Analizamos una nueva entrega de Star Trek: Strange New Worlds que, una vez más, mantiene alta la vara de la serie de Paramount creada por Akiva Goldsman, Alex Kurtzman y Jenny Lumet. Hoy, el cuarto episodio…
Bienvenidos otra vez, trekkies y no tan trekkies. Nos toca analizar el cuarto episodio de esta primera temporada de Star Trek: Strange New Worlds, cuyo título es Memento Mori: una frase en latín muy conocida que significa “recuerda que eres mortal” y que los fans de Marvel, probablemente, asocien con el Castigador (Punisher).
La serie sigue maravillándonos y esta entrega mantiene la regla. Pasemos ya mismo a analizarla advirtiendo que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA y recordando que pueden leer aquí nuestros análisis anteriores.
Señales de Masacre
Esta vez es La’an quien comienza la lectura de bitácora: se descuenta, entonces, que el episodio la tendrá por centro. La Enterprise se está acercando a un mundo llamado Finibus III para llevar un procesador de atmósfera a los colonos pues, en cuestión de semanas, el aire se volverá irrespirable.
Por el camino, se conmemora el día de la flota y, en mensaje a la nave, Pike hace un sentido homenaje a quienes han caído para lograr la paz. Menciona lo devastador que para cualquier capitán es la pérdida de un miembro de su tripulación y exalta la importancia de seguir el viaje como mejor forma de honrarle. Ya veremos que cada una de esas palabras guarda estrecha relación con el episodio…
Llegados a Finibus III, la colonia no responde cuando hasta hace poco lo hacía. Spock especula con que puede deberse a interferencia de una enana marrón cercana, pero luego descubre que el satélite de comunicaciones ha sido destruido.
Número Uno y La’an se transportan con un grupo de desembarco, pero no hay señales de vida. Al principio piensan en alguna evacuación masiva, pero pronto advierten signos de violencia y rastros de sangre como si se hubieran arrastrado cuerpos. Lo que ha ocurrido es más bien una masacre…
Un Problema por Vez
Una nave no identificada se acerca a la Enterprise y sus escudos activados ponen a todos en alerta. Al establecer comunicación, resulta ser un carguero con sobrevivientes que, consultados sobre lo ocurrido, manifiestan que vieron una explosión en el cielo y después todo se volvió confuso. Sin embargo, Spock informa a Pike que no hay en la zona señales de naves ni de firmas warp residuales.
Los colonos son trasladados a bordo de la Enterprise, pero ninguno sabe qué pasó con el resto: solo una niña dice haber visto “monstruos” y reproduce con la lengua el sonido que emitían. La’an parece identificarlo, pues su rostro se ensombrece y avisa al puente que busquen firmas EM polarizadas en lugar de warp.
Su peor temor se confirma: los gorn están en la zona y no hay forma de activar los escudos por estar aún transportando a los colonos. Por su mente desfilan las peores pesadillas de infancia, cuando masacraron a toda la tripulación de una nave colonial, incluida su familia.
Tras un bloqueo y desvanecimiento parcial, vuelve en sí para ver que la nave ha sido atacada y hasta hay bajas. Todo ha sido un engaño, un señuelo para llevarlos allí: inclusive los colonos fueron utilizados de ese modo.
La capacidad de defensa está debilitada y, sabiendo a qué se enfrentan, La’an recomienda retirada. Dada la cercana presencia de una enana marrón y una nube de gases, la estrategia de Pike es ocultarse allí. Hay dos problemas: la propia densidad de la enana marrón podría aplastar la nave y aún si eso no ocurriese, la misma se halla orbitando un agujero negro… Un problema por vez, remata Pike.
Situación Crítica
Bajo fuego gorn y con los escudos disminuidos, la Enterprise se lanza hacia la nube y es impactada en su zona de carga, donde el teniente Hemmer intenta poner a salvo el procesador atmosférico junto a la cadete Uhura, asignada a él momentáneamente. Él queda con una mano rota, pero no hay forma de llegar a la enfermería por haber quedado bloqueada la puerta y, para colmo, el refrigerante del procesador se ha descompuesto con riesgo de explosión para toda la nave.
