Quedan solo dos episodios para decirle adiós a Star Trek: Discovery y analizamos el octavo, cuyo título es Laberintos y termina de reunir las pistas que llevan a la tan buscada como peligrosa tecnología de los Progenitores. La serie, creada por Bryan Fuller y Alex Kurtzman, puede ser vista por Skyshowtime para España y por Paramount+ para América Latina.
Hola otra vez, trekkies y no tan trekkies. Qué triste saber que nos queda tan poco. Solo dos episodios y le decimos adiós a Star Trek: Discovery, aunque ya sabemos que en esta franquicia las despedidas son siempre relativas porque los personajes pueden volver a cruzarse en cualquier momento siempre y cuando las líneas temporales lo permitan. A propósito, una pregunta: ¿quedará la tripulación de la Discovery para siempre en el siglo XXXII o habrá alguna chance final de que regresen a su tiempo?
Por lo pronto, este octavo episodio, de gran factura visual, ha acabado de reunir las pistas de la tecnología de los Progenitores aunque todavía sin ponerla directamente ante nuestros ojos. Y ha presentado dilemas éticos, elecciones difíciles y resolución de enigmas, todo muy Star Trek y complementado con los buenos desempeños de Sonequa Martin-Green y, muy especialmente, David Ajala. Ah… y tuvimos un archivo galáctico de antología…
Sin más trámite, pasemos ya mismo a ver qué nos ha dejado esta octava entrega no sin antes advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni dejar de recordar que pueden leer aquí nuestros análisis previos.
A Través de la Tormenta
Continuando la excelente factura visual que vienen teniendo los últimos episodios, el que nos ocupa se abre con zoom y secuencia realmente impactantes que nos hacen conocer en su real dimensión el interior de la nave de los breen, a quienes vemos golpear acompasadamente el piso con sus armas en lo que parece un ritual guerrero.
Luciendo el casco del cual en su momento renegara, el cuerpo de L’ak yace sin vida sobre una mesa mientras Ruhn pronuncia una encendida arenga a sus tropas llamándoles a seguirle en la consecución de la tecnología que les permitirá poder absoluto. Sorprende tanta confianza en Moll, pero pronto queda claro que no es tan así, pues cuando ella pretende también asumir voz de líder en su condición de cónyuge del último heredero imperial, Ruhn la pone en su lugar advirtiéndole que su supervivencia es condicional a la obtención de lo que ha prometido.
A todo esto, la Discovery ha llegado a las Tierras Baldías y se halla ante una impresionante tormenta de plasma junto a la cual hay una baliza de comunicaciones. Una efrosiana llamada Ky´rell (Elena Juatco) se les presenta en nombre de la orden que resguarda la Galería y Archivo Eternos, donde, según dice, se halla el mayor patrimonio cultural de los sectores Alfa y Beta.
Parece simpática y se ofrece a guiarlos en la tormenta para llegar al archivo, aunque por momentos se oye como guía turística y ello impacienta un poco a Michael que, con la mayor amabilidad que puede, le remarca que tienen prisa. Claro: no lo dice, pero el problema es que los breen vienen pisándoles los talones.
El camino es harto complicado y la Discovery se ve afectada por violentas sacudidas mientras, para asombro general, Ky´rell recomienda apagar los motores. Así, aunque con los escudos debilitados, logran siguiendo sus coordenadas e instrucciones llegar al Archivo, que luce como un castillo de hadas en medio del espacio.
