Seguro que muchos ya conocen las típicas películas que se suelen recomendar para el 14 de febrero, día de San Valentín. Sin embargo, si estás harto de que sigan reponiendo Pretty Woman en la televisión, quédate con nosotros para disfrutar de cinco alternativas que visionar junto a tu pareja, tus amigos, o simplemente como burla irónica hacia esta festividad. Y no hay monstruo más burlón y transgresor que los zombis: desde que George Romero utilizara a su criatura para criticar el consumismo en la magnífica Zombi (1978), la sátira ha estado asociada a estos cadáveres que el éxito de series como The Walking Dead demuestra que siguen muy vivos. Pocas celebraciones hay más consumistas que San Valentín, así que coge las palomitas y disfruta de estos cinco largometrajes repletos de vísceras entre las que quizás haya algún que otro corazón.
Tu madre se ha comido a mi perro (1992)
Damos comienzo a esta lista con una de las primeras películas del cineasta Peter Jackson, que luego obtendría fama mundial por El señor de los anillos. Es la culminación de una hornada de cintas gore que incluye su ópera prima Mal gusto y la infravalorada El delirante mundo de los Feebles. A pesar de un presupuesto algo mayor de 3 millones de dólares, tuvo que reutilizar recursos de sus anteriores películas, como algunas piezas de la banda sonora. Sin embargo, esta producción de zombis con el título original de Braindead logró triunfar en el mercado doméstico, a pesar de darse de bruces con la censura en algunos países.
¿De qué trata esta sátira de terror? Cuenta la clásica historia de un joven burgués que se enamora de Paquita, una inmigrante que trabaja en una tienda. Su dominante madre, sin embargo, no acepta su relación, e intentará separarlos por todos los medios. Lo que distingue a esta cinta de otras comedias románticas es que estos medios aumentan considerablemente cuando recibe la mordedura de un mono que proviene de una isla exótica. Este animal la convierte en un zombi y, desde ese momento, nuestro sufrido protagonista tendrá que cuidar de su enferma progenitora y de los infectados que va dejando a su paso.
Sorprendentemente, si tu pareja soporta bien el gore, esta opción resulta de las más adecuadas. Cuenta una historia de amor más que correcta con sus momentos tiernos, y sus escenas descacharrantes de malentendidos la convierten en una comedia muy meritoria que nos hace desear que Jackson hubiera hecho una trilogía de zombis en lugar de El Hobbit. Las escenas de casquería se van introduciendo de manera paulatina hasta estallar en un sangriento clímax que hará que te duela la mandíbula de tanto reír, pero nunca deja de ser una bonita historia de amor.
Zombies Party (2004)
Esta es la desafortunada traducción de Shaun of the Dead, la primera película de la trilogía del cornetto del cineasta Edgar Wright, que luego sería complementada con Arma fatal y Bienvenidos al fin del mundo. Esta comedia de terror bitánica también lanzó a la fama al actor Simon Pegg, que colaboró en el guión, y al comediante Nick Frost que le acompañaría en películas como Paul.
Su argumento es sencillo: el protagonista, Shaun, trabaja cobrando una miseria en una tienda de electrónica, y su vida es un desastre. No solo odia a su padrastro, sino que su novia le ha abandonado por su falta de compromiso para largarse con un cretino, y tiene que convivir con un compañero de piso del que lleva siendo amigo toda la vida pero que empieza a cansarle. Su vida carece de objetivos y se considera un fracasado. Por si esto fuera poco, una infección zombi llega a Londres, y tendrá que proteger a sus seres queridos de la horda de muertos vivientes. Pero quizás esta sea la oportunidad que esperaba para recuperar a su ex…
Esta gamberra película recibió críticas positivas, tanto por sus elementos de comedia negra como por unos toques de drama que resultan escasos pero que, cuando se dan, tienen un fuerte impacto emocional. Entre las escenas cumbre del filme, nos vemos obligados a destacar el momento en el que nuestro héroe se encuentra con las consecuencias de esta invasión zombi, y su reacción a la misma, por no hablar de un final brillante y sorprendentemente realista.
Poultrygeist: La noche de los pollos vivientes (2006)
Dos años después del impactante documental Super Size Me, que ponía en el punto de mira a la cadena de restaurantes McDonald’s, las empresas de comida rápida estaban recibiendo una serie de críticas sobre la calidad de sus productos que hicieron tambalearse seriamente su imagen de marca. El sátiro Lloyd Kaufman, presidente de la empresa de películas de serie B Troma y director de cine, no dejó escapar la ocasión. Así, el creador de obras maestras del gore barato como El vengador tóxico se puso manos a la obra y, junto a los guionistas Daniel Bova y Gabriel Friedman, parió una de las películas más desmadradas de la compañía. Quienes les conozcan sabrán que este logro no es moco de pavo.
