Fue por 2003 cuando la editorial americana decidió poner en marcha una línea de cómics, una serie, en la que Superman y Batman compartiesen a partes iguales protagonismo. Evidentemente esto no fue una idea genuina e inédita desde las oficinas de DC porque, como todos sabéis, entre 1941 y 1986 en World’s Finest Comics ya habíamos tenido narraciones de aventuras vividas por esta dispar pareja de superhéroes.
Algo en lo que si queria diferenciarse esta etapa guionizada por Jeph Loeb era en delimitar, diferenciar, perfectamente ambos personajes y profundizar de manera casi obsesiva en su relación personal. Si en Finest Comics teníamos aventuras con realidades alternativas como principales bases de las aventuras, Loeb quiso desarrollar historias con multitud de aventuras para profundizar en los personajes.
El tomo que reseño en este artículo es el segundo publicado por ECC Ediciones contando entre sus páginas los números 14 al 26 en los que se narran dos arcos argumentales: Poder Absoluto y Venganza. Los anteriores números los podéis encontrar recopilados en el tomo, que yo mismo reseñé, Superman/Batman: Enemigos Públicos.
Poder Absoluto es para mi una historia brillante. Nos traslada una realidad alternativa en la que Batman y Superman dominan y gobiernan el planeta Tierra haciendo uso de toda su fuerza (especialmente Super), controlados por unos nuevos personajes que son capaces de alterar el tiempo (no el climatológico, que probablemente también puedan…). El guionista nos lleva a una perspectiva a la que no estamos acostumbrados: nuestros queridos protagonistas son los villanos (hasta cierto punto del arco argumental), es obligado decir que cuesta verlos en ese papel pero que se disfruta de una manera extraña. El guionista norteamericano mantiene el mismo tipo de narración, una en la que da voz propia a ambos protagonistas, de modo que entramos dentro de la cabeza de cada uno de ellos. Es una historia realmente compleja pero que sabe ser desgranada poco a poco, consiguiendo mantener un ritmo elevado que no hará que perdáis el interés en ningún momento de la lectura. En cuanto al apartado artístico, aquí el jefe es Carlos Pacheco quien dibuja de una manera majestuosa que engrandece mucho el guión. Era un buen momento profesional del artista y este es un claro ejemplo.
Inmediatamente acabar con este genial arco argumental, Ed McGuiness vuelve a tomar las riendas de la cabecera en Venganza. Probablemente el peor arco argumental de los cuatro que desarrolló Loeb para Superman/Baman. Una historia que pierde fuelle con el pasar de las páginas. Una historia que escribió cuando pasaba por unos momentos personales terribles después de perder a su hijo, Sam Loeb. Es comprensible que su cabeza no estuviera puesta en guionizar. No me parece que sea justo por mi parte hacer más crítica de este arco argumental.
Hay dos historias, dos números, dentro de este recopilatorio que harán que se os remuevan los sentimientos. La primera de todas esta dibujada y escrita por autores de la talla de Geoff Johns, Art Adams, Carlos Pacheco, Joe Kelly, Brad Meltzer, Joss Whedon, Brian K. Vaughan, Tim Sale, Pat Lee, Joe Madudeira. En ella Robin recuerda una aventura muy especial que vivió con su ex compañero Superboy.
La otra, la que concluye el tomo es la mismísima historia de Sam Loeb, co-protagonizada por Superman, contada con un sentimiento y emoción que no había tenido la oportunidad de sentir a través de una viñeta jamás, seguro que a más de uno se os escapa una lágrima.
En definitiva, estamos ante un tomo continuista, que va perdiendo fuerza, pero que sigue mantiendo ese especial atractivo que tiene profundizar en las relaciones personales entre ambos personajes. Dislumbrar como dos héroes tan distintos, la noche y el día, la luz y la oscuridad, son capaces de unir sus fuerzas para derrotar un enemigo común. Se conocen el uno al otro de manera profunda y yo diría que son los amigos perfectos. Un tomo con altibajos, más que el primero, pero que de algún modo están justificados, no os echéis para atrás por esto, son muchos más los aciertos, casi merece la pena solo por la historia final que os dejará una huella imborrable.
Con este segundo tomo protagonizado por los dos estandartes de DC Comics concluye la etapa de Loeb a cargo de la cabecera, contando con una extensión total de 26 números. Dicha cabecera no concluyó aquí si no que se extendió hasta las 87 entregas, llegando justo al inicio de lo que supuso uno de los mayores reinicios de la editorial: New 52. A priori ECC tiene intención de publicar al menos un tomo más.