Una de las películas de estas vacaciones es Super Mario Bros: La película, adaptación animada de la superpopular franquicia de Nintendo creada por Shigeru Miyamoto, dirigida por Aaron Horvath y Michael Jelenic y con las voces de Chris Pratt, Anya Taylor-Joy y Jack Black en su versión original. ¿Es una buena adaptación? ¿Es una buena película? Si y depende del nivel de exigencia. El mío es bajo porque yo me lo he pasado muy bien.
Viaje al reino champiñón
La historia no puede ser más simple. Bowser, el villano de la franquicia, quiere conquistar el reino champiñón y casarse con la princesa Peach (en clara alusión al sensacional videojuego Super Mario Odissey). Los hermanos fontaneros Mario y Luigi acaban en ese reino de fantasía y ya imagináis el resto. Junto a Toad, Peach y Donkey Kong deberán cruzar desiertos, junglas y autopistas de arcoiris a todo trapo hasta llegar a su destino.
Super Mario Bros: La película es un festival de luz y color, puro fan service destinado a los millones de fans de la franquicia. Dudo que alguien que haya jugado a cualquiera de los numerosos videojuegos protagonizados por Mario salga defraudado. Todos los elementos ya conocidos los encontramos aquí: que si los koopa, que si las balas, que si las plataformas, champiñones de colores, karts… todo amenizado por la música que ya conocemos y con ese sentido del humor marca Nintendo (y más, porque Jack Black como Bowser está desatado) .
En este sentido, hay que decir que el exceso de referencias, de easter eggs, puede ser abrumador y en su tramo final se come la trama, aunque tampoco es que esta sea muy profunda, la verdad. Sin embargo, uno que no se emocione cuando salga el Rey Boo o que no anticipe lo que pasa cuando se comen un champiñón azul, igual se siente perdido.
Mamma mia!
Ya he dicho que me lo he pasado muy bien. Super Mario Bros: La película es muy entretenida, dura apenas una hora y media y te pasa volando. A nivel técnico es impresionante, un espectáculo de luz y color como sólo saben hacen en Illumination Entertainment, responsables de maravillas como Lorax: En Busca de la Trúfula Perdida, El Grinch o la saga de Gru, mi villano favorito.
Es verdad que quizás uno esperaba algo más de sus directores, Aaron Horvath y Michael Jelenic, creadores de la serie de animación Teen Titans Go!. Eso era un punto a su favor pero quien espere ver en esta película esa mala leche y esa crítica corrosiva que destilaban los personajes de DC, que se espere sentado.
Y es que uno debe saber a lo que va. El target objetivo de Super Mario Bros: La película es amplio, muy amplio. Casi infinito, podríamos decir. Y no se trata de cabrear a nadie ni de que nadie salga espantado. Se trata de entretener y de que uno salga con más ganas de jugar a los videojuegos y de comprarse una Nintendo Switch. En ese sentido, objetivo más que conseguido.
En resumen, Super Mario Bros: La película es una de las películas de estas vacaciones. Podéis ir tranquilos con toda la chiquillería que saldrán encantados, hayan jugado o no a los juegos de Mario, vosotros pasaréis un rato la mar de entretenido si no buscáis una película de arte y ensayo (encima se está fresquito y puedes comer palomitas) y ahora a esperar la inevitable segunda parte, que en taquilla están arrasando.
A estas horas y según Box Office Mojo, Super Mario Bros: La película lleva más de 113 millones de dólares a nivel mundial. A ver si en la segunda parte sale Yoshi, Daisy y Estela y mi hija deja de darme la lata. Un saludo, sed felices.