Cadena perpetua (1994) es la película más votada y mejor valorada en IMDb. ¿El motivo? Vaya usted a saber. Seguramente se me ocurren 25 películas mejores que esta de este mismo siglo. El caso es que en Fotogramas hace unos días rescataban una entrevista en la que Morgan Freeman hablaba sobre sus mejores películas. Y lo hacía sin tapujo alguno.
Digo lo de tapujo alguno porque cuando el entrevistador le pregunta por sus cinco mejores películas y escucha que Cadena perpetua no está entre sus seleccionadas, le entra un algo por el cuerpo:
MF: Mis cinco películas favoritas son Invictus (2009), Tiempos de Gloria (1989), El reportero de la calle 42 (1987), Escuela de rebeldes (1989) o Paseando a Miss Daisy (1989).
Fox411: No mencionaste Cadena perpetua. Estoy un poco herido.
MF: Lo siento, es la favorita de todo el mundo, no necesariamente la mía.
Fox411: ¿Por qué no?
MF: Sé que a todo el mundo le encanta y estoy muy feliz de que todo el mundo la quiera. La hice y punto.
Fox411: ¿Entonces, no fue una experiencia feliz realizarla?
MF: No.
Ahí acaba la parte dedicada a Cadena perpetua. ¿Por qué habla Freeman con tanta desgana de la película? Sin duda alguna es indiscutible que es un gran filme; también es verdad que sobrevalorada por la generación del IMDb que la catapulta en lo más alto de la web pero cabría preguntarse qué es lo que le lleva a contestar así. Y no hace falta buscar mucho para dar con otra entrevista del actor, en este caso en Vanity Fair donde reconoce que tuvo varios enganchones con el director Frank Darabont.
“La mayor parte del tiempo, la tensión era entre el elenco y el director. Recuerdo haber tenido un mal momento con el director, tuve algunos de esos”.
La mayoría de los “malos momentos” se derivaron de que Darabont pidió tomas repetidas. “La respuesta [que le diría] era no”, dice Freeman. “No quiero estar masticando el paisaje. Actuar en sí mismo no es difícil. Pero tener que hacer algo una y otra vez sin ninguna razón discernible tiende a ser un poco debilitante para la energía”. Freeman recuerda una escena en la que los guardias vuelven a trazar la ruta de escape de Andy, vomitando cuando se descubren sentados en aguas residuales sin tratar. “Mi personaje escuchaba y se reía, aullaba de risa. Tuve que filmar eso demasiadas veces”.
La película nos regala secuencias memorables que revelan el trasfondo psicológico de cada personaje. Sin embargo, uno de los momentos más desafiantes durante el rodaje surgió debido a la obsesión del director por alcanzar la perfección en una escena crucial: el encuentro entre Andy y Red en el patio de la prisión.
En esta secuencia, aparentemente insignificante al principio, dos desconocidos entablan una conversación mientras uno de ellos, recién llegado a la cárcel, y el otro, un veterano, juega con una bola de béisbol. Darabont consideraba esta escena fundamental, ya que anticipaba la relación que desarrollarían los dos personajes más adelante en la trama. Por este motivo, prolongó el rodaje durante nueve agotadoras horas para capturar el resultado que finalmente vemos en pantalla.
Inicialmente, se le dio gran importancia al detalle de Freeman lanzando la bola de béisbol. Sin embargo, al día siguiente de rodaje, el actor apareció con el brazo inmovilizado debido a una lesión provocada por repetir el mismo movimiento durante tantas horas.
Pero mucho hablar de Cadena Perpetua ¿Y Sin Perdón? ¿O Seven?
Exacto. Al final él ha elegido sus películas y quizás más que por la falta de Cadena perpetua, habría que preguntarse por la ausencia de otras dos en las que participa y que en cierta medida revolucionaron sus respectivos géneros. Hoy en día no se entiende el western de estos últimos 30 años sin hablar de Sin Perdón, ni tampoco el thriller o los serial killers sin nombrar del tirón Seven. Y no están en su lista. Y no pasa nada: para eso es suya.
Si yo tuviese que elegir sus cinco películas lo tendría meridianamante claro, y por orden os la digo, en quinto lugar la trilogía de Batman con Christopher Nolan, en cuarto Cadena perpetua, en tercero Million Dollar Baby, en segundo Sin perdón y en primero Seven.
Dejadme en comentarios vuestras preferidas del bueno de Morgan Freeman. Un saludo y sed felices.