Mientras Michael se apresta a transportarse, Ky´rell le transmite que, enterados los guardianes de la presencia de un kwejiano entre la tripulación, desean que vaya en compañía del mismo, pues lo necesitan para desentrañar un misterioso objeto de ese mismo origen. Casi imposible que Michael diga que no a ir acompañada por Book…
Una vez en el lugar (impresionante escenografía), Ky´rell conduce a Michael hasta el libro Los Laberintos de la Mente, el mentado manuscrito betazoide que, según le dice, nadie más ha pedido jamás consultar. Mientras la guardiana se marcha con Book, Michael se pone a investigar el mismo y descubre en su interior una tarjeta metálica idéntica a la de la última pista. Para bien o para mal, la presiona en su centro…
La Raíz Madre
A Ky´rell, como buena bibliotecaria, le fascina el nombre Book y quiere saber si es real. Tras la respuesta afirmativa de este último, le entrega el objeto en cuestión que, según él puede determinar, es una caja de madera de Tuli. El impacto más fuerte, sin embargo, le sobreviene al encontrar en su interior un par de esquejes de la raíz madre de Kwejian. Advirtiendo su emoción, ella le permite quedárselos a condición de que entregue periódicos informes sobre su evolución o cambios de estado. Atención a ese MacGuffin…
Cuando regresan a la sala en que dejaran a Michael, la encuentran en el piso inconsciente y no logran hacerla volver en sí, por lo que solicitan la presencia de Culber, que se transporta de inmediato en compañía de Rayner. El médico descubre la vinculación entre la tarjeta y lo que sea que a Michael aqueja, pero no logra ir mas allá de eso y tampoco recomienda llevarla a la Discovery porque podría cortarse el vínculo y perderla quizás del todo.
No quedando otra opción que atenderla in situ, Rayner pide a Ky’rell toda la información disponible sobre los textos que pudiera haber consultado Marina Derex durante el tiempo que estuvo en el Archivo. Pero una vez obtenida la lista, es tan extensa que un desalentado Book ironiza con que “sería más fácil revisar lo que no consultó”…
Paisaje Mental
Michael experimenta la sensación de despertar, pero extrañamente se encuentra en un lugar diferente, quizás otra sección de la biblioteca. No hay a la vista rastro de Ty’rell ni de sus compañeros o mejor dicho sí, pues allí está Book, pero luciendo por alguna razón el atuendo de los guardianes del Archivo.
Rápidamente la pone al tanto de que en realidad no es Book, sino una personificación del programa desarrollado por Marina Derex a los fines de proteger la tecnología de los Progenitores. Si se parece a Book, es porque esa es la imagen que ella tiene en su inconsciente, mientras que el ambiente que les rodea es un paisaje mental (otro homenaje a Deanna Troi y a Marina Sirtis).
Michael deduce que si fue llevada allí ha de ser para encontrar la pista faltante y el guardián le da la razón, pero tampoco puede dársela en bandeja sino a lo sumo ayudarla en lo básico y responder preguntas por sí o por no.
Debiendo entonces arreglárselas por su cuenta, Michael elige un camino equivocado al hurgar en la sección de historia por haber sido el texto escrito durante la Guerra del Dominio, pero no encuentra nada. Tampoco le va mejor cuando descubre que el lugar es un laberinto e intenta resolverlo con el algoritmo de Trémaux y un balde de arena que le facilita el guardián para marcar el camino: a la larga, termina siempre volviendo al mismo sitio, mientras las luces del lugar se van poco a poco apagando y sabe que le queda poco tiempo.
Tunelización
A todo esto, los breen han llegado a las Tierras Baldías. Aun advertida acerca de su belicosidad, Ky´rell se transporta para recibirlos, pero negociar con ellos no es tan fácil como con la tripulación de la Discovery y Ruhn amenaza con destruir el Archivo si no le dan lo que busca. Al retirarse el holograma de Ky’rell, los breen logran incluso descifrar su camino de transporte y averiguar así cómo llegar a la biblioteca por el tortuoso camino de plasma.
Moll anoticia a Ruhn que la pista a obtener no es por sí sola indicativa de nada, sino que hay que ensamblarla con las anteriormente obtenidas que tienen a bordo de la Discovery, lo cual irrita sobremanera al Primarca por haberle ocultado antes esa información. Parece evidente que si Moll no la dio a conocer en su momento, fue para evitar que los breen atacasen a la Discovery, lo cual se traduce en dos posiblidades: o tiene en el fondo buenos sentimientos o, después de todo, considera a Book como su familia.
Cuando en la Discovery se enteran que los breen ya están en la zona, se ven obligados a ocultarse mientras en el Archivo levantan sus propios escudos, pero resulta que los atacantes tienen tecnología de tunelización y están haciendo una perforación a los fines de pasar tropas a través de los mismos. Tras consultar a Reno y trabajando contrarreloj, Stamets, Tilly y Adira llegan a la conclusión de que podrían revertir el proceso disparando un haz de positrones al punto de contacto entre túnel y escudos. Lo logran, pero solo es un alivio temporario que permite ganar tiempo hasta que los breen corrijan el error.
