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Análisis de The Undoing. Capítulo 2

Muy buenas. Bienvenidos y bienvenidas al análisis del capítulo 2 de The Undoing. Serie dirigida por Susanne Bier y escrita y producida por David E. Kelley. Con esos mimbres y con un cliffhanger de campeonato al final del primer capítulo, solo podíamos esperar que se armase la de Dios es Cristo.  Sin más dilación vámonos del tirón a desmenuzar todo lo que ha sucedido en los 48 minutos que ha durado el capítulo y aprovechados al 100%.

La idílica vida de Grace Fraser se desmorona de la noche a la mañana.

Ya lo decía en el capítulo anterior. Grace lleva una vida de aparente tranquilidad. Un matrimonio de clase alta con más ocupaciones fuera del trabajo que en el propio trabajo. Sobre todo ella, metida junto a sus amigas en actividades que financien el costoso colegio privado donde estudia su hijo Henry. Un colegio que sale adelante a través de subastas organizadas por las madres de los alumnos, y por suntuosas galas benéficas a las que acuden la jet set.

Pero esa noche descubre que su marido no está, y que Elena ha sido asesinada. Tras hacer varias pesquisas, descubre que su marido hace meses que no trabaja en el Prince-Norbury Memorial Hospital. La escena en que el amigo doctor le dice que no puede contarle nada, como si estuvieran observándole, me ha dejado totalmente descolocado. ¿Es una absurdez del guion? ¿De verdad no podía ayudar a una amiga que busca a su desaparecido esposo? Me pareció una escena confusa. Por un momento temí que Grace estuviese en The Game, de David Fincher.

Luego tenemos a la pareja de detectives que ya me llamaron la atención en el anterior capítulo. Son muy peculiares. Incluso me atrevería a decir que un poco lerdos, ¿no? A ver, os cuento. El detective Mendoza (Edgar Ramírez) además de tener menos empatía que una señal de tráfico, se lleva a una sala mohosa a una mujer que no ha hecho nada a priori y allí, rodeada de cámaras y sin abogado presente, la hostiga a base de preguntas sin sentido.

Preguntas que van en dirección de que ella sabe todo lo que ha sucedido todo este tiempo con su marido. Y vaya preguntas ¿Sabe por qué despidieron a su marido? Vamos a ver chaval detective, si ella supiese que han despedido a su marido ¿no sabría por qué? Además que no tiene sentido la formulación de la pregunta si ella no supiese nada del despido. En fin, me pareció una escena poco o nada coherente. Máxime cuando después lo vemos al detective mucho más empático en el registro.

the undoing

Siguiendo con la escena del interrogatorio, hay que decir que nos deja las mejores revelaciones del capítulo. El detective le cuenta que tres acciones disciplinarias llevaron al despido de Jonathan después de un contacto inadecuado con la madre de un paciente. ¿Y quién es esa madre? Evidentemente Elena Alves, cuyo hijo, Miguel, fue tratado por Jonathan, y ojo porque la hija de Elena podría ser producto de una noche de pasión desbordada del oncólogo con la sensual y perturbadora madre del paciente, Ahí lo llevas, Grace. Vaya diita el tuyo, ¿eh? Seguro que cuando te despertastes por la mañana no lo viste venir.

La aparición de Jonathan.

Y acabamos el capítulo con una mansión en la playa en la que vive un fantasma. Era obvio que este matrimonio era del taco, pero córcholis, menuda segunda vivienda se gastan. ¿Pedazo de casa a pie de playa? Digo. Tienen que ser la envidia del barrio. Y decía que habita un fantasma porque a lo largo de las escenas que transcurren allí, vemos una figura en el piso superior y escuchamos algunos golpes. Luego nos damos cuenta que el fantasma no es otro que el infiel marido Jonathan.

Hay que decir que el encuentro entre ambos es soberbio, en pocos minutos se dicen muchas cosas. Él se disculpa aduciendo que Elena la sedujo (así tal cual oye). El cayó en sus encantos y a partir de entonces le hizo la vida imposible con despido incluido. Pero también dice que, de ser un cabrón que le pone los cuernos a su mujer, a matar a su amante, hay un trecho muy grande.

Pero sus rápidas y tartamudeantes explicaciones (genial Hugh Grant en esta escena, todo hay que decirlo) caen en saco roto ante la furia y mirada helada de Nicole Kidman, que enojada le dice “Te di toda mi vida”, recordando que esa noche que Elena murió brutalmente asesinada, él fue a la cama de Grace y mantuvieron relaciones. Mientras Jonathan abraza desconsolado y asustado a su hijo, ella llama a la policía.

the undoing

Consideraciones finales.

Por lo que nos han hecho ver hasta ahora, Jonathan es un mujeriego y un manipulador. Pero ¿Eso le convierte en un asesino? Aquí empiezan las dudas. Si él no ha sido. ¿Qué otras piezas del tablero se nos han mostrado?

Si él no ha sido, seguramente que el asesino o asesina ha salido ya pero de momento no soy capaz de vislumbrar quien puede ser (estáis aviados de que juguemos al zigurat y descubrir quién es el asesino, soy muy torpe para eso y no lo voy a ver venir, tenedlo por seguro). Dicho esto voy a poner un nombre en el tablero. La querida amiga Sylvia. Algo pinta mal en esa chiquilla, no insinúo que sea la asesina, pero trigo limpio no es.

Otra cosa, esto es una gracia de un tieso (que no tiene un euro) como yo. Pero me hace gracia ver que hace tres meses que despiden a Jonathan, y Grace económicamente no se de cuenta. Con esas dos casas y ese caro nivel de vida, y ella que no se da cuenta de nada. Sigue con el sueño americano. Living la vida loca. Yo un mes me veo sin un duro, y me tengo que ir al puente.

El capítulo, fiel al esquema de este tipo de producciones, nos deja más preguntas que respuestas, obviamente. Sin duda alguna toca esperar a ver qué se nos viene en venideros capítulos. De todas formas en comentarios podéis dejar el nombre del asesino o asesina, a ver si os suena la flauta.

Esta semana he leído que la canción de la intro está cantada por Nicole Kidman. Os dejo nuevamente con ella.

Un saludo y sed felices.

Carlos María Porras Castaños
Carlos María Porras Castañoshttps://despojosdelahistoria.wordpress.com/
Community manager, Historiador y documentalista, apasionado del cine, las series, la lectura y el fútbol... en definitiva de las cosas que nos hacen felices.
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