¡Bienvenid@s a otra reseña de cómic! Hoy es el turno de El cumpleaños de Kim Jong-il, una interesante obra publicada por Astiberri sobre el siempre hermético régimen de Corea del Norte. Os dejo el enlace a la ficha de este tebeo en la web de la editorial aquí. Antes de comenzar el análisis, os dejo enlaces a otras dos reseñas de Astiberri a continuación:
Reseña de Berlín (1996-2018) , de Jason Lutes. La ciudad de entreguerras.
Reseña de El vecino, de Astiberri.
Ahora sí, comenzamos nuestra crítica. Lo primero que se debe destacar de El cumpleaños de Kim Jong-il es que su historia está basada en testimonios reales de las pocas personas que han conseguido escapar del país. Es importante afrontar la lectura de este cómic con este factor en mente, ya que la gran mayoría de los episodios narrados llegan a ser surrealistas. Parece increíble que lo que se nos narra ocurriera en el pasado y, lo que es peor, que siga ocurriendo hoy en día.
El guion corre a cargo del francés Aurélien Ducoudray. El narrador y protagonista es un niño de ocho años, Jun Sang, que vive con su familia en Corea del Norte. Pese a solo tener ocho años, nos muestra con gran soltura cómo percibe la realidad que le rodea: el día a día en su escuela, la educación que recibe, los castigos que sufre por hacer algo “prohibido” por el sistema, cómo es su familia y quienes la conforman, los juegos tan particulares con sus amigos…
Es aquí donde el guionista brilla en su narración, siendo capaz de contarnos lo que Jun Sang vive, expresándose como lo haría un niño de su edad, pero a la vez dejándonos entrever la dureza de la realidad norcoreana. Sirva como ejemplo la primera página de esta historia en la que Jun Sang nos cuenta que no está permitido celebrar los cumpleaños en su país (sí, habéis leído bien), excepto el suyo y nos explica por qué.
Esta primera página es ya una clara declaración de intenciones y el patrón se repite sobre todo al principio de la historia. El cumpleaños de Kim Jong-il nos muestra un hecho que para nosotros resulta inconcebible, pero a través de los ojos de un niño que lo ve todo con total normalidad, ya que está creciendo en un sistema diseñado precisamente con ese objetivo. Sin embargo, Jun Sang irá descubriendo aspectos de su particular mundo perfecto que le harán darse cuenta de que nada es como creía.
De la parte gráfica se encarga la artista francesa Mélanie Allag. Su arte es el complemento ideal para el guion que nos ocupa. La primera parte de esta obra está llena de colores vivos que nos ayudan a percibir la realidad de Jun Sang de una forma similar a la suya. La segunda parte casi en su totalidad transcurre en blanco y negro, buscando que el lector experimente la misma decepción que nuestro protagonista al descubrir la triste realidad en la que vive. Por tanto, el color o la ausencia del mismo se convierte en una herramienta que acompaña la evolución de nuestro protagonista.
El arte de Allag encaja perfectamente en la historia. Nos encontramos ante un dibujo que no pretende tomar protagonismo, sino ponerse al servicio de la historia. La dibujante gala lleva a cabo viñetas sencillas pero efectivas a nivel narrativo, con un estilo casi caricaturesco a veces. Esto no quita que sea capaz de conseguir de igual modo mostrar el sufrimiento de los personajes con maestría. Por citar solo un ejemplo, aparte del uso del color ya mencionado, encontraremos pasajes en los que veremos cómo los rostros muestran desnutrición o grandes ojeras de forma muy convincente.
Tanto Ducoudray como Allag nos llevarán de la mano por este país tan hermético con el resto del mundo. Podremos ser testigos del miedo de sus habitantes a ser denunciados por sus propios vecinos, el miedo a expresar una opinión contraria al sistema establecido, la propaganda omnipresente en cada rincón del país, el campo de concentración de Yodok, las ejecuciones públicas, las hambrunas que sufre la población y las formas en las que consiguen alimento cuando esto sucede, cómo intentan algunos norcoreanos buscar una vida mejor fuera de sus fronteras y un largo etcétera.
¿Merece la pena leer El cumpleaños de Kim Jong-il? Este cómic abre una ventana a la que asomarnos y poder observar el régimen norcoreano desde dentro. Es una obra impactante, nos hará incluso estremecernos en varias ocasiones al pensar que millones de personas sufrieron y todavía siguen sufriendo lo que está plasmado en sus páginas. Otro ejemplo más de la crueldad de la que es capaz el ser humano cuando ostenta el poder. Por todo ello, es una obra muy recomendable para aquellos que quieran conocer la maquinaria que hay detrás de uno de los países más opacos del mundo.
Hasta el próximo artículo, cuidaos en estos tiempos difíciles y sed felices.