Pike recibe informes de la crítica situación: no pueden sacar a Hemmer y Uhura de la sección de carga porque los sistemas de transporte no están funcionando y, por idéntica razón, tampoco echar fuera el procesador. Desde enfermería las noticias no son más alentadoras: M’Benga informa de bajas y heridos, pero no puede hacer mucho sin replicar suministros médicos, cuyas existencias han quedado diezmadas tras el ataque.
Instantes después arriba Número Uno, con profundas heridas en el abdomen. Los quirófanos no funcionan, por lo que M’Benga pide a Chapel que haga valer sus conocimientos en lo que llama “medicina arqueológica”: suturar.
Trampa en la Nube
La plataforma de torpedos ha quedado seriamente dañada y solo uno está en condiciones, con el agravante de que usarlo en cercanías de la enana marrón le haría, según Spock, desviar su objetivo. Ortegas se pregunta cómo enfrentar a los gorn cuando nadie siquiera ha visto uno y La’an replica que ella sí lo ha hecho. Tal declaración la convertiría en la primera en tener un encuentro con ellos (el famoso duelo de Kirk en el icónico episodio Arena es cronológicamente posterior), pero tampoco es así: según dice, mucha gente ha entrado en contacto con ellos, pero no hay sobrevivientes para contarlo.
Los define como maldad pura que da por tierra con el principio de que hay que buscar empatizar con el enemigo para que deje de serlo. En privado y tras pedir a su tripulación que sean creativos, Pike le pregunta qué más puede recordar sobre los gorn que pudiese ser de utilidad, pero sus recuerdos están bloqueados por el trauma y aparecen solo como fragmentos.
Respondiendo al pedido de ser creativos, Spock tiene la idea de usar las oscilaciones en la materia de la nube para detectar la posición de la nave a través del efecto coriolis: como lo resume Pike, convertir una brújula en radar. Así, logran dar con la nave y un cambio del rumbo de la misma evidencia que no pueden verlos. El plan de Pike es arrojarles el único torpedo que tienen, pero manualmente en lugar de dispararlo, debido al peligro antes señalado.
Así lo hacen: sin ser vista, la Enterprise se ubica sobre la nave gorn y lanza el torpedo para que, simplemente, la masa de la misma lo atraiga. Funciona: no hay señales de la nave… Pero es una victoria fugaz: varias otras son detectadas en las cercanías, inclusive una de enorme tamaño. Pike cae en la cuenta de que los gorn han sacrificado una nave para saber la posición de la Enterprise…
Tomen la Galileo
La Enterprise se encuentra en una encrucijada: alejarse de la enana marrón les dejará a merced del enemigo y acercarse pondrá en peligro la nave. Pike elige la segunda opción y ordena a Ortegas que trace un curso lo más cercano posible a la enana marrón: dice confíar en la Enterprise y que serán las naves gorn las que terminarán aplastadas. Se dispone la evacuación de las cubiertas bajas por ser las más expuestas.
Pronto comienzan a oírse en la Enterprise aterradores sonidos que indican aplastamiento. En el sector de carga, mientras tanto, Uhura está intentando estabilizar el refrigerante del procesador con las instrucciones de Hemmer, impedido por el estado de su mano.