El protagonista de esta cinta es el joven Arbie, que decide trabajar para una compañía de comida rápida al enterarse de que su exnovia Wendy se ha unido a una protesta multitudinaria contra sus malas prácticas. Intentará recuperarla, pero hay un problema: el restaurante ha sido construido encima de un cementerio indio, y eso hace que los pollos utilizados como alimento vuelvan a la vida convertidos en zombis y empiecen a infectar a los clientes.
Al igual que sucedía en Zombies Party, nuestro héroe deberá recuperar a su amada mientras tratan de sobrevivir… pero este largometraje se diferencia en un humor mucho más grosero y desagradable que el anterior, con numerosas escenas escatológicas, ofensivas y sangrientas acompañadas de números musicales que le aportan un delicioso toque de locura a esta hamburguesa de pollo podrido. No es apta para personas susceptibles al humor negro o de estómago débil pero, si quieres probar, te encontrarás con una descabellada y entretenida cinta sin complejos.
Bienvenidos a Zombieland (2009)
Muchos ya conocerán esta película, que fue parcialmente responsable del período de extrema popularidad que los zombis vivieron hace aproximadamente una década, y cuyas manifestaciones más notables fueron la novela de Max Brooks Guerra mundial Z y la serie The Walking Dead. Dirigida por Ruben Fleischer y protagonizada por un Jesse Eisenberg cuya carrera despegaría del todo con La red social, logró recaudar 102 millones de dólares frente a los 23 de presupuesto. Tras años de promesas sobre una posible secuela, finalmente se ha confirmado su rodaje con el reparto original.
El héroe de esta aventura no lo es ni por asomo, al menos al comienzo de la misma: se trata de un pobre pringado cuya vida ya estaba vacía antes del apocalipsis zombi, y que ha logrado sobrevivir gracias a su pragmática cobardía. A lo largo de su camino hacia una prometida zona segura, se encontrará con el demente Tallahassee, un tipo duro cuya obsesión es volver a probar los twinkies. La fijación por estos bollos tan característicos de la peculiar gastronomía estadounidense enmascara la verdadera naturaleza de un hombre cuya historia es más trágica de lo que parece. Cuando esta extraña pareja acabe cruzándose con otras dos supervivientes, surgirá el romance con una de ellas, pero también la desconfianza.
Frente al fatalismo y la crítica social de una buena parte del género zombi, este largometraje ofreció un disfrute desenfadado que conectó con el público. Sus solventes escenas de acción, combinadas con una comedia ligera y un drama correcto pero bastante predecible (por no hablar de cierto cameo brillante) la convirtieron en una película ideal para un encuentro informal entre amantes o amigos.
Memorias de un zombie adolescente (2013)
Tenía que llegar. La respuesta de los zombis a la moda vampírica propiciada por productos como Crepúsculo o Crónicas Vampíricas. Basado en una novela de Isaac Marion y dirigida por Jonathan Levine, este filme gozó de un éxito moderado, pero ha sido olvidado con los años. Supuso en su momento un nuevo giro a esta fórmula romántica que tan bien funcionó con los chupasangres.
El apocalipsis zombi ha llegado, pero estos no son los caminantes de toda la vida. No son los cuerpos sin voluntad propia del vudú ni los animales sin conciencia de Romero, sino que siguen manteniendo recuerdos de su vida anterior, enterrados bajo su enfermedad. Nuestro protagonista es un no-muerto que se enamora de una superviviente y la protege de sus congéneres. Pronto, ella empezará a recordarle lo que supone ser humano, y tratará de convencer al resto de los supervivientes de que todavía puede haber salvación para estos muertos, a pesar de las reticencias de su inflexible padre.
La película es una pastelada, dejémoslo claro desde el principio, y probablemente sea la peor de la lista. Sin embargo, resulta valiente en algunas escenas de gore y a la hora de mostrar cómo el personaje principal devora a seres humanos al comienzo de la cinta. El diseño de cierto tipo de zombis también es bastante atractivo. Por lo demás, esta actualización de Romeo y Julieta contiene escenas indeciblemente estúpidas que provocan rubor, pero logra mantener un interés moderado gracias a una trama simpática y a actores como un infrautilizado John Malkovich. No revolucionará el mundo del cine, ni siquiera el de los zombis, pero tampoco lo pretende.
Conclusión
Sorprendentemente, un monstruo tan poco glamuroso como el zombi da para unas cuantas cintas que, de forma más o menos tangente, tratan temas románticos. Podríamos ponernos a debatir sobre las razones, pero lo importante es que aquí están estas cinco películas que ofrecen una alternativa algo más transgresora a las películas de sobremesa con la que muchas cadenas nos castigarán durante estas fechas.
¿Qué opinas? ¿Son una buena opción para ver estos días? ¿Nos hemos dejado alguna? Nos lo puedes decir en los comentarios, y… ¡feliz San Valentín!
