Con su segunda temporada, ha vuelto The Walking Dead: Daryl Dixon, la serie que, creada por David Zabel y emitida por AMC+, sigue a Daryl en Francia y ahora también (aunque aún no se hayan reencontrado) con la incorporación de Carol Peletier compartiendo protagonismo, al punto que la temporada lleva por subtítulo El Libro de Carol. Analizamos lo que nos ha dejado el primer capítulo…
Bienvenidos otra vez, caminantes y sobrevivientes del apocalipsis. Casi un año ha pasado desde que analizáramos el final de la primera temporada de The Walking Dead: Daryl Dixon y aquí estamos para desbrozar la primera entrega de una segunda temporada en la cual se aprecia de inicio que el protagonismo será mucho más compartido. Si no había ocurrido en la primera, fue por la imposibilidad de conciliar tiempos con Melissa McBride, pero está claro que eso cambia y, de hecho, ha sido no solo este el primer episodio de la serie que no ha tenido a Daryl como personaje principal, sino también el primero que transcurre en su mayoría en Estados Unidos.
Por cierto, toda la temporada está filmada en Francia, lo cual significa que los escenarios americanos debieron ser recreados allí y hay que decir que las localizaciones están muy bien elegidas porque no se nota la diferencia. Pero pasemos a ver qué nos ha dejado este primer episodio que, con dirección de Greg Nicotero y volviendo a la norma de los títulos en francés, se denomina La Gentillesse des Étrangers (La Amabilidad de los Extraños). Advierto desde ya que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA e invito a echar ojo a nuestros análisis previos, tanto de esta como de las otras series de la franquicia.
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Emboscada
Comenzamos en Francia y específicamente en la costa en que habíamos dejado a Daryl (Norman Reedus) perdiendo su barco y a Laurent (Louis Puech Scigliuzzi) rodeado de caminantes. Contrariamente a lo que yo había pensado, estos atacan al niño, aunque no podemos saber si realmente son capaces de morderlo porque Daryl da cuenta de todos y cada uno con un aparejo de pesca y un arpón.
En la Unión de la Esperanza están agradecidos de que haya salvado a su mesías, pero él ha perdido su barco y pide permanecer allí hasta que llegue el próximo en algunas semanas. Siéndole ello concedido, Daryl se aboca a entrenar a Laurent en técnicas de lucha contra caminantes, algo sobre lo que Losang (Joel de la Fuente) le llama la atención por preferir que el niño reciba preparación en disciplinas más pacíficas y filosóficas. Daryl dice que él siempre prefiere dar el primer puñetazo y Losang objeta que él prefiere dar el último, es decir mantenerse a la defensiva hasta que llegue el momento de atacar.
Isabelle (Clémence Poésy) intenta por su parte convencer a Daryl de que se quede. Él le pregunta a ella si cree que podría ser feliz allí y le responde que sí, aunque no se ve muy convencida.
Como rubricando esa duda, en la Unión de la Esperanza están hablando de cierta ceremonia que pareciera involucrar al niño y Losang dice que aún no es el momento. Se nos llena la cabeza de interrogantes…
Llegan malas noticias desde París: los de Genet (Anne Charrier) han caído en la sede de la Unión de la Esperanza y tomado como prisioneros a Fillou y Emile. Daryl se une a un grupo de milicianos para interceptar el convoy en que los llevan, pero el detonador falla y no hay más remedio que empezar a los tiros. Tras rescatar a los cautivos del camión, Daryl se encuentra cara a cara con Genet y está a punto de liquidarla, pero resulta que el detonador que habían colocado actúa con delay y una explosión a sus espaldas provoca la distracción suficiente para que la líder de El Poder de los Vivos termine escapando.
Volando Alto
Vueltos a América, nos habíamos quedado al cierre de la temporada anterior con Carol deshaciéndose de su atacante, dejándole en un maletero y recuperando la moto de Daryl. En el depósito de chatarra cercano se presenta como amiga del sujeto y pide ayuda con un problema de transmisión. Quienes allí trabajan alegan no saber de motos y Carol pregunta entonces por el propietario anterior, de quien le confirman que se llamaba Dixon y lo definen como un imbécil, pero no le dicen dónde está o adónde fue.
Carol se cansa y pasa a la acción: ballesta en mano, hiere a uno en el pie, le rompe la nariz a otro y en el entrevero una flecha le inutiliza un neumático de la motocicleta. El cambio de estrategia funciona: le cuentan que Dixon se embarcó a Francia en el único barco que vieron en meses y que solo hay un astillero en las cercanías.
Tomando entonces “prestado” un auto y tras anoticiarles de que su amigo tiene más o menos una hora de aire en el maletero de un Dodge en las cercanías, parte en el vehículo en busca del astillero, pero se encuentra con que allí todos los barcos lucen desvencijados e inutilizables.
Llama su atención ver en lo alto un avión liviano, lo cual, unido a la irritación que le produce una cinta de meditación que no logra quitar del estéreo del auto, acaba haciendo que se lleve por delante un caminante y rompiendo radiador (función en la cual definitivamente los zombies han reemplazado a los perros en el mundo postapocalíptico).
Siguiendo el avión, logra llegar a una vivienda rural con un granero y se ve súbitamente asaltada por una terrible visión de su hija Sophie saliendo del mismo como zombie, tal como la viera salir del granero de Hershel en la segunda temporada de la serie principal (episodio 7) y luego de buscarla por semanas.
La propiedad se halla perimetrada y con sistemas de seguridad, lo cual hace que Carol termine atrapada. Un sujeto llamado Ash es quien vive allí y, aunque desconfía en primera instancia apuntándola con un rifle, accede finalmente a auxiliarla y darle momentáneo refugio.
