Volvemos a otro análisis más de una cinta de acción con protagonistas femeninas. Aquí podéis leer mi crítica sobre Anna de Luc Besson. Esta mención no es casual ya que cada una está en extremos opuestos de lo que debería ser una cinta de acción con “femmes fatales”. Por desgracia para el filme de Elizabeth Banks no sale muy bien parada de esta comparación. Vamos a entrar en detalles aunque siempre sin spoilers.
Haciendo un poco de memoria aún recuerdo aquellas dos cintas de comienzo del milenio con Cameron Díaz, Lucy Liu, Drew Barrimore y Bill Murray, estrenadas en los años 2000 y 2003. Aquellas dos películas no tuvieron críticas muy positivas y en algunas escenas se notaban demasiado los cables de los que colgaban los actores en algunas cabriolas marciales pero sabían reírse de sí mismas. Una virtud que muchos apreciamos cuando nos encontramos con versiones cinematográficas de series emblemáticas aunque con muchas carencias: Como ejemplo me viene a la mente aquella cinta del Equipo A con Liam Neeson y Bradley Cooper. Todos hemos esbozado alguna sonrisa con aquellos guiños a la serie original y como algunas escenas rozaban lo absurdo y la misma cinta lo sabía y tú sabías que lo sabían… pues aquí no hay nada de eso en ningún minuto de las dos horas de metraje.
Los ángeles de Charlie es una cinta de acción y como tal fracasa estrepitosamente y la dirección es torpe en lo que debería ser la parte fuerte: Las escenas de acción. Ya comenté en mi análisis de Bloodshot que es una cinta de acción muy genérica pero que tiene un par de escenas reseñables que salvan un poco el producto, pues bien, esa asignatura no la aprueba la película dirigida por Elizabeth Banks. Las escenas de acción se solventan con una cámara que no deja de vibrar (algo que sí sabe hacer Michael Bay) y un montaje bastante regulero que no da sensación de peligro o velocidad en las persecuciones que suceden. Han pasado 18 años de El Caso Bourne y aún podemos recordar aquella persecución por las calles de París al ritmo de “Ready, Steady, Go” de Paul Oakenfold. Un ritmo frenético aunque realista con un montaje rápido, sin artificios ni cámaras lentas, toda una “master class” de Doug Liman. Son esos detalles los que diferencian una película del montón de las que siempre serán recordadas. Obviamente no estoy pidiendo que los ángeles de Charlie fuesen la nueva Bourne, pero tampoco esperaba encontrarme con una cinta de serie B disfrazada de blockbuster. Puedo parecer demasiado duro con este filme pero me suelo enfadar cuando me encuentro ante algo con tanto potencial y veo como lo desperdician de una manera tan absurda.
La escena de las tres protagonistas tratando de huir de la empresa en la que trabaja el personaje interpretado por Naomi Scott causa bochorno y nos recuerda a aquellos momentos de persecuciones del programa de Benny Hill. Estas situaciones hacen parecer tontos a los perseguidores para que las protagonistas se salgan con la suya en lugar de mostrarlas más astutas y con un plan sorprendente que deje a todos con la boca abierta no ayudan en nada. ¡Qué lejos quedan aquellos elaborados planes de la saga Ocean’s eleven!
Y ese es uno de los muchos problemas del filme: Que quiere abarcar demasiados géneros para darle diversidad a la trama pero no funcionan ya que no son bien llevados. Soy amante del cine desde que vi Batman con 11 años y desde entonces he visto muchas películas (y se me podría acusar de ello) pero lo del “topo” canta a kilómetros por lo mal que se ha tratado la tensión y el desenlace. El guion hace más aguas que las alcantarillas de la Atlántida y todo está cogido con pinzas.
Los angeles de Kristen
Nunca pensé que diría esto pero me ha encantado Kristen Stewart y su personaje es el que tiene más profundidad y matices. Defiende a Sabina de manera increíble, la hace creíble y consigue que queramos saber más de ella además de demostrar que se está divirtiendo con este personaje. El resto pasa sin pena ni gloria y se convierten en clichés andantes que ya hemos visto en multitud de ocasiones y a los que no se le aporta nada nuevo que los haga destacar.
Lo mismo ocurre con los combates que en demasiadas ocasiones tiran de fórmulas que en los 80 y 90 funcionaban pero que han pasado más de moda que los walkman. Han descuidado este apartado, todo lo contrario que ocurría en Anna de Luc Besson, que (sin llegar al nivel de John Wick) tenía momentos en los que te veías obligado a quitarte el sombrero ante las coreografías. En las escena de combate de la cafetería de Los ángeles de Charlie tienes que utilizar ese sombrero para taparte los ojos por la vergüenza que dan algunas partes de esa coreografía: Como estar a dos metros de un enemigo y perder el tiempo en subirse a la barra para darle una patada (más espectacular, claro) en lugar de golpearle directamente o que el golpe de una silla de despacho en las piernas deje a un enemigo fuera de combate durante un minuto.
Conclusión
Una película muy mediocre que está lejos de sus antecesoras (y eso que tampoco eran unas obras maestras) y que más parece un videoclip musical (reseñable la coreografía de baile en la discoteca) y una sucesión de escenas para mostrar diferente vestuario más que una cinta de acción. ¿Disfrutable? Si dejas el cerebro en otra habitación quizás.
Y quiero aprovechar el final del artículo para comentarle a Elizabeth Banks que no es el sueño de toda mujer un armario repleto de ropa y usar el rosa para el género femenino algunos lo pueden considerar de mal gusto…. Pero por desgracia eso no es lo peor de esta película.
Saludos con todo el amor de Charlie.
Muy buenos analisis siempre!
Hola Walter
Gracias por leerlos. Siempre intentamos ser sinceros y dar nuestra opinión de cinéfilos y devoradores de cine y series,
Un saludo