Dirección
Terminator 2: el juicio final) estrenada en 1991, es el culmen del cine de acción-ciencia ficción, hablamos de un filme, millonariamente producido, brillantemente escrito y magistralmente dirigido por, como no podía ser de otra manera, James Cameron, el rey de las secuelas.
Reparto
Se trata de una secuela directa de Terminator (1984), en la cual parte del reparto se repite pero se añaden unos deliciosos fichajes: Linda Hamilton (Sarah Connor), Edward Furlong (John Connor), Michael Biehn (Kyle Reese), Robert Patrick (T-1000), Earl Boen (Dr. Silverman), Joe Morton (Dr. Miles Bennett Dyson) y, como no, la bola de demolición, en la que ha sido, probablemente, su mejor interpretación del personaje y de su carrera en general, Arnold Schwarzenegger en el papel de T-800.
Sinopsis
El Terminator enviado en la primera entrega falló en su misión de liquidar a Sarah Connor antes de que su hijo, John Connor, naciera. Éste ya es un adolescente rebelde y chulito impregnado de todo el tufillo de los 90. El futuro de Skynet está en peligro y envía, desde el futuro, a un ciborg más avanzado, el T-1000 , compuesto de metal líquido, para liquidar a John Connor directamente. Éste envía al pasado a una unidad Terminator modelo T-800, reprogramada, igual que la que quiso matar años antes a su madre para que proteja a su “yo” joven. Así se plantea esta historia de persecución gato-ratón con el objetivo de evitar el día del juicio final.
Reflexión y crítica
Para bien o para mal, más para mal, el cine de acción ya no es lo que era, entre los 80 y los 90 Bruce Willis, Harrison Ford, Sylvester Stallone, Chuck Norris o Arnold Schwarzenegger, entre otros, eran los reyes del cine y su género gozaba de excelencia, cosa que ya no es así. Actualmente, el género de acción es bastante despreciable y puede hacer que eso manche el pasado del mismo; pero echando la vista atrás, nos encontramos con algunas perlitas muy memorables, pero nada como esta, esta es la joyería entera.
Terminator 2: el juicio final es una de esas obras atemporales, un clásicos de tanta calidad que traspasa generaciones, modas y épocas y de la cual nadie podrá olvidarse. James Cameron y “Arnie” ya eran los cracks en sus respectivos campos por aquel entonces y, cabía esperar, que este filme solo supusiera un objetivo comercial de vender entradas (como las siguientes secuelas) pero con una atención milimétrica a los detalles por parte del director, un capital suficiente para meter explosiones y efectos especiales por cada esquina y la que es, sin dudarlo, la mejor interpretación de la carrera de Schwarzenegger quedó demostrado que había nacido una obra maestra.
La evolución de los personajes es de lo más llamativa y sobrecogedora: John es un niñato que nunca conoció a su padre y que se dedica al vandalismo juvenil hasta que de pronto un robot se convierte en su figura paterna y en su hermano pequeño al mismo tiempo de forma muy tierna.
Sarah Connor, que hasta la fecha no sabía ni servir bien un filete, se transforma en una super-woman con unos bíceps de titanio capaz de asesinar a sangre fría y ser completamente independiente. Por último, pero no por ello menos importante, tenemos al T-800 que, a medida que avanza la película, deja de ser máquina para pasar a ser hombre, humanizándose, tomando conciencia de sus actos y tratando de cumplir su misión de la forma menos dolorosa posible. No así el T-1000, que supone la batalla entre un iphone de última generación contra un Nokia clásico, un Porsche contra un tanque, la elegancia contra la brutalidad, una frialdad para asesinar que nos pone los pelos como escarpias y que se las hará pasar canutas a nuestros protas.
El apartado visual es magnífico aun hoy en día. Con los efectos especiales hechos por ordenado recién debutados, supusieron un quebradero de cabeza, ya que, se tuvieron que emplear innumerables animatronics, maquetas y reconstrucciones artificiales de prácticamente todo y todo ello aderezado con la presión de utilizar efectos por ordenador para hacer todo más molón y creíble. Pues bien, objetivo cumplido. Las escenas de reconstrucción o transformación del T-1000 son todo un espectáculo, así como, la de la persecución del camión en los canales con Schwarzenegger meneando una escopeta… Simplemente mágico.
Mi conclusión se reduce a engrandecer esta pieza como punto más álgido de la saga, del cine de acción en general y de la carrera de Arnold, y a invitaros a la reflexionar sobre el cine de acción actual y el clásico. Una masterpiece.
Sin más dilación, me despido deseándoos un feliz fin de semana.
La semana que viene “volveré”…
Un 9’5. Supera a su predecesora en efectos, valiendose de las mejoras acontecidas en esos años. No obstante hay que reconocer que en guión, aún siendo notable, es inferior a la original e insuperable primera parte.
Me gusta esta mucho más. Quizá es porque la vi de pequeño antes que la primera y le guardo cierto cariño
Eso marca. Yo vi la primera allá por el 87 en vhs. Fue un acontecimiento. Varios niños del barrio, dejamos nuestras aventuras callejeras, para subir a un salón a verla. Y esas cosas, pues eso, te marcan.
Ahí tenemos el paralelismo HYUGA: esta fue la primera que vi yo con mi hermano mayor y me dejó la semillita
A mi también!
Acordemos no estar de acuerdo 😉
Es evidente la mejora visual y de efectos, pero, en mi opinión, también es mejor argumentalmente.
Un saludo!