El hombre tiene muchas plantas, un sistema de energía que cada tanto falla y, por supuesto, un avión que, habiéndolo encontrado abandonado, ha restaurado y puesto a volar como homenaje a Avi, su pequeño hijo de siete años que amaba los aviones. Cuando uno ve las cosas desde arriba, dice, tiene por un momento la sensación de que el mundo sigue siendo el mismo…
Cuando Carol le pregunta dónde podría reparar el auto, Ash se ofrece a sobrevolar la zona en busca de las piezas que necesita, pero apenas este se marcha hay un fallo eléctrico y, en lugar de reiniciar el sistema, Carol aprovecha para fisgonear en el granero. No se sabe bien qué busca, pero está claro que los graneros tienen para ella un significado especial desde aquel fatídico día…
Adentro hay lo que parece un vivero y también, tristemente, la tumba de Avi, con foto recordatoria y juguetes que le habrán pertenecido en vida. Lágrimas ruedan por las mejillas de Carol cuando una cajita de música ejecuta la canción You are my Sunshine que, en otro guiño a la serie principal, es la misma que alguna vez cantara Carl Grimes cuando Negan le obligara a entonar una canción (temporada 7, episodio 7).
Pero el desperfecto eléctrico ha hecho saltar la seguridad del perímetro y los caminantes están entrando en masa, lo que hace que pronto Carol se encuentre rodeada y solo el oportuno regreso de Ash le salve la vida. Él está disgustado y ella busca justificar su curiosidad con una mentira: que necesita llegar a Francia porque su esposo Ed y su hija Sophie estaban allí al momento del apocalipsis, así que vio el avión como buena opción.
No aclares que oscurece, Carol: él se disgusta todavía más de que le haya engañado y le conmina a marcharse. Arrepentido, sin embargo, la alcanza instantes después en la camioneta para decirle que va a ayudarla…
Es evidente que la falsa historia de Carol le ha pegado duro por relacionarla con la muerte de su hijo, de la cual se culpa por no haberle cuidado. Y el rostro de Carol no revela menos culpa por seguirle mintiendo y, ahora además, extorsionarle emocionalmente: su único motivo para querer ir a Francia es Daryl. Habrá que ver cómo reacciona Ash cuando sepa que es así…
Con parada prevista en Groenlandia, programan pues un cruce del Atlántico a lo Lindbergh. Él dice tener almacenado el suficiente combustible para lograrlo y está dispuesto a dejar todo atrás, incluso la tumba de su hijo. Pero una tormenta eléctrica y un nuevo desperfecto obligan a acelerar planes. La reserva de combustible estalla (vaya mala suerte) y una horda de zombies se acerca desde el bosque como salida de un filme de Romero, por lo que no queda otra posibilidad que subirse al avión y huir.
Un zombie ataca a Carol y ella lo arroja contra una de las hélices, siendo despedazado por las palas. Ya con ambos a bordo, parten hacia levante mientras el Sol va despuntando y anunciando quizás un nuevo comienzo…
Balance del Episodio
Buena entrega. Me ha gustado. Quizás no con la fuerza que uno esperaría de un inicio de temporada, pero sí con un tono introspectivo y nostálgico que ha ahondado de manera especial en los recuerdos de Carol. Por cierto, la escena en que ve a Sophie salir del granero tiene un fuerte impacto para los fans y no es mero flashback de la serie principal, sino que está vuelta a filmar y de manera impecable.
Está claro que Carol tendrá en esta temporada el papel protagónico compartido con Daryl que, en su momento y por problemas de agenda, no tuviera en la primera. Melissa McBride ha entregado una actuación acorde a la capacidad que le conocemos, con un personaje que se vuelve cada vez más gris en la medida en que va renunciando a códigos. El modo en que ha manipulado a Ash con la inventada historia de su hija en Francia es perfecta muestra y habrá que ver cómo sobrelleva la situación cuando él sepa la verdad. Por cierto, interesante personaje también Ash y buena actuación la de Manish Dayal.
¿Se viene triángulo? ¿Triángulo de cuatro tal vez? Daryl pareciera tener también algún sentimiento especial por Isabelle y da impresión de ser mutuo. Sumándose Carol y Ash, no hay modo de saber para dónde podrá ir esa historia, aunque antes de eso habrá que ver cómo se las apañan estos últimos con su viaje transatlántico, que no pinta fácil y me despierta mucha intriga Groenlandia. ¿Habrá caminantes también allí? La lógica es que sí, pero me gustaría saber cómo son…
En cuanto a la trama de Daryl en Francia, que en este capítulo ha pasado por primera vez a segundo plano, comienza a verse turbia. ¿Qué es eso de la ceremonia y a qué se refiere Losang con el tipo de educación que quiere dar a Laurent? Y lo que dice con respecto al último puñetazo es también bastante sugerente. Quizás la Unión de la Esperanza acabe siendo otro caso más de comunidad que se ve simpática al principio, pero muestra su real cara después: esperemos que no caigan en lo que ya es lugar común…
En definitiva, repito, un buen capítulo de inicio y, con la incorporación de Carol, una historia que promete complejizarse. Es cierto que hemos tenido algunos deus ex machina como el fortuito encuentro de un avión o que la mala suerte sea tanta que el depósito de combustible estalle justo antes de emprender el viaje, pero sin deus ex machina no sería The Walking Dead…
A ver qué nos depara el próximo episodio, que pinta interesante. Hasta entonces y sean felices…







