Ya podemos disfrutar del segundo volumen de la magnífica Saint Elme, obra de Serge Lehman y Frederik Peeters que en España publica Astiberri y que supone el cierre de una historia negra tan original como atractiva.
Saint-Elme 1. Género negro con toques sobrenaturales que no se puede dejar de leer
El resumen de la editorial es el siguiente: Un apacible pueblo alpino, unos personajes inquietantes, una desaparición, una lluvia de ranas y una investigación arriesgada: bienvenidos a Saint-Elme. Franck busca una salida a su calvario en Saint-Elme sin saber que su hermano está haciendo todo lo posible por encontrarlo. Philippe Sangaré llega a Saint-Elme y se pone tras la pista de su hermano desaparecido. Romane revela a Paco lo que su padre ve realmente en su habitación. El director Jansky intenta una maniobra desesperada para convencer a Roland Sax de que firme el proyecto de Stan y Tania. Y bajo tierra, Franck se deja guiar por las ranas.
Ya comentamos en la reseña del volumen anterior lo bueno que era la trama de Saint Elme, con una interesante historia de género negro con pequeños detalles sobrenaturales y elementos un tanto surrealistas que ganaban en interés según se iban pasando las páginas y conocíamos a todo su reparto coral. El único problema era saber si los autores iban a poder dar respuesta a todas las preguntas que se planteaban en el primer libro, ya que la cantidad de tramas abiertas era considerable. Además, unas tramas que en muchos casos parecían inconexas con el relato general y que resultaban tan interesantes como extrañas. Por eso recomiendo la relectura del primer volumen antes de empezar el segundo, para evitar sentirse perdido y refrescar todo lo que nos han contado.
Pues bien, el señor Serge Lehman se las arregla de maravilla para cerrar todas las tramas abiertas y responder a casi todas las preguntas pendientes (hay alguna que no tiene solución para mantener el misterio). Y lo hace de una manera coherente dentro de la lógica del relato. Es cierto que el recurso de acabar juntando a todos “los buenos” para tener un enfrentamiento final contra “los malos” puede ser un poco simple, pero el caso es que funciona y de esta manera se logra que la historia respire. Todos los personajes acaban brillando en un momento u otro y su evolución y crecimiento a lo largo de las páginas es perfecta. Y esto no es sencillo, sobre todo en una obra con un reparto tan coral como esta. Pero el guion funciona como un reloj suizo, con todas las piezas colocadas en su lugar en el momento justo para que la historia vaya evolucionando rápidamente hasta la conclusión final, de tal manera que es muy difícil dejar de leer este libro una vez que empiezas.
En cuanto al dibujo, solo se puede subrayar lo que ya comentamos en el libro anterior. El trabajo de Frederik Peeters es genial. Sabe dotar de personalidad a los personajes a la vez que nos muestra unos escenarios llenos de detalles que llenan de vida al pueblo de Saint Elme. El uso del color vuelve a ser uno de los atractivos de la obra, con un manejo de la paleta cromática muy acertado, dando colores muy vivos algunas situaciones para subrayar el elemento surrealista de determinados pasajes. Y brillando también en unas escenas de acción que cobran mucha importancia en el cierre de la obra.
La edición de Astiberri es muy similar a la del volumen anterior. Estamos ante un integral en tapa dura que recoge los volúmenes tres, cuatro y cinco de la edición original en 248 páginas de gran formato (22 x 29 cm). De esta manera tendremos dos libros que recogen la historia completa en un lujoso formato al que solo se le puede echar en cara la falta de extras. El precio de venta es de 40 euros.
En resumen, el segundo volumen de Saint Elme supone la confirmación de que estamos ante una de las obras más interesantes que se han publicado últimamente en España. Vamos a poder disfrutar de una maravillosa historia negra con elementos sobrenaturales que engancha desde la primera página y que, a pesar de lo enrevesado de la trama, tiene un final perfecto que responde prácticamente a todas las preguntas que se han ido planteando a lo largo de sus páginas. Y todo con un dibujo que casa de manera perfecta con el guion y que brilla con luz propia. Para decirlo de manera clara, si no tienes los dos libros de Saint Elme, ya estas tardando en pasar por tu librería para comprarlos porque no vas a leer muchos comics mejores.