El terror cósmico y la ciencia ficción clásica se fusionan en Ascensión, una fascinante novela del joven autor de ficción especulativa, Nicholas Binge. Ganador del Premio Proverse de Literatura en Hong Kong, Binge impacta con esta obra que combina elementos de la narrativa Lovecraftiana con la física teórica, presentando dilemas intrigantes como la vida después de la muerte, la libertad del ser humano, la naturaleza cíclica del tiempo, el origen de la humanidad y el propósito mismo de la existencia.
“Ascensión” se esfuerza por unir las grandes ideas que caracterizan al género de la ciencia ficción sin descuidar la construcción de un grupo de personajes interesantes y sus dramas personales, logrando este objetivo solo parcialmente. Se convierte en un ejercicio entretenido e interesante, aunque quizás no completamente redondo.
LA MONTAÑA SAGRADA
La novela se presenta en un estilo epistolar intrigante, narrada a través de las cartas escritas por el físico Harold Tunmore, desaparecido durante más de 30 años que es encontrado durante la década de los 90 ingresado en un manicomio. Harold, que parece haber perdido la noción del tiempo y su flujo, le pide a su hermano Ben, antes de inmolarse, que nunca haga públicas las cartas que escribió durante su ausencia, en las cuales narra su periplo en una expedición hacia una montaña aparentemente imposible que surgió misteriosamente en medio del Océano Pacífico. Sus últimas palabras, “si descubriéramos lo que somos…, si alguien descubriera…”, establecen perfectamente el tono del relato.
Reclutado por la sociedad secreta Apolo, Harry se une a un ecléctico grupo de científicos y exploradores (que recuerdan mucho al grupo de una partida de rol) para escalar la estructura, que supera con creces la altura del monte Everest, en busca de respuestas. Durante su travesía, se toparán con biología inexplicable, pliegues en el espacio-tiempo, percepciones extrasensoriales y, por supuesto, monstruos tentaculares. Hasta aquí puedo contar sin adentrarme realmente en el terreno de los spoilers. Para aquellos más interesados en el aspecto de la ciencia ficción que en el terror cósmico, es importante destacar que el autor busca un equilibrio adecuado, explorando también temas de espiritualidad y trascendencia, en un tono similar al de “Interstellar” de Christopher Nolan.
ASCENSIÓN Y TRASCENDENCIA
La narrativa nos presenta un diverso grupo de personajes con múltiples dimensiones, aunque se enfoca principalmente en Harold y su exesposa y compañera de exploración, Naoko Tanaka, sobreviviente de un grupo previo de exploradores. La comparación con la narrativa de Nolan no es casual, ya que, al igual que el aclamado director, el autor de la novela nos presenta varias líneas temporales entrelazadas, en las cuales nuestro protagonista revisita un traumático pasado.
Siguiendo la línea de Nolan, también encontramos al personaje antagónico, que representa la otra cara de la moneda de nuestro protagonista. En este caso, el alpinista Bettan sobresale como el personaje más destacado de la novela y complementa la narrativa de manera excepcional, sirviendo como un contrapunto perfecto al imperfecto Harold y fortaleciendo la trama de manera magistral.
En última instancia, “Ascensión” se asemeja a otras historias que hemos disfrutado anteriormente. “En las Montañas de la Locura” de Lovecraft y, especialmente, “Prometheus” de Ridley Scott vienen a la mente. Aunque no alcanza el mismo nivel, al igual que esta entrega de la saga del Xenomorfo, “Ascensión” a veces peca de dejar demasiados elementos de la historia a la imaginación del lector.
Dicho esto, la ventaja del formato literario radica en su expansividad, lo que nos permite intuir que, para Binge, las ideas en sí no son tan cruciales como el mensaje fundamental de la narración. El relato de Sísifo se menciona varias veces, “La Tempestad” de Shakespeare e “Invictus” de William Henley coronan la narración. La montaña se compara con el Monte Olimpo o el Sinaí. En última instancia, lo que plantea es la búsqueda de la trascendencia y el inquebrantable espíritu humano, ofreciendo una lectura con un matiz más esperanzador o sombrío, según lo interprete el propio lector.
En conclusión, “Ascensión” es una novela que resultará interesante para los seguidores de la ciencia ficción y el terror cósmico. Intenta abordar la debilidad común del género especulativo al desarrollar personajes relativamente sólidos, aunque sus ideas serán innegablemente derivativas para los aficionados. A pesar de ello, presenta temas intrigantes y alentadores sobre la trascendencia del ser, la naturaleza del tiempo y el destino de la humanidad, sin olvidar la importancia de nuestras efímeras vidas. Es una lectura recomendable, aunque con algunos cabos sueltos, que resulta entretenida e interesante.
