El principio del fin ha llegado. Por fin HBO Max ha estrenado la cuarta y última temporada de la mejor serie en emisión del momento. Sentaos en el sofá. Encended la televisión. Los Roy han vuelto. Bienvenidos a Succession.
Nuestra recomendación de Succession
Succession: El Mal destripado correctamente al fin
A partir de aquí, spoilers del primer capítulo de la cuarta temporada, titulado La familia Monster.
Succession comienza con un episodio sencillo en cuanto a localizaciones, en los que quedan definidos (al menos aparentemente) los dos bandos de una guerra sin cuartel tras haber eliminado Logan Roy a sus hijos al final de la tercera temporada.
SATURNO, EL DEVORADOR DE SUS HIJOS.
Es el cumpleaños de Logan Roy, el patriarca de la familia y flamante líder de Waystar co. Económicamente, la empresa va viento en popa y a toda vela. A la adquisición de la plataforma de streaming se añade la compra de Pierce Global Media, la potente empresa de telecomunicaciones cuya compra ya intentó Logan en la segunda temporada.
Sin embargo, Logan no está contento. Algo le falta. Ha perdido a sus hijos, ausentes en la celebración. No me refiero tanto al sentido amor paterno filial, que eso no se estila en esta familia, sino en que no tiene a nadie a quien manipular, maltratar y que luego vuelvan a comer de su mano.
A lo largo de estas tres temporadas, Logan ha oscilado su favoritismo para sucederle en la empresa entre el impulsivo Kendall en la primera temporada, la cerebral Shioban en la segunda y el inseguro e influenciable Roman en la tercera. Ahora, ha perdido a los tres.
A su lado queda la vieja guardia de la empresa, liderados por una Gerry que, como siempre, se maneja con prudencia en los vaivenes del poder. Marcia ha desaparecido y Logan disfruta de la compañía de su “asesora” Kerry.
También permanece el primogénito Connor que, al igual que se plantea gastarse otros cien millones de dólares solo para mantenerse en el 1% de las encuestas estadounidenses y poder tener derecho solo a hablar, aspira únicamente a llegar al 1% de la atención de su padre.
Luego tenemos a Tom, el que mejor ha demostrado jugar sus cartas a lo largo de la serie. Tras aguantar continuas vejaciones de toda la familia y de su esposa, ha dado fe de que el que la sigue, la consigue y ha sido capaz de traicionar a su mujer. Al fin y al cabo y como le dijo a Kendall en la tercera temporada, el padre siempre gana…
Actualmente, ha ascendido hasta ser la mano derecha de Logan y es el principal impulsor del acuerdo con Pierce a través de Naomi. Aunque sigue conservando parte de su patetismo y de su capacidad para medir continuamente su discurso, ya no mantiene esa actitud extremadamente sumisa ante su mujer. Mattew McFayden se merece todos los Emmys habidos y por haber.
Finalmente, Greg, el primo chupóptero, el que ha vendido su alma a Tom solo por ser el último eslabón de la cadena. En el mar de miserables que contemplamos en Succession, tal vez Greg sea el rey. Un hombre capaz de sacrificar a su familia tan solo por disfrutar de las migajas que dejan los demás.
Planteadas las posiciones, cuál es la sorpresa de Logan cuando alguien ha realizado una contraoferta para comprar a Pierce. Ni más ni menos que sus hijos.
LOS HIJOS DEVORADOS
Tras llegar a niveles insospechados de odio durante las anteriores temporadas, la traición de su padre ha terminado por unir a Kendall, Roman y Shiv.
Los vemos al principio del capítulo montando una idea nueva aprovechando la solvencia económica de la venta de la red social. Una idea que motiva y les aleja de su padre.
Sin embargo, una llamada de teléfono de Tom a Shiv que tiene mucho de venganza y poco de inteligencia les hace sospechar de la compra de Pierce Global Media por parte de Waystar. Y los hermanos se lo piensan.
Roman, contra todo pronóstico, es el más prudente y apuesta por continuar con la idea original que los tres han construido. No por la necesidad de construir un camino propio, sino por evitar nuevos conflictos con su padre, la persona que más miedo le da de este mundo (y con razón).
Kendall, para fastidiar a su padre, y Shiv, para hacerle lo mismo a su marido, apuestan por comprar Pierce y levantar un imperio comenzando por una marca contrastada. O, mejor dicho, buscan volver a enfrentarse a su padre robándole su idea en lugar de apostar por una idea propia alejada de este. Lo que para nosotros es una idea estupenda que permite más enfrentamientos en esta última temporada habla muy mal de estos hijos destrozados por un padre amoral.
Finalmente, los hijos devorados compran Pierce y reinician una contienda ante el enfado de su padre.
EPÍLOGO: UNA GUERRA Y UN MATRIMONIO IRRECONCILIABLE
Succession mantiene su calidad maestra caminando por los senderos de las anteriores temporadas. Mismo estilo visual, diálogos afilados y brillantes, además de un cuidado diseño de producción. Y sus personajes, claro.
En la escena final, vemos el encuentro entre Shiv y Tom, un matrimonio todavía unido legalmente pero irreconciliables tras la traición de él. Y tras todas las humillaciones que Shiv ha hecho pasar a Tom y que ahora este parece dispuesto a devolverle.
Y, pese a todo, se quieren. Aunque no puedan estar juntos.
Igual que la familia Roy. Sobre el papel, existen lazos de sangre, pero las diferencias parecen irreconciliables aunque, en el fondo, se quieran. A su manera.
Magnífico inicio cuyo único pero es que, con cada capítulo que pasa, queda menos para el final de una serie que nos hace muy felices.
¡Un saludo y sed felices!
¡Nos leemos en Las cosas que nos hacen felices!