Prueba Superada
En el paisaje mental, entretanto, Michael luce descorazonada y por mucho que intente convencer al guardián de que le dé más ayuda con la resolución del enigma, este le recuerda que la intención original de quienes ocultaron las pistas era que la tecnología de los Progenitores solo cayera en manos de alguien que lo mereciese, cosa que aún no ha demostrado ser.
Embargada por la tristeza, Michael dice no temer a la muerte pero sí al fracaso, sobre todo si ello implica decepcionar a su tripulación. Manifiesta asimismo que sus propios miedos fueron los que le impidieron desarrollar una relación con Book, confesión que cobra especial significación desde el momento en que el guardián del Archivo, que escucha atentamente, tiene su mismo rostro.
Una vez que Michael termina de hablar, las luces se encienden y él le informa que ha pasado la prueba: lo que querían era saber si tenía la sinceridad suficiente para ser merecedora de un secreto tan trascendental y celosamente guardado. Para alegría de Michael, la instruye para que, una vez vuelta en sí, se dirija a la cámara siete y destruya el cristal que protege la tan preciada pieza que allí se encuentra. Y no solo eso: además le da un dato más que no llegamos a oír, pero que al parecer tiene que ver con su destino final…
Nueva Líder
Michael vuelve entonces en sí desatando la felicidad de Culber, Rayner y el verdadero Book. Echa a correr hacia la cámara indicada y se hace allí con la pista para ser luego el grupo completo transportado de regreso a la Discovery en el preciso momento en que los breen están volviendo a vulnerar los escudos del Archivo.
Tilly logra encastrar la pieza con las restantes y se despliega entonces el mapa holográfico que, se supone, conduce a la tecnología de los Progenitores. Pero de momento no hay tiempo de indagar mucho, ya que desde la nave breen, Ruhn está reclamando la pieza bajo amenaza de atacar. Michael le replica que si destruyen la Discovery, destruirán también su posiblidad de llegar a lo que buscan y Ruhn cambia entonces de estrategia amenazando con destuir el Archivo…
De nada sirve que ella intente hacerlo tomar conciencia de las vidas inocentes que allí se hallan: Ruhn ordena abrir fuego y llegan datos de que hay heridos de gravedad. Aun cuando los demás le rueguen en contrario, Michael decide entonces entregar el mapa interponiendo un tergun (juramento de honor breen) para hacerle prometer a Ruhn que no seguirá atacando al Archivo una vez que lo tenga en su poder.
El Primarca acaba accediendo pero, para estupor de Moll, está dispuesto a pasar por encima de su juramento y destruir la Discovery de todas formas. Era previsible, por lo cual Michael ha tomado recaudos y ordenado arrojar plasma al espacio a los fines de generar una explosión al momento de saltar y hacer creer a sus atacantes que han destruido la nave. El engaño surte efecto y la Discovery va a parar al límite exterior de las Tierras Baldías, pero con serios daños tanto en el motor warp como en el de esporas. Según Tilly, tomará unas seis horas a los breen llegar allí, lo que significa que hay que apurarse…
Mientras tanto, en la nave breen, Ruhn deja clara su intención de no respetar ningún juramento ni tampoco la supuesta autoridad real de Moll. Pero ello no parece convencer a sus seguidores, a quienes ella advierte que su Primarca los está llevando a una guerra con la Federación y ello desalentará sus posibilidades en la lucha con las otras facciones por la sucesión imperial.
Moll termina, por lo tanto, desarmando y matando a Ruhn mientras el resto, dada su condición de esposa del Vástago , la reconocen y erigen en su nueva líder.
Balance del Episodio
Gran capítulo el que hemos visto. No es que no haya tenido debilidades, las cuales mayormente siguen viniendo por el lado del arco de Moll, cuyo vertiginoso ascenso como líder de los breen no se ve del todo verosímil. Pero ha revestido nuevamente una factura visual sorprendente y no deja de ser muy gratificante que la producción no escatime en gastos para que la serie, ahora que se está despidiendo, lo haga en su mejor forma. Las tomas de la nave de los breen han sido espectaculares, lo mismo que las Tierras Baldías y la magnífica recreación de la biblioteca en la Galería y Archivo Eternos.