Las cubiertas comienzan a colapsar cuando la evacuación de las mismas aún no ha finalizado. Si no se las sella de inmediato, dice Spock, la pérdida de presión se expandirá a toda la nave, por lo cual Pike, apesadumbrado, ordena sellar los mamparos. Un miembro de la tripulación no logra pasar a tiempo y Spock consuela a Pike con que tomó la decisión más lógica. Cuando este pregunta por qué no lo siente así, le responde que por la misma razón que tomó la decisión: porque valora la vida. Buen diálogo…
Según ha dicho La’an, los gorn no se detienen cuando inician una cacería y eso permite a Pike inferir que no dejarán de marchar hacia la enana marrón en pos de su presa. Pronóstico acertado: su nave no resiste la presión y acaba implosionando. Pero ahora viene el otro problema: el hoyo negro…
La enana marrón en que se ocultan está siendo absorbida por el mismo y la Enterprise también si sigue allí. Les queda poco más de hora y media y urge conocer la posición de los gorn. La’an se ofrece a salir en una lanzadera que, por su tamaño, no sería detectada y Spock la secunda. Momento emotivo cuando Pike les dice: “Tomen la Galileo…”
Fusión Mental
Una vez con la Galileo en cercanías de las naves gorn, descubren que las mismas se intercambian señales luminosas. Spock se pregunta por qué se escanean entre sí, pero La’an recuerda haber visto esas luces y está segura de que hay algo más que no logra recordar. Sabiendo de la práctica vulcana de fusión mental, pide a Spock hacerla aun cuando este le advierta que puede ser una experiencia dolorosa y peligrosa: ella acepta el riesgo si sirve para salvar la Enterprise.
Se ve de niña en el planeta de crianza de los gorn, adonde tanto ella como el resto fueron llevados para ser cazados y servir de alimento a las crías. Su hermano, que se sacrificó por ella, le entregó un cuaderno de notas en donde había logrado descifrar el código de las luces que los gorn se intercambiaban entre sí. Se trata de una especie de duelo por la supervivencia del más apto y, como tal, acaba con la destrucción del débil: casi como corolario, ven cómo una de las naves destruye a la otra.
Pero la fusión, además, ha permitido a La’an conocer acerca de Spock y ahora sabe que ha perdido una hermana de cuya muerte, sin embargo, no hay registro en la flota. Él no quiere hablar de ello y yo tampoco, porque la referencia tiene que ver con sucesos ocurridos en Star Trek: Discovery y no deseo hacer spoiler si no la han visto.
Serpientes, Patos y Zarigüeyas
En la cubierta de carga, Uhura ha logrado estabilizar el refrigerante y alejado, por ahora, el peligro de explosión. Le pregunta a Hemmer cómo lleva el ser pacifista en el contexto en que se hallan; él explica que rehusar la lucha no es ser pasivo ni dejar de defender ideales. Uhura ve interesante la perspectiva y compara con usar el tacto en lugar de la visión, tal como él hace. Otro buen diálogo…
Pero la estabilización del procesador ha sido fugaz. La matriz, explica Hemmer, ya había excedido el límite crítico al comenzar la reparación: solo queda abrir la cubierta y arrojarla al espacio con el problema, claro, de que ellos están allí…
Anoticiados en el puente de mando, saben ahora que el procesador estallará en unos viente minutos y, por si fuera poco, las sacudidas son cada vez más intensas y están a punto de no poder ya escapar a la gravedad. Ortegas se queja de que el espacio pareciera conspirar en contra pero Pike, en cambio, piensa que podrían utilizarlo a su favor…
Propone utilizar la propia gravedad del agujero negro para impulsarse y escapar. Ello les expondría a los gorn, pero pueden engañarlos con el corrimiento gravitacional al rojo, ilusión óptica que se produce cuando un objeto, al ser arrastrado hacia un agujero negro, se mueve más rápido que la luz que emite y provoca al ojo la sensación de estar detenido fuera del mismo.
El plan es que la Enterprise escape en una ola gravitacional mientras el procesador es arrojado hacia el agujero negro para, con su estallido, crear la ilusión de que la nave ha sido destruida: hacerse los muertos, dice Pike, como “las serpientes, los patos y las zarigüeyas”. Ortegas anuncia que si logran tener éxito con tal maniobra, deberán bautizarla como “Maniobra Pike”, en clara alusión a la que ella, dos episodios atrás, llamara “Maniobra Ortegas”.
La Enterprise, en efecto, se acerca peligrosamente al horizonte de eventos mientras las sacudidas se siguen intensificando.
En el sector de carga, Hemmer y Uhura se colocan sendos trajes espaciales y liberan la carga mientras permanecen amarrados a la cubierta con riesgo de soltarse por la fuerza gravitatoria.
