La larga etapa de Jason Aaron en Thor llega a su final y después de cerrar el ciclo en la época actual con la Guerra de los Reinos, ahora toca mostrarnos el destino del Thor del futuro en la miniserie de cuatro números Rey Thor. Al guionista le acompaña el artista Esad Ribic, retomando la historia que ambos comenzaron en Thor: God of Thunder, mostrándonos a un envejecido Dios del Trueno del futuro lejano (muy muy lejano) que se empeña por revivir un universo que parece respirar su último aliento.
El trabajo de Ribic en esta miniserie es sencillamente sensacional. Su estilo pictórico y espectacular es justo lo que necesita una historia de estas características. El diseño de todos los personajes, versiones futuras o nuevas, es realmente acertado. El tono frío y oscuro de sus dibujos es perfecto para que el lector se sumerja en este universo al borde de la muerte en el que se enmarca la historia. Cada viñeta, cada página es un ejemplo de narración épica, sobre todo en las escenas de acción y de batallas. Ribic es el dibujante perfecto para esta versión de Thor y aquí lo vuelve a demostrar.
La trayectoria de Aaron en la colección de Thor ha estado plagada de ideas polémicas que no han agradado a los fans más clásicos del personaje. El Thor indigno y las historias de Jane Foster al mando de Mjolnir han tenido bastante oposición. Pero la versión del guionista del futuro Thor como un envejecido Padre de Todos, sí que ha tenido una mayor aceptación. No en vano es una versión pura de lo que siempre ha sido el personaje: poderoso, furioso, más vikingo que superhéroe y encima con un aire trágico que le sienta como un guante. Además, Aaron también nos presenta a las nietas del protagonista (las Diosas del Trueno), tres jóvenes diosas que ponen el contrapunto perfecto a su abuelo.
Para la última historia de Thor, Aaron lo enfrenta con su némesis principal. Loki tiene la necroespada y con ella quiere matar a su hermanastro y poner fin a toda la vida. Mientras, las Diosas del Trueno parten en una misión de búsqueda de un conocimiento perdido que pueda salvar el universo.
Pero no es Loki el gran enemigo de esta historia. Una parte de Gorr, el Carnicero de Dioses, había quedado atrapada dentro de la necroespada (recordemos que era su arma) y Loki lo trae de vuelta para asegurarse de que Thor muera. El Dios de las Mentiras no se fía de sí mismo y teme que en el último momento pueda perdonar la vida a su hermanastro y para asegurar su destrucción revive al único ser en el universo que puede odiar a Thor tanto como él.
Pero el problema es que Gorr hace crecer la necroespada de tal forma que empuña su forma definitiva: el necropoder y el necroverso, la total oscuridad que devora toda luz y toda vida de un universo que está agonizando y que solo los esfuerzos del Rey Thor y sus nietas pueden mantener a flote.
La última gran historia del Rey Thor será la lucha entre la luz y la oscuridad por el destino mismo del universo. Aaron se despide por todo lo alto del personaje, enfrentándolo a su destino final y aliado con su hermanastro en busca de la redención por todos los errores que ambos han podido cometer.
En los cuatro números de esta miniserie el escritor retoma muchos de los elementos que ha usado a lo largo de su etapa al frente de Thor. Vuelve a contraponer la figura de Thor con la de Gorr, vida y muerte, luz y oscuridad, con el pensamiento de fondo de cuál debe ser el papel que los dioses deben jugar en el universo. También quiere dar su punto de vista sobre la relación de Thor con Loki, dejando abierta una puerta a la esperanza que siempre ha tenido el Dios del Trueno con su hermanastro.
Aunque el ciclo de Aaron parece cerrado y bien cerrado, al escritor aún le quedan algunas ideas en el tintero, conceptos que nos muestra a modo de pequeños vistazos de versiones futuras y alternativas de Thor a cargo de varios dibujantes. Un pequeño bonus track en una gran despedida para una etapa que será recordada con agrado por muchos fans del personaje aunque también hay una gran parte de los aficionados que estaban deseando que este ciclo llegará a su fin y Thor pasará a las manos de otros guionistas.
