Bienvenidos, auténticos creyentes, a la Tapa del Obseso, la sección de Raúl Sánchez.
Hoy vamos a hablar de otro cómic. De Nemesis Reloaded. Es uno de Mark Millar, un señor al que en esta casa le tenemos mucho cariño, como ya hemos escrito muchas veces (1, 2, 3, 4, 5, 6).
Está bien recordar que Mark Millar al principio del siglo XXI iba a ser El Elegido. El guionista de cómics de superhéroes que abanderaría la nueva revolución. Cuando se imaginó de cero cómo serían Los Vengadores en el siglo XXI y cómo serían si Marvel hiciera películas, mucho antes de que en realidad lo empezara a hacer, creó Los Ultimates. Su etapa en Los Ultimates ha sido una influencia decisiva en el aluvión de las películas de superhéroes posteriores, pudiendo incluso decir, entre otras cosas, que el Tony Stark de Robert Downey Jr. aparece muchos años antes en esa serie. Pero al final el que definió los cómics de superhéroes los primeros 10-15 años del siglo fue Brian Michael Bendis, el paladín de la narrativa descomprimida.
Mark Millar ha tenido éxito en Marvel, con los Ultimates, con su divertidísima y conspiranoica miniserie de Spiderman o desarrollando la Civil War que tanta pasta dió a Marvel. También con DC, al hacer Hijo Rojo, quizás una de las mejores historias alternativas de Superman. Pero cansado de hacer forrarse a otros y consciente de lo prioritario de coleccionar dólares/euros montó su propio chiringo y se decidió a hacer historias autoconclusivas en 4-6 números (con alguna excepción haciendo alguna un poco más larga, pero para nada liarse a estar años en una colección).
Luego llegarían los acuerdos con Netflix para llevar allí sus cómics, pero aún con todas Mark Millar sigue con sus historias de seis números siendo feliz, llevándoselo fino y divirtiéndose. Podría haber hecho algo del nivel de Claremont, pero amigo, la pasta manda.
Aquí en Nemesis Reloaded en teoría vemos un reinicio de uno de sus primeros cómics por su cuenta. Es decir, de Nemesis, una historia corta que se promocionó como qué pasaría si Batman tuviera la psicología de el Joker. Luego hubo que decir que no, que se quería insinuar eso, pero era exactamente eso: un Batman vestido de blanco, con todos los recursos y habilidades de Batman pero actuando como un psicópata desmadrado. Aquel cómic tenía su gracia, al fin y al cabo Mark Millar es el guionista vivo número 1 del cómic anglosajón en mantener pegado a las páginas de sus cómics a quien se pone a leerlos. Siempre con perspectiva de superproducción de Hollywood, hasta arriba de acción y de su muy particular sentido del humor macabro. Se despelotaba con cosas profundamente sórdidas (las jugarretas que le monta Nemesis al detective que le persigue son realmente desagradables en lo personal) y acababa con un “jajaja, espera que a lo mejor hay más”.
Tras seguir haciendo más y más cómics tirando casi siempre de lo superheróico de algún modo ahora vuelve a uno de los clásicos del género: el reinicio de Nemesis. El reboot. Nemesis Reloaded. En fin, ya sabéis. Ha recurrido al granaíno Jorge Jiménez para el dibujo, demostrando otra vez que su elección de dibujantes refleja buen gusto y predilección por gente que sepa darle el enfoque cinematográfico que tanto disfruta.
En Nemesis Reloaded nos encontramos que la esencia viene a ser la misma: un Batman vestido de blanco y entregado al crímen y homicidio se enfrenta a un prestigioso policía que intenta detener sus megalomaníacos planes de destrucción. Pero, como era de esperar, hay varios giros de tuerca. Para empezar, Mark Millar se libra del psicópata que es malo porque nació así y goza del dolor, ahora toda la violencia, todos los planes criminales tienen un objetivo: la venganza personal contra la mismísima policía. Cómo ya vimos en otros cómics recientes suyos, Mark Millar cada vez habla de un mundo corrompido por sus periodistas, sus políticos, sus sacerdotes y sus banqueros, uno que es imposible de redimir con todas esas patas del sistema en pie. Aquí sigue con esa línea centrándose en la policía.
Y, siendo Nemesis abiertamente malvado (madre mía la que lía), le da algo de explicación al porqué hace lo que hace. Desde aquí decimos que la versión original de Nemesis era la realmente escalofriante, especialmente cuando empieza a reírse de sus propios motivos para hacer lo que hace. Por otro lado, se deja caer a lo largo de la historia un gran secreto en ese universo, uno que, claro, descubriremos casi al final y que nos deja claro que en realidad el cómic no era un reinicio. Es más una continuación y un empalme a otras historias ya creadas por Mark Millar. En definitiva, está intentando crear un universo compartido. ¡Cómo Marvel y DC! Otra vez.
Donde el original Nemesis tenía mucha acción y un regodeo en los mil y un puteos finos que el supervillano hacía pasar al detective perseguidor aquí tenemos protagonismo más compartido. Al fin y al cabo en el original veíamos casi todo desde la perspectiva del detective, y aquí van turnándose. Es decir, el personaje es mucho menos misterioso y carismático, por más que narrativamente la cosa esté bastante mejor conseguida. Es extraño cuando lo piensas, pero quizás haya hecho un mejor cómic y un protagonista bastante más soso.
Por acabar, como todo lo de Mark Millar en su travesía por el viaje de llenarse los bolsillos de manera pornográfica es recomendable para pasar el rato, disfrutar de un producto razonablemente bien hecho y con el propósito de no ir mucho más allá. Estos intentos de crear universos compartidos e incluso que sus historias evolucionen veremos donde le llevan.
Sed felices.