Ya nos quedan solo cuatro episodios para despedir a Riverdale y analizamos lo que nos ha dejado el decimosexto de esta temporada final o, si lo prefieren, capítulo 133 del listado total. La serie, creada por Roberto Aguirre-Sacasa, es emitida por The CW y para España por Movistar+.
Bienvenidos otra vez, riverdaleros. Qué poco va quedando: parece mentira que ya solo resten cuatro episodios para que Riverdale nos haya dicho adiós. Y esta temporada final, de la cual analizamos su decimosexto episodio, continúa rescatando a personajes que fueron pasando a lo largo de la serie y esta vez le tocó el turno a Polly. Amén de ello, la entrega ha tenido que ver con el plantarse ante los mandatos familiares para abrirse caminos propios con y el descubrimiento de nuevos horizontes en el plano afectivo y sexual.
Pasemos ya mismo a analizarla, no sin antes advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordar que pueden leer aquí nuestros análisis previos.
Poemas y Fotos
Comenzamos con Archie alucinado con la señora Grundy mientras la escucha recitar el poema Aullido, de Allen Ginsberg. Cuando, en consonancia, ella hace referencia a los autores de la corriente beat, él no tiene idea y quiere saber. Clay comenta que son escritores antisistema que practican la sexualidad libre, cosa que parece impactar especialmente en Betty al relacionar seguramente con su trunca historia actual con Veronica.
Cheryl y Toni, en tanto, están contemplando imágenes de Bettie Page cuando les acercan una revista con imágenes lésbicas pin-up y, al verlas, piensan en la posibilidad de hacer entre ambas una sesión fotográfica de ese tono. Toni tiene una cámara con temporizador y Cheryl puede aportar lugar con la capilla de Thornhill que, dice, nadie usa. Ambas se toman entonces allí una serie de fotografías cargadas de sensualidad y a la pelirroja se le ocurre usar una de ellas como motivo para un óleo.
Función Especial
Siguiendo con los Blossom, Julian ha conseguido algunas “películas para solteros” (así las llama) y se propone hacer una función compartida con el resto de los muchachos. Necesita, claro, un proyector y apela a Kevin y Clay aclarando de antemano y con cierta malicia que no verán cintas de luchadores como las que a ellos gustan.
A pesar del tono socarrón, están de acuerdo, pero cuando intentar sacar de incógnito el proyector del Babylonium, son interceptados por Veronica que les recrimina andar viendo sus películas a escondidas en lugar de utilizar la sala. Le aclaran entonces que se trata de una cinta para solteros y ella muestra entusiasmo, pues ha oído hablar de las mismas y siente curiosidad. Para que no tengan que sacar el proyector, ofrece por lo tanto el Babylonium en función especial siempre y cuando ella pueda estar presente e invitar a una amiga: obviamente, Betty…
La proyección se realiza con el lugar atestado de muchachos subidos de testosterona más dos muchachas ávidas de nuevas sensaciones pero, apenas comenzar, Betty salta de su butaca al reconocer en la película a su hermana, por lo que Veronica decide suspender la función.
Se trata de Polly, de quien hasta ahora nada sabíamos en esta realidad temporal, pero queda claro que sigue viva. No solo eso, sino que, hasta donde Betty está al tanto, se halla en New York desarrollando una carrera en Broadway o esa es, al menos, la última noticia que de ella tiene en los últimos tiempos ya que su madre guarda cerrado mutismo al respecto.
Por consejo de Veronica, la acaba contactando y se entera que ahora es artista de burlesque, siendo su nombre artístico Polly Amorosa. Al oírlo, el rostro de Veronica se enciende, pues se trata de una gran estrella y se pone a pensar lo bueno que sería tenerla en Riverdale para una función especial en el Babylonium, por lo que pide a Betty que la contacte.
Mente Abierta
En el nuevo encuentro literario del colegio, la profesora Grundy les pregunta por las sensaciones que les ha dejado la lectura de Aullido, admitiendo Archie que el poema no le dejó dormir, además de preguntarse de dónde saca el autor tales ideas.
Ella le dice que los escritores beat gustan de experimentar en sus propias vidas y escriben justamente sobre ello, lo que causa desaliento en Archie por no tener justamente una vida muy interesante sobre la que escribir. Para Clay, la clave está en tener la mente abierta a situaciones y personas nuevas, incluso más de una, lo cual, desde ya, deja pensando a Archie…
Negociación Frustrada
El editor Fieldstone cuenta a Jughead que ha sido citado por Werthers y un “comité de expertos” para ponerle al corriente del nuevo código que han acordado imponer a las publicaciones de cómics. Lo compara con el Código Hays en el cine aunque, claro, se está haciendo también implícita referencia al tristemente célebre Comics Code Authority, que en los Estados Unidos de los años cincuenta impuso a las publicaciones qué temas podían tratar y cuáles no.
