Hasta ayer a las 22h, mi plan era escribir una Reseña Basura sobre ‘Dinosaur World’ una cinta deleznable, pero como decía Nietzche: ‘Cuando miras fijamente al abismo este te devuelve la mirada’. En el rincón más recóndito de Amazon Prime vídeo el mal me guiñó el ojo y yo acudí a su llamada. El nombre de esa maldad es Robocroc.
La sinopsis de ‘Robocroc’ es sencilla a la par que desconcertante. Un cohete con nanorobots se estrella en un zoológico. Los robots se liberan y, por alguna razón, deciden introducirse en Stella, un cocodrilo enorme. El resultado: un reptil programado para matar y con un apetito insaciable. ¿Su dieta? Cualquier cosa que se cruce en su camino. ¿Su objetivo? Hacer que los espectadores nos preguntemos por qué estamos viendo esto.
Con esta premisa arranca una serie de escenas que no hacen más que conseguir que sintamos vergüenza ajena con unos diálogos metidos con calzador en momentos en los que no encajan y que son peores que los escritos por los monos del señor Burns. Personajes planos, con cero evolución que están ahí para ser meros clichés de todo lo que funciona (o no funciona) en el cine.
La acción de la película transcurre entre un zoológico, un lago, una pista de quads y un parque acuático. Los protagonistas se pasean de un escenario a otro persiguiendo al ‘Robocroc’ o huyendo de él, pero sin tener muy claro qué van a hacer con él. ¿Destruirlo? ¿Capturarlo? ¿Pedirle que acabe con la vida del guionista? Nadie lo sabe. Lo único seguro es que el cocodrilo tiene más cambios de ubicación que un conductor de Uber en hora punta.
El reparto de ‘RoboCroc’ merece un premio por tomarse en serio este rodaje y por haberse visto involucrado en este esperpento. Sus expresiones faciales oscilan entre “¿Por qué estoy aquí?”, “Mañana despido a mi agente” y “¿Dónde está mi cheque?”. Tampoco se puede sacar oro de un guion que parece haber sido escrito por una inteligencia artificial de AliExpress.
Los efectos especiales de ‘RoboCroc’ son tan convincentes como un billete de un millón de dólares con la cara de Pikachu. El cocodrilo robótico parece haber sido un descarte de un videojuego de Playstation 2 y cuanto más robótico se vuelve y menos animal, peor son los animaciones y su aspecto. En lugar de aterrorizar, provoca risas.
Conclusión
‘RoboCroc’ es una película que hace que te preguntes como este guion llegó a manos de un productor y le dio luz verde y como un director dijo ‘Sí’ a ponerse tras las cámaras. Supongo que todos tenemos facturas que pagar.
Un largometraje de 82 minutos en el que los créditos duran 30 segundos, ya que los nombres pasan a más velocidad que el autobús de ‘Speed’, supongo que nadie quería ver su nombre ensuciado por esta ‘joyita’.
‘Robocroc’ te hace cuestionar tus elecciones de vida. ¿Por qué estás viendo esto? ¿Qué hiciste mal en tu existencia para merecer esto? Pero, en última instancia, películas como esta nos recuerdan que hay cosas peores que las plagas de Egipto
En resumen, ‘RoboCroc’ es un desastre glorioso. Si alguna vez necesitas una cura para el insomnio o simplemente quieres reírte de lo absurdo, esta película es para ti. Pero, por favor, no intentes aplicar la lógica aquí. Al final de este filme se nos queda una pregunta en el tintero: ¿Dónde está Cocodrilo Dundee cuando se le necesita?
Aquí os dejo el tráiler de esta joya:
Un saludo y sed felices.