Pike ordena la maniobra de escape a la vez que el procesador estalla contra el horizonte de eventos. Los gorn compran el engaño y se marchan. Un momento de suspenso se vive cuando Hemmer y Uhura no responden desde el sector de carga pero, para alivio y alegría, finalmente lo hacen.
La Enterprise ha salido airosa de su primer encuentro con los gorn y Pike lo define como “un milagro”. Más pragmática, La’an se pregunta qué pasará la próxima vez, pues está visto que van evolucionando e incorporando nuevos patrones de cacería. Casi como volviendo a aquello de “un problema por vez”, Pike responde que, para cuando ello ocurra, estarán preparados…
Todo va volviendo a la normalidad. En la enfermería, Número Uno ha estado en peligro de desangrarse tras haber cedido el plasma para salvar a otro tripulante pero, vuelta en sí, comprueba que ha sido salvada por M´Benga, que le está pasando su sangre a través de una sonda: solución arcaica de “medicina arqueológica”…
La lectura de bitácora, una vez más a cargo de La’an, nos dice que siete tripulantes de la Enterprise (más tres civiles) han perdido la vida: mientras la oímos, vemos los ataúdes dispuestos a ser lanzados hacia el espacio en una escena que nos hace acordar a algo… Mientras tanto y aprendiendo la lección de Pike, La’an remata con un “sobrevivimos” que, lejos de ser expresión egoísta, alude a que la nave lo ha hecho y, por qué no, al menos de momento, la humanidad. Gran cierre…
Balance del Episodio
Ya para esta altura temo ser exagerado, pero no tengo palabras para la serie que estamos viendo y, leyendo vuestros comentarios en cada entrega, me doy cuenta que la sensación no es solo mía. Hasta me atrevo a decir que ya no teníamos expectativas de ver en la franquicia una serie de este calibre.
Es que hemos vuelto a ver otro episodio memorable que esta vez no solo me remitió a las primeras series sino también a las películas y particularmente a la maravillosa Star Trek II: La Ira de Khan.
El problema es diferente, claro, pero el juego de gato y ratón entre las naves me trajo bastante el recuerdo, así como la sensación de que hay un enemigo imbatible del cual no se sabe cómo harán nuestros héroes para escapar. Y, casi en el final, los ataúdes cubiertos por banderas de la Federación trajeron a mi memoria el funeral de… bueno, ya saben quién: hay que respetar a quien no la haya visto…
Creo que de los cuatro episodios que hasta aquí llevamos vistos, este ha sido claramente el más terrorífico y ha contribuido a ello la acertada decisión de no mostrarnos nunca a los gorn, una de las más icónicas especies de la franquicia que, sin embargo, ha salido bien poco en ella: aquel memorable enfrentamiento tan cutre como glorioso en la serie original, alguna aparición en Star Trek: Enterprise (pero en el universo espejo, así que no califica para primer contacto) o en la serie animada, más alguna que otra mención perdida por las otras series: no mucho más…
¿Cuál es la razón de ello? Interpreto que aquel gorn es tan icónico que es muy difícil rescatar esa magia: si se le diera un aspecto similar al de los sesenta, se vería ridículo y si se lo hiciera más “realista” o creíble, tal vez no gustaría a los fans… Considerando eso, ha sido muy acertado el no mostrarlos y, además, el terror que nos transmiten es mayor al presentársenos como “enemigo invisible” con naves casi amorfas de aspecto surrealista.
Se pueden trazar paralelos con el episodio El Equilibrio del Terror (decimocuarto de la primera temporada en la serie original) en que la Enterprise se enfrentaba a un Ave de Presa romulana con dispositivo de ocultamiento sin que nadie jamás hubiera visto a los romulanos. Allí también había un juego de gato y ratón…
Como viene siendo regla, el episodio nos permitió conocer más a alguno de los personajes, en este caso La’an, cuya historia, no sé si lo han advertido, une dos de los enemigos más icónicos de la serie original y de toda la franquicia: Khan y los gorn. Pero vuelvo una vez más a quitarme el sombrero (no uso, pero si lo hiciera, me lo quitaría con gusto) ante Ethan Peck, pues en estos dos últimos episodios no lo vi a él sino a Spock. El personaje está totalmente creíble y solo estoy esperando que en algún momento comience a levantar una ceja…
Por cierto, buen punto mencionar lo de la hermana y su renuencia a hablar de ella explicaría por qué nunca le oímos hacerlo en otros productos de la franquicia. Esta serie es tan buena que hasta les soluciona los baches a otras, en este caso a Star Trek: Discovery, paradójicamente su “serie madre”.