Fieldstone desea que, por tener ya experiencia en debatir con Werthers, Jughead le acompañe y este acepta, pero no sin antes hacer una visita a Veronica para pedir consejo y, después de mucho tiempo (sacando el episodio musical), la subtrama de Jughead parece interactuar con el resto. Ella, como no podía ser de otra manera, aconseja que al momento de ser abordados por el comité, utilicen el poder de negociación.
Llegado el momento de la citación, entonces, Jughead y Fieldstone enfocan la cuestión sobre lo ambiguos e imprecisos de conceptos tales como “depravación”, “lujuria” o “poses sugerentes”, entre otros, todos ellos mencionados por el comité en los fundamentos del código. En defensa de la libertad de expresión, citan la primera enmienda y, a los efectos de buscar una salida negociada, proponen calificar con letras el contenido de los cómics en lugar de prohibir.
No solo la propuesta no interesa a los miembros, sino que además Werthers les deja claro que no es una negociación y que todas las publicaciones futuras deberán ceñirse al código o, de lo contrario, no podrán ser distribuidas ni vendidas.
El intento, por lo tanto, ha salido mal, pero hay que decir que el debate ha estado muy interesante y dio lugar a algunos de los mejores diálogos de esta temporada.
Nuevos Horizontes
Después de la frustrada función en el Babylonium, Julian no baja los brazos y, haciendo gala de sus pocos escrúpulos, se ha apoderado de un proyector que Kevin y Clay tenían guardado en el cofre del colegio y lo ofrece en alquiler a dos dólares con una película. Entusiasmados, Archie y Reggie pagan la suma con gusto pero, al ver, quedan en espera de que aparezca alguna muchacha mientras solo hay hombres musculosos. Se trata, claro, de una de las películas de lucha libre que tanto gustan a Kevin y Clay, aunque se sorprenden de experimentar algún grado de excitación ante las escenas que ven.
Al otro día, reclaman airadamente a Julian para sus dos dólares y se los devuelve, a la vez que les ofrece una nueva película, esta vez es de trío y con féminas incluidas. Al verla, vuelven a sentir excitación pero para su desgracia, el proyector se traba y la cinta se quema dejándoles sin final. No pueden quedarse así, por lo que, cubriéndose la entrepierna, van a ver a Twyla y aceptan gustosos cuando les propone trío.
No vemos qué ocurre en privado, pero sí posteriormente a Archie y Reggie extasiados y diciendo que han expandido nuevos horizontes, con lo que dan a entender que la experiencia de trío ha incluido también sexo entre ellos. Como remate, se dicen mutuamente que se quieren…
Otra Función Especial
Polly llega a Riverdale y el encuentro con Betty es, desde ya, emotivo. También para nosotros porque nos parecía imposible volver a ver en la serie a Tiera Skovbye después de que su personaje fuera brutalmente asesinado: luce, desde luego, bastante más sexy y fatal que lo que la recordábamos. Betty se anoticia no solo de su éxito como artista de burlesque sino también de que está próxima a contraer matrimonio con un corredor de bolsa, algo de lo que su madre, muy probablemente, ni siquiera esté al tanto.
Pensando que podría ser bueno para reconciliarlas, Betty ve la posiblidad de que esta esté presente en el show de su hija y va a verla para sugerírselo. Los ojos de Alice se abren inmensos en cuanto le menciona que Polly se halla en Riverdale pero, pasado el primer impacto, no manifiesta intención alguna por asistir al show de alguien a quien hace rato ha apartado de su vida.
Betty, por el contrario, dice estar orgullosa de su hermana y no ve justo condenarla por lo que haya decidido ser, razón por la cual manifiesta que asistirá al espectáculo y, de hecho, queda a la espera de que ella también decida hacerlo. No tiene éxito: en este episodio no hay redención de Alice como la hubo en el anterior…
El show se lleva a cabo solo para chicas, que celebran con entusiasmo el desempeño de Polly y, aunque sea por unos minutos, tenemos otra vez un momento musical. Betty contempla absorta y admirada a su hermana, a la vez que se imagina a sí misma cantando, bailando o quitándose alguna que otra prenda como lo hace. Al final del número, Veronica felicita a Polly por su espectáculo, aunque dice que le hubiera agregado “más carne”.
