Una de las grandes series de ciencia ficción de todos los tiempos está de vuelta y como no podía ser de otra manera, aquí estamos para analizar el primer episodio de esta sexta y última temporada. The Expanse es emitida por Prime Video y está basada en la saga de novelas de James S.A. Corey.
¡Hola nuevamente! Qué bueno reencontrarnos y más aún que el motivo sea The Expanse, para mí la mejor serie de ciencia ficción en lo que lleva el siglo. Nos produce, desde ya, un dejo de tristeza saber que ya no habrá séptima temporada y que el recorrido finaliza en cinco episodios más, pero, hay que tener en cuenta que los libros dan un salto temporal de treinta años a partir del séptimo y se hace muy difícil entonces pensar en una séptima temporada continuar con otros actores o personajes, así como envejecer a estos.
Pasemos ya mismo a analizar este regreso con más clima que vértigo y que lleva por título Extraños Perros. Cumplo en advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA y en recordarles que pueden ver aquí nuestros análisis anteriores, a cargo de mi compañero Álvaro las tres primeras temporadas y de quien suscribe las tres últimas.
Hogar
En el inicio, una niña jugando con la fauna local en un planeta que, comprobamos luego, es Laconia, mundo desde el cual se está tramando la ofensiva final al otro lado del anillo. Al sobresaltarse las aves, corre a protegerlas mientras la cámara se eleva y nos muestra en el espacio una de las inmensas estructuras en forma de nave que habíamos visto al final de la temporada anterior. No sabemos demasiado qué pasa allí, aunque supongo que volveremos en algún momento…
La trama nos lleva a la Tierra y a los efectos devastadores de los asteroides arrojados por Marco Inaros (Keon Alexander). Avasarala (Shohreh Agdashloo) es informada de que la gran mayoría han sido interceptados y destruidos, pero se niega a ver en ello una victoria: los efectos de los elementos contaminantes son semejantes a los de un invierno nuclear en algunas regiones del planeta y, en definitiva, Inaros está logrando su objetivo, que es tener a las fuerzas de la ONU entretenidas.
Por cierto, él está en Ceres, que ha quedado bajo control de la Armada Libre y lleva destino de convertirse en capital y centro de su movimiento, llamándolo incluso hogar en un encendido discurso que lo muestra cada vez más mesiánico y desquiciado. Al igual que Avasarala, tampoco está a gusto con los informes que recibe: por más naves de la ONU que destruyan, sabe y le irrita que aún no hayan logrado dar con Camina Drummer (Cara Gee), quien le ha traicionado y está al frente de la Tynan.
Problemas en Ceres
Un personaje de los libros que aún no había aparecido en la serie era Rosenfeld Guoliang (Kathleen Robertson): la vemos iniciar su andadura en esta sexta temporada como prácticamente segunda al mando detrás de Inaros. No comparte su idea en cuanto a Ceres y es partícipe, en cambio, de dejar de destinarle recursos y darle más bien un lugar central a la estación Medina (en los libros a cargo de alguien muy allegado a ella, pero no diré más).
Mientras que Marco se ve bastante convencido, su hijo Filip (Jasai Chase Owens) es enemigo de la idea, pero su opinión no parece pesar mucho, ya sea por el recelo de su padre o por sus propias actitudes: se le ve poco afecto a las reuniones de guerra y más bien entregado a los placeres libertinos y el sexo fácil, valiéndose de su posición por ser hijo de Inaros.
Sin embargo, pareciera a la vez estar invadido por sentimientos contradictorios y, muy posiblemente, algunas culpas. Cuando la muchacha del bar se niega a tener sexo con él, lo ve como una afrenta a su jerarquía y la ataca con violencia. Su amigo Joan, consciente de que está fuera de sus cabales, intenta detenerlo, pero solo le sirve para recibir un disparo en el abdomen.
Familia Rota
En el espacio, la Tynan se halla en fuga y tratando de llegar a alguna estación para reabastecerse de armas y combustible. Camina nota que su oficial Michio (Vanessa Smythe) viene cometiendo errores, uno de los cuales costó la pérdida de una nave y otro puso en riesgo a la propia Tynan.