La historia del episodio ha girado en torno a las decisiones éticas difíciles que, en este caso, han pasado mayormente por Pike, pero también a la importancia de seguir adelante y el valor de sacrificarse por el otro: Número Uno resigna su plasma para otro tripulante; M´Benga cede su sangre para salvar a Uno; el hermano de La’an entrega su vida para que ella escape; un tripulante herido no consigue llegar a la puerta y empuja a su compañero para que al menos él se salve… Es que el bienestar de uno, diría Spock, no puede anteponerse al de todos…
En fin, solo queda por decir que hemos visto otro gran episodio que, por supuesto, nos deja expectantes y entusiasmados a la espera del siguiente. ¿Quién leerá la bitácora esta vez?…
Hasta entonces y sean felices. Larga vida y prosperidad…
Rodolfo, gracias por tu reseña y apreciaciones. Me pasa, supongo que como a ti, que la estoy disfrutando como si tuviera 9 o 10 años (verano en que veía TNG a las 10 de la mañana en el orden que quería la televisora): sin saber por dónde irán ni esperando nada en concreto. Con la llegada de servicios como Netflix pude ponerme al día con todas las series y películas, solo había visto las películas de TNG y DS9 (esta en horario trasnoche, pero yo adolescente con permiso para ver tele…). Ahora, en todas las series tuve que suspender, muchas veces, el juicio sobre el libreto, el casting, detalles técnicos, para poder seguir disfrutando “quizá el capítulo que viene sea bueno”. Pero esta serie lleva 4 de 4. Ninguna, ninguna, empezó tan bien como esta. El casting me parece fenomenal, porque Mount es tan carismático como los mejores capitanes que hemos tenido pero cuando da el paso al costado todos brillan al lado de él. Y lo mismo pasa con Peck: cualquiera que tenga un diálogo con él se luce. Brillan y hacen brillar. Me encanta. Claro, los guionistas hacen lo suyo porque las líneas suman…
En fin. Me ha encantado el capítulo. Que la fusión mental revelara como se comunican para así enviarle el mensaje de que “la nave está infiltrada por humanos” justifica la salida de la Galileo. Y así con muchos detalles. Pasan “cosas” que hacen avanzar la trama y posibilitan el desarrollo de los personajes, y nunca las siento impostadas.
Conmigo que cuenten hasta el final. No me bajo de esta Enterprise hasta la temporada 15 jaja
Hola Fabián: al contrario, gracias a ti por leer y comentar. Tal cual: siempre pensé que volver a sentir aquella fascinación era para esta altura imposible, en parte porque los años no pasan en vano y la magia de origen inevitablemente se pierde; en parte porque uno mismo va creciendo y perdiendo (lamentablemente) capacidad de asombro y la ingenuidad con que se sentaba frente a un televisor. Pero me acerco a esta serie con fascinación infantil y a la vez con la experiencia de haber visto casi una docena de series en el medio y otro tanto de películas: y de ambas cosas salgo bien parado.
Pike y Spock están formando una gran dupla y los diálogos, en efecto, son brillantes y, sobre todo, muy Star Trek, que es lo importante. Cada vez que hablan me resulta creíble dentro de la franquicia. Y con respecto a la Galileo: fue emocionante… Me quedé pensando cuándo había sido la última vez que escuché decir algo parecido a “tomen la Galileo”…
Ojalá tengamos quince temporadas como dices, Fabián. Eso sí que sería larga vida y prosperidad, je… Un saludo y gracias por el aporte!
