ECC ha decido dar una sorpresa a los lectores publicando un integral con las dos miniseries de Dead Body Road del guionista Justin Jordan. Y es una sorpresa porque la primera de ellas ya fue publicada en España en 2015 de la mano de Planeta Cómic mientras que la segunda (Dead Body Road: Bad Blood) estaba inédita. Así que, si te gustan las historias de acción y venganza, de muerte y de crimen organizado, de pueblos apartados donde manda la corrupción, no lo dudes y hazte con este volumen.
Justin Jordan es un guionista que logró cierta fama gracias a la saga de Luther Strode de Image y que también ha colaborada en Boom! Studios y ha hechos sus pinitos en Marvel o DC. Entre medias ha logrado ir sacando tiempo para el que parece su proyecto más personal y que no es otro que el que nos ocupa en este artículo: Dead Body Road. Su intención es ir sacando más miniseries dentro de la misma cabecera, pero siempre con personajes y situaciones distintas. De todas maneras, las únicas que han sido publicadas hasta la fecha son las dos que ocupan el volumen que ha publicado ECC.
La idea que hay detrás de Dead Body Road es la ofrecer historias que recuerdan a las películas de acción de serie B de los años 70 y 80. Ojear las páginas de este volumen casi nos traslada a esas tardes pasadas en los videoclubs eligiendo que película de Charles Bronson o Chuck Norris nos llevabamos a casa. El caso es que Justin Jordan demuestra ser un guionista muy inteligente y capaz contando ese tipo de historias, sin artificios narrativos o argumentales extraños, pero de una manera moderna e inteligente que hace que el lector conecte con ella y se quede atrapado en ese submundo violento y salvaje.
Las dos historias que recoge este volumen parten de la idea central de la venganza, ya se sabe, un género en sí mismo que sigue vigente en nuestros tiempos (si no que se lo pregunten a Liam Neeson). En la primera de ellas tenemos un atraco que sale mal (otro clásico) en el que muere una joven policía, lo que desencadenará el furibundo ataque de su pareja contra los ladrones, dejando a su paso un reguero de sangre. En la segunda, la frontera entre los “buenos” y los “malos” está mucho más difuminada ya que lo que en principio parece una historia en la que la protagonista tiene que defender a su hermano de la persecución del jefe criminal de la comarca, acaba escondiendo algo mucho más oscuro y trágico.
En ambos casos el peso de la trama la llevan dos personajes muy carismáticos como son Orson Gage y Bree, hombre y mujer de acción que no dudan en hacer lo que sea para lograr su objetivo y que están planamente capacitados para matar a cualquiera que se interponga en su camino. Es curioso que tanto Orson como Bree estén retirados y sean las circunstancias las que los vuelvan a llegar por el camino de sangre y violencia que tantas veces antes habían transitado. En este sentido son dos personajes torturados a los que Justin Jordan sabe dotar de personalidad propia sin inventar nada nuevo, pero haciendo que funcionen muy bien por ese halo de misterio sobre su pasado. Mención aparte merecen los secundarios que acompañan a los protagonistas para darles replica y ofrecer detalles de ese misterioso pasado a la vez que añaden un poco de pimienta a la trama.
En lo referente a la parte artística, nos encontramos con dos dibujantes que no pueden ser más diferentes. En la primera miniserie tenemos al gran Matteo Scalera, de sobras conocido por el gran público gracias a Ciencia Oscura. Poco vamos a decir de Scalera, más allá de que siempre es un placer ver sus páginas y de que su estilo sucio y dinámico, viene que ni pintado para plasmar la violencia y la acción del guion que se trae entre manos elevando la historia de Justin Jordan a un nivel superior.
Dead Body Road: Bad Blood, la segunda miniserie, esta ilustrada por Ben Tiesman, dibujante con una trayectoria mucho menor que la de su compañero y al que aún le queda mucho para poder hacerse un nombre. Su dibujo tiene un toque más realista que el de Scalera y pierde buena parte de su dinamismo y espectacularidad, quedándose un poco más que un arte cumplidor, sin añadir nada a la historia que tiene entre manos.
La edición de ECC recoge las dos miniseries de Dead Body Road publicadas hasta la fecha en un volumen encuadernado en tapa dura de 280 páginas por un precio de compra de 32 euros. El único extra que incluye es una galería de las portadas realizadas por Matteo Scalera para las dos miniseries. No hubiera estado de más que se incluyera una pequeña biografía de los autores ya que Justin Jordan y Ben Tiesman no son tan conocidos entre el gran público como Scalera.
En resumen, Dead Body Road ofrece una sesión doble, como esas matinales de domingo en los cines de barrio de antaño, que solo busca entretener y dar a los lectores dos buenas historias cargadas de acción, adrenalina, sangre y mala leche. Y desde luego que lo consigue.