Ya vamos por la tercera semana desde que volviera esta octava temporada de The Walking Dead con la guerra bajo el brazo. ¿Ha habido guerra? Pues sí y ya llevamos 3 episodios en los que el enfrentamiento entre los hombres de Negan y Rick están en pleno combate. Sin embargo, este capítulo cierra ese primer encuentro y supone unos 40 minutos algo insípidos, con pocos momentos relevantes y los que hay, se dejan muy en el aire. Vamos a ello.
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Morales no more
El capítulo anterior acabó con el cliffhanger más poco preciso de lo que llevamos de serie diría yo. ¿El problema? Este momento supuso la vuelta de uno de los personajes más olvidados de la ficción, no por su poca relevancia (que también), sino porque lo vimos en la primera temporada y no supimos de él hasta esta. Hablamos del bueno (o no tan bueno) de Morales. No voy a introducirle porque ya lo hice en el análisis anterior, pero su relación con Rick fue escasa a pesar de que este último intente apelar a los sentimientos para que deje de apuntarle.
El momento se resuelve de una manera inesperada, no porque su muerte no se viera venir (que olía a lo lejos) sino porque el cliffhanger del episodio anterior supuso la vuelta de Morales y este su final. Ya está, se acabó Morales. Su paso por esta octava temporada supone que Rick se de cuenta de que el sheriff que conoció a Morales en la primera temporada ya no está. Lo siento Morales pero eso ya lo ha descubierto Rick por su cuenta.
Jesús vs Morgan
Este episodio cierra arcos argumentales del episodio anterior y, por lo menos este, deja la posibilidad de otro enfrentamiento más adelante por el qué deben hacer y qué no los “buenos” sobre los “malos”.
Jesús tiene a Tara y a Morgan en su contra debido a su decisión de no matar a los soldados de Negan. Apela por la paz en un mundo que está lejos de ella y permíteme que te diga Jesús, escasas horas antes uno de esos soldados casi te mata por poner la otra mejilla. Pero bueno, él sigue con su idea de llevarlos prisioneros porque tendrán que convivir con ellos cuando todo esto acabe, si acaba. El pensamiento de nobel de la paz le lleva a un enfrentamiento directo con Morgan.
La pelea se produce sin más miramientos entre Jesús y Morgan poseído por el espíritu de John Wick, esto último es verdad porque según parece éste entra en un estado de violencia que le cega momentáneamente. Sigo diciendo que no es broma porque eso parece dejar entrever el comportamiento errático del personaje al darse cuenta de que le falta nada para atravesar a su amigo con el palo.
Esta actuación solidaria por parte de Jesús se topa con la realidad al llegar a Hilltop. Escena que va precedida por la llegada de Gregory al lugar que no comentaré por su alto nivel de estupidez. Maggie defiende que el enclave no es capaz de albergar a estos prisioneros y Jesús se topa con la decisión de “no podemos matarlos, pero tampoco dejarlos sueltos“. Bienvenido Jesús a la guerra, las decisiones siempre son duras pero en una situación así hay que pensar por tu seguridad y la de tus compañeros.
El rey ha hablado y quiere guerra sin miramientos
Otro de los grupos que el capítulo anterior comenzó esta “guerra relámpago” fue el comandado por Ezquiel y Carol. Estos llevan dos capítulos corriendo sin un rumbo fijo a pesar de que el guion nos quiera hacer ver que sí con esas charlas inspiradoras y esos planes simplones.
Tras matar al que dio la alarma al resto de bases de Negan, Ezquiel no se retira y decide cargar contra todas sus fuerzas contra ellas en un ataque que me gusta calificar como stealth is an option. La expresión viene porque lo que empezó como un ataque sigiloso y premeditado ahora es una lluvia de balas, y sino que se lo digan al grupo de Aaron que lleva soltando balas desde el principio del capítulo anterior.
Sin embargo, mientras Rick y Daryl se percatan de que las armas que quieren recuperar no se encuentran en el edificio que están inspeccionando, Ezequiel y su grupo se topa con ellas de frente y tras una lluvia de balas de una ametralladora pesada, se sucede el cliffhanger del episodio.
La acción mal llevada
Antes de acabar el análisis, quería hablar sobre un aspecto recurrente en estos tres episodios y que gira en torno a la mala ejecución de las escenas de acción. Teniendo como base la pelea de secundarios más tonta e intrascendente del grupo de Aaron, las otras que han tenido lugar en este comienzo de temporada no han salido bien paradas tampoco, pero al menos han sido interesantes.
Solo llevamos tres episodios y parece que el primer enfrentamiento “grande” ha acabado, pero el equipo de la serie debería replantearse seriamente qué quieren hacer con la acción y a dónde la quieren llevar, porque excepto los enfrentamientos de “uno versus el mundo” como los que protagonizan Daryl y Rick en este episodio y que entiendo que sea confuso por el momento, el resto de ellos son lluvias de balas, cambios de cámara, escenas cortas y mal ejecutadas que no le hacen ningún bien. Por otro lado, esta temporada se ha predispuesto a dejar a los zombis de lado y estos combates se van a suceder muy a menudo, pero si también tenemos peleas cuerpo a cuerpo como la que llevan a cabo Morgan y Jesús, apañados vamos.
Con todo esto me despido hasta la semana que viene. Un saludo y sed felices.