Josep (Samer Salem), quien, además de ser amante de Camina, se ha convertido en su segundo, es de la idea de que hay que alejarla de su puesto, pero a Drummer le pesa mucho la relación familiar. Con dolor, termina accediendo y aun cuando, entre lágimas, Michio le ruegue que no la aleje de ella, la decisión está tomada y se le informa que será solo por un tiempo hasta que todo termine, frase que repite como si previera el peor final.
Cacería de Asteroides
En el espacio, la Rocinante está ocupada en destruir asteroides y los tripulantes vuelven a ser cuatro, ya que Amos (Wes Chatham) ha sumado a Clarissa (Nadine Nicole) tras rescatarla de Baltimore: una incorporación que no es del agrado de Naomi , quien, recelosa, les ve trabajar como dupla y le recrimina a él querer reemplazar a Alex. No es lo único con que se la ve incómoda: dice que el encuentro con Marco hizo resurgir la violencia en su interior, pero no termina de decidir si lo que más conflicto le crea es eso o el estar usando justamente esa violencia contra su propia gente. Vaya: ¿está en dudas ahora?
A través de un dron, descubren que hay ciertos dispositivos en los asteroides y al saltar Holden (Steven Strait) hacia uno de ellos, confirma que se trata de impulsores. Mete mano en los circuitos pero está claro que el artefacto está programado contra tal eventualidad, así que solo consigue acelerarlo y dejarlo al borde de una explosión que logra detener a golpes de martillo: método poco ortodoxo si los hay, pero que por lo menos nos salvó del temido “cable rojo, cable azul”. Confieso que tenía terror, pero por suerte ni se mencionó…
Rastreando la señal que reciben los impulsores, logran determinar que proviene de una nave-guía en trayectoria orbital. Informan al respecto a Avasarala, quien aprueba ir en su búsqueda. Según le dice a Bobbie Draper (Frankie Adams), es necesario un golpe clave que recupere la confianza de la gente. Cuando Bobbie le pregunta si tiene algo en mente, responde que sí…
Balance del Episodio
No fue, digamos, un episodio de acción sino más bien de introducción a la sexta temporada. Sin embargo, por lo menos a mí, no se me hizo aburrido en ningún momento y la sensación es que se viene algo realmente grande para concluir la serie.
El título de la entrega es un completo misterio, o casi, ya que la niña del principio encuentra entre la floresta un animal extraño al cual, en tren de clasificar, compara con un perro. No sabemos hasta qué punto esa escena inicial puede esconder algo trascendente para la trama pero, si tenemos en cuenta que abrió la temporada y da título al episodio, es porque hay algo importante en Laconia que aún no se nos cuenta.
Se advierten una serie de divisiones internas que habrá que ver a qué llevan. En Ceres, está recrudeciendo el conflicto entre Marco y Filip: ¿terminará este último jugándole en contra a su propio padre? Otro tanto puede decirse en la Rocinante, donde Naomi es ahora un enigma: está claro que no quiere a Clarissa en la nave y no se trata solo de que esté allí como reemplazo del fallecido Alex, sino que, además, fueron enemigas en el pasado. Por último, a bordo de la Tynan, la familia del poliamor se está claramente agrietando.
No hemos tenido noticias de los marcianos a los que justamente habíamos visto desvanecerse al cruzar el anillo. ¿Se mantiene la alianza o Inaros los habrá considerado prescindibles? Llama la atención que ni siquiera se los haya mencionado. Y ya que hablamos de marcianos, no sé ustedes, pero a mí me gustaría ver a Bobbie a bordo de la Rocinante, en donde, se me ocurre, sería más útil que junto a Avasarala. Habrá que dejar que la historia corra…
Un punto más a destacar que ya no es novedad: sobresalientes las escenas espaciales, sobre todo el salto de Holden hacia el asteroide, como también las muy logradas de gravedad cero en el interior de las naves. Y la música de Clinton Shorter, que siempre aporta lo suyo.
De momento hemos tenido un buen inicio: intrigante y prometedor. Veremos si la promesa se confirma con la entrega siguiente.
Hasta entonces y sean felices…