Hace mucho tiempo no me emocionaba tanto con una serie del Star Trek Universe, y eso que me he visto Picard y Discovery pero esta serie las sobrepasa, cada capítulo es mejor que el otro, los personajes, la ambientación, la trama.. hasta mi pareja que no es trekkie esta super enganchado 🙂
Hola Julieta: gracias por comentar. Me pasa lo mismo que a ti: es muy fuerte lo que esta serie me produce y a veces me entra temor de perder la objetividad, pero cuando leo los comentarios que me dejan ustedes, veo que lo mío no es exageración. Creo que es lo mejor que ha dado la franquicia en series en los últimos veinticinco años. Y qué bueno que estés sumando gente a la causa trekkie, jaja… Un saludo y muchas gracias por tu aporte!
Es cierto este episodio ha superado al resto que ya eran bastante buenos. Lo tiene todo, emoción, accion, todos los actores están geniales. Por un lado Pike, Spock y La´an, y no menos emocionante ha sido lo que ha pasado con Hemmer y Uhura. Parece que Hemmer ha abierto un poco su corazón. Por cierto he leído que el actor que lo interpreta es ciego en realidad, así que bravo por el y por darnos tan buen personaje e interpretación. Aparte el diseño de producción es muy bueno dándonos una Enterprise que se ve retro y moderna a la vez, aparte de los uniformes, la Galileo, todo esta hecho con muy respeto a la serie original.
Me quedé un poco decepcionado de no haber visto a los Gorn, pero quizá sea mejor como dices no mostrarlo ni tan cutre como en la serie original, ni tan actualizado como podrían haberlo hecho.
PD: Por la promo que he visto el episodio 5 parece que será más relajado de lo habitual. Si no hay 15 temporadas, que nos deleiten al menos con 7.
Hola Juan: gracias por comentar, como siempre, y qué bueno que tengamos sensaciones parecidas. Creo que la fusión entre emoción y acción está puesta en su justa medida: hasta ahora los episodios vienen todos redondos. No sabía que Bruce Horak fuera ciego: en efecto, apenas me lo has dicho fui a investigarlo y es el primer actor ciego que aparece en la franquicia (obviamente LeVar Burton, que interpretaba a LaForge, no lo era); buen dato.
Lo de la combinación entre retro y moderno es loable y demuestra que a veces no es necesaria una ruptura absoluta para encajar en los tiempos. Se puede actualizar sin perder esencia.
Con respecto a los gorn, por lo menos esa es mi impresión: que parte de la fuerza del episodio estuvo en que no se vieran; creo que los hizo más inquietantes y las marcas de sangre en el piso fueron estremecedoras. No sé si los irán a mantener siempre ocultos o en algún momento decidirán mostrarlos. Aquel gorn original lucía como una especie de monstruo de la laguna negra, jaja… y creo que la máscara es hoy en día propiedad de Ben Stiller.
Gracias por el aporte de siempre y será hasta la próxima Juan. Larga vida y prosperidad…
Hola Rodolfo,
He visto todo lo producido por la franquicia, productos buenos, regulares y de otra calidad. Star Trek: Strange News Worlds está en el top de calidad. A veces reveo algún capitulo de las series anteriores para contextualizar lo nuevo. Creo firmemente que el Universo Kelvin de JJ Abrams debería declararse NO CANONICO por cómo reinició la franquicia (siendo las dos primeras películas, agradables de ver). Aunque espero que en ese reinicio pueda hacer una última aparición el siempre vigente Kirk de William Shatner. Muy buena tu reseña.
Hola José: muchas gracias por comentar. Totalmente de acuerdo en que esta serie está en el top de calidad. Con respecto al Universo Kelvin, a mí en particular me gustaron las películas y es canónico solo en cierta forma porque, justamente, introduce un cambio temporal clave que es la destrucción de Vulcano. Es comparable a lo que por ejemplo hicieron las líneas Renacimiento o los Nuevos 52 en los cómics de DC después de Crisis en Tierras Infinitas. Son formas de desprenderse de lo hecho antes para que no sea tan engorroso para los guionistas el ajustarse al cánon todo el tiempo. En este caso, Star Trek Stange New Worlds no tiene ese problema porque transcurre antes de la gran mayoriá de lo que vimos.
