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Las películas de Stranger Things: La cosa, de John Carpenter

Stranger Things es la serie estrella de Neftlix este verano, cuyo análisis podéis ver aquí en esta página (primeros capítulos y últimos capítulos), nos ha traído recuerdos de un periodo muy concreto de la cinematografía, principalmente estadounidense: los años 80, esos que muchos críticos se precipitan al catalogar como la peor década cinematográfica de todos los tiempos. Evidentemente, se equivocan.

Stranger Things homenajea una serie de géneros en concreto: la ciencia ficción, el terror y el cine juvenil, combinados en un equilibrio perfecto, una de las virtudes de la serie.

En nuestro afán por aportaros mayor conocimiento sobre esta época, vamos a analizar en esta sección varias de las películas que han sido base de esta extraordinaria serie.  Comenzamos con La Cosa, de John Carpenter. 

Antecedentes

La Cosa es un remake de la película El enigma de otro mundo, de 1951, a la vez una adaptación de uno de los mejores relatos cortos de ciencia-ficción, Who goes there? De John W. Campbell.

El argumento es muy sencillo: un grupo de científicos cuya base está en la Antártida descubren un extraño ente venido del espacio que puede adquirir la forma y los recuerdos de cualquier ser. Un relato de supervivencia en el que la amenaza no es solo externa, al estilo de Alien, si no también interna: cualquiera de los amenazados puede haber sido infectado por la cosa.

Si bien la trama de la película de 1951 tenía tintes políticos (la sospecha de todos los integrantes de la estación como metáfora de la sociedad estadounidense de entonces con el comunismo) y reflexionaba acerca de las intenciones del ser extraterrestre, Carpenter enfoca la historia de forma distinta.

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Efectos de la ola de calor en España

La película

El director se toma al pie de la letra la frase “menos es más” y, como en otras películas destacadas de su filmografía (Halloween, 1997:Rescate en Nueva York), minimiza a trama. No busca profundidad, ni alegorías sociales o políticas. Se trata de un ser extraño que viene a destruirnos. La paranoia y el miedo primario se instala en los protagonistas. Nadie sabe en quién confiar. La cosa no es una película de terror instalada en la metáfora. Es una aventura salvaje en la que el hombre intenta luchar contra un ser maligno venido de otro mundo.

Prueba de este minimalismo son los intrigantes primeros minutos. Ese huskey siberiano escapando de un helicóptero. Esa tensión contenida de los miembros de la instalación antártica ante la locura del perseguidor noruego. Todo culmina en una de las secuencias cumbres de la película: la primera metamorfosis de la cosa.

Respecto a las mencionadas metamorfosis, sólo se puede aplaudir ante los impresionantes efectos especiales del equipo de Roy Arbogast, entre los cuales se encontraban Rob Bottin o Stan Winston, diseñador de Terminator, Depredador o Parque Jurásico. Suyo es el principal mérito de las escenas más memorables de la película: todas aquellas en las que el misterioso ser se “materializa”, por decirlo de alguna forma.

Que no os engañen los párrafos anteriores. La Cosa no es una película cuyo principal mérito sea el diseño del monstruo. Más bien es el complemento perfecto a la tensión in crescendo que marca la trama.

Carpenter contó con un reparto de grandes secundarios del cine de los 80. Y, por supuesto, no me olvido de Kurt Russell,  actor fetiche del director. Está perfecto como “líder” de los supervivientes. Todos cumplen su función en la historia: el escéptico, el cuidador de perros, el doctor paranoico…

En cuanto a la banda sonora, sorprende que el compositor de una música tan minimalista y adecuada a la historia sea Ennio Morricone, uno de los mejores compositores cinematográficos de todos los tiempos.

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Snake Plissken contra el extraterrestre.

Recepción

La Cosa fue un fracaso de taquilla. Se decía que le había afectado el estreno casi coetáneo de la familiar E.T. (otra enorme influencia para Stranger Things) y el recuerdo de la magistral Alien. Sin ser superior a la obra maestra de Ridley Scott, La Cosa mereció mejor suerte, sobre todo porque hubiera supuesto el espaldarazo definitivo a un autor que siempre se ha movido por la serie B y que dejó algunas de las mejores películas de finales de los 70 y 80.

Influencia en Stranger Things y motivos para verla

La cosa ha influido en Stranger Things en el tratamiento del comportamiento del Demogorgon, un monstruo depredador sediento de sangre. En ningún momento dudamos de su maldad. No hay cabida para las suposiciones: todo ser venido de otro mundo o dimensión quiere destruirnos.

¿Por qué ver La cosa? Se trata de una aventura de terror intensa en la que hay poco tiempo para intentar entender las motivaciones del monstruo. Se trata de él o de nosotros. Además, con el añadido de que la cosa puede suplantar a cualquier de los integrantes de la estación. Sorprende como, ante esa situación, no existen los amigos. En ningún momento vemos escenas de camaradería y las pocas alianzas que se forjan son por puro interés. El final es de los más pesimistas y deprimentes que podemos encontrar en el cine moderno. SPOILERS EN EL PÁRRAFO SIGUIENTE.

La tensa espera ante la congelación. Una cosa es segura: van a morir. Otra no lo es tanto. ¿Alguno está infectado? ¿Ha sobrevivido el ser que podría aniquilar a toda la humanidad?

Un saludo y sed felices!

Fernando Vílchez
Fernando Vílchez
Comecocos. Intento aprender como si viviera para siempre y vivir como si hoy fuera mi último día...con las cosas que me hacen feliz.
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