El Festival de Cine Fantástico Europeo Sombra de Madrid, nuevo brazo del Sombra de Murcia dirigido por Javier García Caballero, llegaba a su final el pasado domingo 17 con una magnífica programación de cierre.
Esta es mi última crónica del festival y en ella repaso un día completo en las salas del MK2 Cine Paz, en el que pude asistir a sus cuatro proyecciones: Mars Express (2023), Animalia (2023), Hardware, programado para matar (1990) y Os reviento (2023). Un final intenso, con preestrenos y coloquios memorables.
Por cierto, mandamos la enhorabuena a Sombra Madrid, que ha confirmado su segunda edición para 2025. ¡Sombra vive!
Mars Express (2023) de Jérémie Périn
Aline Ruby es una testaruda detective privada, y su compañero Carlos Rivera lleva muerto
cinco años, pero se ha ‘reencarnado’ en el cuerpo de un robot. Ambos se encuentran en una carrera contrarreloj hacia Marte.
Otra de las sorpresas del festival es esta película futurista de animación francesa. El sci-fi aflora y deja el puro terror a un lado, que se presenta más bien de fondo −como en casi toda la ciencia ficción−, sugiriendo las complejidades humanas en un futuro ultra tecnológico. Pese a ser un policial de ciencia ficción al uso, tiene propuestas narrativas muy potentes y un rompedor e inesperado final. Me recuerda un poco a la serie de animación japonesa Cowboy Bebop (1998-1999) por su similar argumento detectivesco −que hace la película de Périn algo confusa por momentos− y por el escenario futuro en que se ubica.
Animalia (2023) de Sofia Alaoui
Itto, una joven de origen humilde en Marruecos, se ha adaptado a la opulencia de la
familia de su esposo, con quien vive. Mientras esperaba disfrutar de un día de tranquilidad sin la presencia de su familia política, eventos sobrenaturales sumen al país en un estado de emergencia.
La propuesta es interesantísima: el terror por la vía de un existencialismo fantástico de potente mirada política. La burbuja de una protagonista absorta en los privilegios de su elevada clase social, se destruye propiciando un camino de comprensión de la realidad y empatía por su entorno que marca la notable evolución del personaje. La directora plantea su metáfora mediante la representación de lo sobrenatural: Itto (protagonista) se introduce −accidentalmente− en un mundo desconocido para ella que es incapaz de comprender y, a su vez, extremadamente hostil.
Alaoui desnuda la jerarquía social para extraer su esencia en un ejercicio único en que, sin embargo, no he logrado entrar en ningún momento. Reconozco el talento pero no me fascina. Aún así, entiendo Animalia como un experimento notable que merece ser visto.
La directora franco-marroquí Sofia Alaoui presentó la película y charló en un coloquio posterior sobre ella.
Sofia Alaoui con Juan Pérez y José Arce en el photocall de Sombra Madrid
Sofia Alaoui en coloquio tras la proyección de Animalia (2023)
Hardware, programado para matar (1990) de Richard Stanley
Estamos en el futuro de La Tierra, en un mundo devastado en el que sobreviven unos
cuantos aventureros que inician una búsqueda de chatarra que pueda ser comercializada. Hasta el refugio de un pequeño comerciante llega un extraño portando un misterioso cargamento; se trata de una cabeza metálica de lo que parece fue un viejo robot.
La ópera prima de Richard Stanley es tan extravagante como su persona. Una cinta de bajo presupuesto que toma referencias de algunos hitos de los ochenta como Robocop (1987), Terminator (1984) o Alien, el octavo pasajero (1979). Tiene una trama sencilla y práctica, pues a pesar de plantear una distopía global, se desarrolla en un único espacio −el piso de un edificio−, limitando mucho sus márgenes. No creo que recuerde mucho de esta película con el tiempo más allá de la violencia del robot y determinados momentos de desfase casi onírico, ya que sacrifica su argumento en pos de la acción en sí misma.
Tras la proyección de su película, Richard Stanley ofreció un breve coloquio moderado por Óscar Martín sobre algunas cuestiones interesantes de Hardware y su carrera en general.
Richard Stanley y Óscar Martín en coloquio tras la proyección de Hardware, programado para matar (1990)
Os reviento (2023) de Kike Narcea
Gabriel es un exboxeador que vive en una aldea retirada de la ciudad junto a su padre y a
su perro, Pepe. Todo el mundo le conoce con el apodo de Tarado, que se ganó en sus tiempos como púgil y, aunque todavía podría boxear, prefiere llevar una vida tranquila lejos de todo lo que le llevó a pasar unos años en prisión.
Se planteaba como uno de los eventos más emblemáticos del festival, en parte por cerrar su programación, y así fue. La película de Narcea y su equipo batió tres récords: el de más hostias en pantalla, el de más risas en el público y el de la sala más llena de todo Sombra Madrid.
Os reviento es una película divertidísima de acción y comedia, con un ritmo trepidante, que hace gala de un maravilloso reparto de secundarios −Lone Fleming, Antonio Mayans, Raúl Jiménez, Javier Botet…− y con un Mario Mayo que es el Jason Statham español, pero con un poco más de salero y un poco menos de cultura −¡el personaje!−. Muy recomendable para todo el que quiera ¡hostias y risas a partes iguales!
El equipo de Os reviento presentó la película y llevó merchandising, además de palés para hacer la experiencia aún más inmersiva.
Kike Narcea, Mario Mayo, Antonio Mayans y Jesús Loniego entre otros miembros del equipo, presentando Os reviento (2023)
Aquí termina mi última crónica del Festival Sombra de Madrid, y por ende mi repaso de esta primera edición. El balance general es más que positivo y es que, a pesar de ser su toma de contacto en Madrid, Sombra ha logrado una excelente ejecución y una programación —con coloquios de profesionales nacionales e internacionales de renombre— plagada de joyas, tanto homenajes retrospectivos como preestrenos. Salgo de sus salas muy agradecido y deseando que llegue ¡Sombra Madrid 2025!
Muchas gracias por leerme e id al cine. ¡Larga vida al Sombra!