Por cierto, lo de reunir lo más importante del conocimiento de media galaxia en un único lugar es una idea atractiva y fascinante que, por supuesto, tiene antecedentes tanto en la literatura como en el propio mundo trekkie. Basta recordar, por ejemplo, la Biblioteca de Trántor en la saga Fundación de Isaac Asimov o, por fuera de la ciencia ficción, en La Biblioteca de Babel imaginada por Jorge Luis Borges que, de algún modo, se anticipó a la existencia de Wikipedia. También el físico y escritor Kurd Lasswitz planteó algo parecido en su relato La Biblioteca Universal y lo mismo Lewis Carroll en su novela Silvia y Bruno.
Pero si hablamos del propio universo Star Trek, es imposible no relacionar con la serie original y específicamente con el episodio Todos Nuestros Ayeres (temporada 3, episodio 23), que sería el penúltimo de la misma. Allí, en un planeta a punto de morir por convertirse su sol en supernova, Kirk y los suyos se encontraban con un único humanoide que era precisamente un bibliotecario llamado Atoz (lo cual en inglés se puede leer como A to Z, es decir de la A a la Z) y que administraba un gran archivo que preservaba el saber de su civilización, así como un dispositivo a través del cual había enviado al pasado a los habitantes del planeta para evitar su inminente final.
Tampoco la resolución de puzles o laberintos es extraña a la franquicia y nos viene quizás a la cabeza el juego de Chula en Deep Space Nine (temporada 1, epidoso 10), pero también el caso del granjero de Illinois que, siendo fan absoluto de la franquicia y para conmemorar los cincuenta años de la misma, diseñó el laberinto de maíz más grande del mundo con una extensión de trece hectáreas y dieciocho kilómetros de caminos recreando los rostros de Kirk y Spock, así como también la insignia de la Flota y la silueta de la Enterprise.
Amén de todas esas conexiones, el episodio ha tenido gran intriga y suspenso, además de jugar con los dilemas y elecciones morales, algo bien caro a la franquicia. Tal es el caso de la que ha tenido que hacer Michael sobre el final, poniendo quizás en riesgo el futuro de la galaxia para salvar a unos pocos inocentes, aunque por otra parte la sensación es que se ha guardado un as en la manga, no sé si porque habrá de algún modo adulterado el mapa que entregó a los breen o por ese detalle que no conocemos y que el guardián con el rostro de Book le dijera antes de despertar del paisaje mental.
David Ajala ha vuelto a entregar un buen trabajo, realzado en esta oportunidad por el doble papel que le ha tocado interpretar. Y los esquejes provenientes de su mundo no dan impresión de estar puestos por casualidad: es evidente que tendrán importante papel en lo que venga y uniendo un poco tecnología de los Progenitores con raíz madre se me ocurre que quizás exista la impensada posibilidad de que Kwejian vuelva a existir.
También Sonequa Martin-Green ha tenido un gran desempeño, aunque la resolución de la trama ha hecho que volviera aquella Michael llorosa que tanto irritaba a mi compañero Mario en los análisis de la tercera temporada. Lo que sí es verdad es que la resolución ha sido de lo más Star Trek: simple, a la vez que filosófica y resaltando, como diría Oscar Wilde, la importancia de ser honesto (un juego fonético difícil de traducir al español en el título de su obra The Importance of being Earnest), tal como Michael lo fue. Y la honestidad, sobre todo con uno mismo, siempre tiene en Star Trek su premio.
En fin, nos quedan solo dos episodios por delante, lo cual no puede sino provocarnos tristeza, a la vez que dejarnos expectantes por lo que se viene que, de acuerdo a lo que se ve y tal como les anticipara en el análisis anterior, pareciera en el tramo final ser más una gran película que episodios aislados, algo muy semejante a lo que ocurriera con el último tramo de la cuarta temporada.
Por lo pronto, la semana que viene estaremos aquí para analizar el penúltimo episodio de la serie. Hasta entonces y sean felices. Larga vida y prosperidad…