver lo absurdos que son.
Estoy leyendo críticas de todo tipo sobre esta temporada; a mí me está pareciendo buenísima, y eso que aún no ha entrado el resto de la familia en juego.
Bueno, habrá que ver cómo termina.
De momento, no me parece excesivamente mejor o peor que las anteriores, pero quizás la desilusión de algunos se deba a las expectativas acumuladas durante tanto tiempo de espera. Si finalmente consiguen hacer una temporada por año y no baja la calidad, seguramente se puedan mirar los episodios de una manera más objetiva.