‘Smiley’ es un manga publicado por Arechi manga aquí en España y que a día de hoy han visto la luz dos números y han tenido una gran acogida.
Mitei Hattori, ha sido muy inteligente al plasmar en esta historia algo que está muy presente en la actualidad japonesa como son las sectas y lo que conlleva su pertenencia a una de ellas. Si a eso le sumas el sistema laboral del país que premia a quienes viven por y para su trabajo y que deja a un lado la vida privada, tienes un coctel que tiene todos los ingredientes para funcionar.
‘Smiley’ tiene a Yuji Kamome como protagonista, un periodista que es adicto a su trabajo y ello lo ha convertido en alguien solitario al que su mujer abandonó tras un trágico incidente. La trama nos llevará a acompañarlo a investigar lo que hay tras una secta llamada la Hermandad del Corazón Sonriente, tras recibir en casa la visita de dos de sus integrantes.
Pronto se va a dar cuenta que se ha adentrado en un mundo sórdido, espeluznante y muy perturbador que esconde mucho más de lo que la gente de a pie puede ver. Este manga destaca por la capacidad de sumergirnos en un mundo repleto de misterio y tensión, donde la muerte va a estar muy presente en todo momento.
Mitei Hattori maneja muy bien el suspense y la constante sensación de peligro para que sintamos el miedo y el riesgo que corre nuestro protagonista al investigar a esa secta. Nos nos engañemos, Kamome no es un periodista que solo busca la verdad, es alguien capaz de cualquier cosa para conseguir sus fines. Es esa ambigüedad la que le da una carga emocional y de profundidad al personaje, haciendo que su viaje sea más interesante y, por momentos, conmovedor.
Es a través de todo lo que sufre y rodea a Kamome, que este manga aborda algo tan universal como es la pérdida, el sentimiento de exclusión y como las personas lidian con el dolor de muchas maneras diferentes. La terapia de la risa se lleva hasta su lado más terrorífico con la trama de este manga, ya que todo lo que rodea a la secta es perturbador y nos va a dejar muchas puertas abiertas que nuestro protagonista deberá cruzar.
Como buen manga de suspense, ‘Smiley’ va a tener giros argumentales y revelaciones que nos mantendrán pegados a cada una de sus páginas, siempre manteniendo la coherencia dentro de la historia que nos está contando el mangaka.
El apartado gráfico de ‘Smiley’ es otro de sus puntos fuertes. Hattori utiliza un estilo detallado y expresivo que no solo perfecciona la atmósfera sombría de la historia, sino que también acentúa las emociones de los personajes. Las expresiones faciales de los sectarios son una parte muy importante de la trama y el autor consigue que sean tan amenazadoras como para lograr incomodarnos.
Hattori consigue, con su narrativa, mezclando momentos de tensión con la Hermandad y situaciones más cotidianas que el lector sienta que la secta es algo que siempre está presente, pero a la vez nadie sabe de su existencia.
Conclusión
‘Smiley’ es uno de esos mangas de temática adulta que me encantan y que disfruto. Como fan de la cultura nipona, tengo constancia de la repercusión de las sectas en la actualidad del país y es por ello que este manga lo siento tan real.
Su trama engancha desde el primer momento y sus personajes principales tienen la suficiente profundidad para que empaticemos con ellos y sus trágicas historias alrededor de la Hermandad del corazón sonriente.
Si, como lector, buscas una trama repleta de suspense, con tensión y algo de crítica social, ‘Smiley’ es tu manga.
Mitel Hattori tiene la habilidad para equilibrar la acción y la introspección y eso es lo que hace que estés ante una lectura muy absorbente.
‘Smiley’ es una obra que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión. Con su narrativa atractiva, personajes bien desarrollados y un dibujo impresionante, es un manga que deja huella. Para cualquiera que busque una historia adictiva, tanto en contenido como en emoción, es una elección excelente.
Aquí os dejo la web de Arechi manga donde encontrar ‘Smiley’ y la portada de su primer tomo:
Un saludo y no olvides ser felices y sonreír.