De lo que no hay duda es de que es una enorme serie. Yo también espero alguna última aparición de Shatner en donde sea y antes de que sea tarde. Ojalá haya tiempo aunque considerando que recientemente fue al espacio y volvió en una pieza, pareciera tener cuerda para rato. Que así sea.
Muchas gracias por el valioso aporte José. Un saludo: larga vida y prosperidad…
Hola! Muy buena reseña y comentarios. Acabo de empezar la serie y casi casi que me he visto los primeros cuatro episodios de corrido…que buena que está! Soy fan de Star Trek desde los 15 que comencé a ver TNG y me encanta que estén volviendo a sacar más series, cada una de ellas diferentes y orientadas a diversos públicos, como los de una sola trama y nostalgia (aún estoy llorando por la segunda temporada de Picard, y preparando pañuelos para la tercera), acción con menos filosofía (como Discovery, la cual me quedé en la segunda temporada), para niños (interesante el primer capítulo de Prodigy), y Strange New Worlds, con capítulos autoconclusivos muy similares a los de TOS y TNG. Por mi parte pensé que ya no tendrían más ideas (teniendo en cuenta los más de 300 capítulos entre TOS, TNG, DS9 y Enterprise) pero hasta ahora me parecieron geniales estoy 4 capítulos, balanceando entre personajes nuevos y antiguos, historias nuevas pero con base a alguna situación ya vista, etc.
Espero también que lleguen a las 10 temporadas (hasta que kirk asuma el mando). Lo que me intriga es lo que pasará con los nuevos personajes, puesto que no aparecen en TOS, solo hay la posibilidad que mueran (cuidado ahí los que usan camiseta roja!) o sean reasignados supongo.
Un saludo a todos.
Hola María Isabel: gracias por comentar y también por el concepto. Bienvenida a Star Trek Strange New Worlds, que me alegra saber que estés disfrutando porque es maravillosa y fascinante. En efecto y tal como dices, ahora hay Star Trek para todos los gustos; el universo se ha ampliado y las propuestas diversificado tanto, que ya no hay un único público trekkie, así que me parece bien que se pueda responder a la demanda de todos y, en general, disfruto de todas las propuestas, unas más, otras menos, pero hay que decir que esta serie en particular es superlativa: quizás la que internamente esperábamos pero a la vez pensábamos ya no ver.
Considerando que las misiones de la Enterprise duran cinco años, supongo que la mayoría de la tripulación será reasignada en algún momento, puesto que sabemos que, de aquella primera tripulación de Pike en el episodio piloto de la serie original, terminará quedando solo Spock. Pero ha sido buena idea la de ir introduciendo a algún personaje en condición de cadete, como el caso de Uhura. Se me ocurre que en próximas temporadas podemos tener noticias de otros: por suerte la serie se toma su tiempo para ir presentando y desarrollando personajes y, a la larga, no deja nada librado al azar, por lo menos en lo que hasta aquí vemos.
Sería genial que la serie terminara con Pike entregando el mando a Kirk, pero el futuro de Pike es incierto desde el momento en que sabemos que terminará seriamente herido y quemado, cosa que, según vemos, él ya sabe. No sé cómo resolverán ese asunto cuando llegue el momento pero de momento espero que podamos disfrutar las temporadas que nos vayan a dar y que, como tú dices, sean unas cuantas.
Gracias por el valioso aporte. Larga vida y prosperidad!
Me queda una duda…el accidente de Pike es antes de entregar el mando a kirk, o es ya después? No recuerdo si lo mencionan el capítulo de TOS donde aparece. Por cierto, por ahí leí que kirk (el capitán) aparecerá en la segunda temporada…sabes si es confirmado?
Hola nuevamente! El accidente de Pike es todavía siendo capitán de la Enterprise porque, de hecho, es Spock quien le salva la vida aunque queda con la cara quemada. Tal como lo entiendo, es después de su salida que se hace cargo Kirk. Ignoro si lo introducirán en la segunda temporada, pero supongo que si en esta lo han introducido a Samuel, no sería raro que fuera para hacerle de puente.
Larga vida y prosperidad !!