Puntos de Quiebre
En Thornhill y tal como lo había anunciado, Cheryl ha pintado el óleo que la recrea junto a Toni pero, contrariamente a lo que manifestara, sí parece haber quien visita la capilla y es su madre Penelope que, furiosa al ver el cuadro, lo tajea al medio.
Cheryl no cabe en su disgusto pero, superado el dolor de ver su obra arruinada, pareciera tomar fuerzas y, tras pedir a Toni los negativos de las fotografías, jura ya no plegarse al mandato de sus padres o a lo que ellos decidan que tenga que ser. Claramente hay un punto de quiebre y se avizora clima de venganza…
Betty, por su parte, recrimina duramente a Alice el no haber asistido al show y la acusa de hacer con ella lo mismo que con su hermana, imponiéndole seguramente límites por temor a que siguiera su camino, lo cual no solo le dice que acabará haciendo sino que incluso se quitará más ropa. El asunto acaba con una bofetada de Alice: el momento es tenso, pero Betty, con fría calma, solo manifiesta sorpresa de lo mucho que tardó en llegar a eso. Otro punto de quiebre…
Aquí estamos de nuevo…
Después de la fallida reunión con Werthers y su comité, Jughead regresa a hablar con Veronica y lamenta haber sido tan ingenuo como para creer que revisarían su postura. Ella no lo ve así y, por el contrario, rescata que ha luchado por lo que cree justo, a la vez que le llama a no bajar los brazos y remata con un“ya pensaremos en algo”…
La frase deja implícito un “nosotros” y ello golpea sobremanera a Jughead mientras ambos, antes de besarse, se anuncian mutuamente “aquí estamos de nuevo”…
Balance del Episodio
Nos vamos acercando al final y de un tiempo a esta parte cada entrega tiene clima de despedida. Solo así se explica que hayamos vuelto a ver a personajes que ya no pensábamos y que el particular marco espacio – temporal hace posible. Ocurrió con Ethel, con Clifford, con Hiram, con Hermione, con Grundy… y ahora con Polly.
La reaparición de la hermana asesinada de Betty permite no solo una reivindicación de su propio personaje, sino también de la propia Betty, que no había quedado con ella en buenos términos al momento de su desaparición y consecuente muerte. Desde ya que esta es otra línea temporal, pero así como los personajes parecieran tener vestigios o reminiscencias de sus otras identidades, también es posible que subsista en ella alguna deuda inconsciente que, de este modo, pueda considerar saldada.
Fuera de ello, hemos visto una entrega que ha marcado para los personajes varias rupturas, sobre todo con respecto a un entorno familiar y social represivo que les impide crecer de acuerdo a sus anhelos y elecciones. Quizás, eso sí, estén excesivamente separadas las aguas entre padres represores e hijos reprimidos cuando sería mejor y más interesante que los personajes tuvieran matices y contradicciones: algo de ello ocurrió con Alice en la entrega anterior, pero claramente no en esta, donde volvió a ser la arpía castradora.
Lo que me pregunto es si así como en esta línea temporal subsisten reminiscencias inconscientes de la otra, ocurrirá lo mismo cuando Tabitha recomponga finalmente todo y regresen. ¿Les quedará algo en su interior de los vínculos establecidos y las experiencias vividas?
Lo de Cheryl y Toni no sorprende porque esa es una relación que siempre reaparece, sobreviviendo a los siglos y a los universos paralelos. Tampoco lo de Kevin, cuyas inclinaciones sexuales eran ya conocidas aun sin Clay de por medio.
Pero lo de Betty y Veronica sí que fue una sorpresa y ni qué decir, en este episodio, lo de Archie y Reggie, aun cuando la serie no se haya tomado la valentía de mostrarlos en momento íntimo sino que nos tuvimos que enterar de lo suyo prácticamente en off. ¿Cuánto quedará de esa exploración y experimentación cuando hayan regresado a su línea temporal?
La trama más desconectada del resto sigue siendo la de Jughead y la censura en los cómics, aunque el hecho de que haya pedido consejo a Veronica, más el momento “Vughead” del final, podría comenzar a unirlas.
Ha sido, en concreto, una entrega correcta y la aparente fragmentación no es tal porque en cada una de las historias personales el eje ha estado puesto sobre el prejuicio, los límites y la necesidad de destete. Lo que sigo extrañando son los momentos irónicos y humorísticos, de los cuales hemos tenido pocos en esta temporada y es díficil pensar que haya muchos en lo que nos queda, ya que al estarse despidiendo la serie, seguramente los aspectos emotivos primen sobre el resto.
De lo que estamos seguros es de que se viene una despedida intensa que, ojalá, sea la que Riverdale merece. Hasta la próxima y sean felices…
