Netflix ha estrenado El proyecto Adam, película protagonizada por Ryan Reynolds, Mark Ruffalo, Jennifer Garner y Zoe Saldaña, es decir un quién es quién del Universo Marvel dirigidos por Shaw Levy (Free Guy). El resultado es más que recomendable y parece que está arrasando en la plataforma de streaming. Esto es lo que nos ha parecido.
De qué va
Adam Reed (Walker Scobell) es un niño inadaptado tirando a friki que ha perdido a su padre. Su madre (Jennifer Garner) hace lo que puede pero no le resulta fácil. Una noche, Adam se encuentra con su yo futuro (Ryan Reynolds), quien le dice que los viajes en el tiempo son posibles pero que se ha equivocado de año, que tiene una misión y que necesita su ayuda.
De esta forma da comienzo una aventura de viajes en el tiempo, persecuciones en naves, paradojas temporales y la búsqueda del padre ausente, no tanto por defunción como por trabajo. De todo esto surge una película cuyo referente más claro son las películas de aventuras juveniles de los 80, con Regreso al futuro a la cabeza, seguida de El vuelo del navegante y Exploradores. Si El proyecto Adam se hubiese estrenado en aquella época, seguramente estaría ya en nuestra memoria colectiva.
El filtro de Netflix
Sin embargo ha sido estrenada en 2022 y es inevitable señalar algunos contras. El principal es que ya lo tenemos casi todo visto y El proyecto Adam no sorprende por su originalidad. A eso hay que añadir que Netflix no se ha gastado muchos dólares en la película (que por cierto antes estuvo pasando por Paramount Pictures, con Tom Cruise d eposible protagonista); y si se los ha gastado ha sido en el sueldo de Reynolds, Ruffalo, Garner y Saldaña, que no deben salir baratos dado su status en el UCM. Por eso, por una producción más bien roñosa, muchas escenas resultan desangeladas, frías.
Es en sus actores donde la cinta tiene una de sus virtudes, si no la mayor. Y el director es consciente porque se apoya mucho en los personajes, en detrimento de los efectos visuales y las escenas de acción, ambos elementos muy dosificados a lo largo de 1hora y 45 minutos de metraje. Destacan sobre todo Ryan Reynolds y Mark Ruffalo en las escenas que comparten como hijo y padre, donde sacan a relucir la sorna y el sarcasmo que han mostrado en otras producciones.
Los papeles de Jennifer Garner y Zoe Saldaña, si bien son importantes, resultan bastante secundarios. Tampoco es extraño ya que la película gira en torno al tema del padre ausente y el protagonismo recae en los personajes masculinos pero es una pena que ambas actrices estén desaprovechadas, sobre todo Garner.
Con sus defectos y virtudes, El proyecto Adam se la apaña para que la historia funcione como un homenaje / refrito de las películas que muchos conocimos en nuestra infancia y adolescencia pero, tened claro, que no es para nosotros. Entre maduros talluditos, El proyecto Adam alcanzará el status de película simpática y/o tontorrona, aunque ni mucho menos es una mala película. Su público objetivo es un público niño / adolescente del siglo XXI que la verá porque en ella salen actores ya conocidos y que son garantia de entretenimiento; también porque la suscripción a Netflix ya está pagada y no hay que pasar por taquilla, que eso también influye.
En ese aspecto, en el de un producto destinado a un público infantil, juvenil y familiar, la película cumple sobradamente sin causar vergüenza ajena (ejem ejem, Robert Rodriguez, ejem ejem). No dejo de pensar que si la hubiese visto con 10 años, en el cine, habría salido encantado. Ahora la recomiendo como ejemplo de cine para todos los públicos y sin muchas pretensiones. Un saludo y sed felices.
