Netflix ha querido empezar el año 2025 fuerte con Te echo de menos, una adaptación de la novela homónima del prolífico escritor estadounidense Harlan Coben. Al igual que ya sucedió el año pasado con Engaños (Fool me Once) , la plataforma de la N roja quiere atrapar al espectador con este drama lleno de intriga y giros en su trama, la firma inequívoca de su creador.
Te echo de menos es una miniserie de tan solo cinco episodios que está protagonizada por Rosalinda Eleazar como Kat Donovan, una agente de policía que investiga desapariciones; Ashley Walters como Josh, el prometido de Kat; Richard Armitage como Ellis, el superior de Kat; Jessica Plummer como Stacey, la amiga investigadora de Kat; y Oscar Kennedy como Brendan, un joven que denunciará la desaparición de su madre y cuyo caso llevará Kat.
Todas las series de Harlan Coben
Te echo de menos: una trama que se retuerce sobre ella misma.
Kat es una mujer policía que intenta sobrellevar lo mejor que puede su vida después del asesinato, hace once años, de su padre: un oficial de policía de renombre al que admiraba y amaba a partes iguales. A este trágico suceso se une la desaparición de Josh, el hombre con el que iba a casarse. Aunque, en realidad, más que desaparición fue un abandono sin dar explicaciones, algo que a Kat le ha costado superar.
Su vida parece estar encarrilada ahora. Centrada en su trabajo y en su madre, ella deja pasar los días intentando olvidar todo lo que le destrozó hace unos años y sabiendo que aún no ha sido capaz de pasar página.
Y justamente eso es lo que descubrirá cuando su mejor amiga Stacey le recomiende una aplicación de citas online y su sorpresa será enorme cuando en ella se encuentre con Josh. Como era de esperar, Kat contacta con él en un intento desesperado de volver a verlo. Pero lo que sucede es que acaba siendo bloqueada, algo que la deja aun más confundida.
Mientras tanto, el hombre que asesinó a su padre será ejecutado en unos días. Kat tiene muchas preguntas que hacerle y encuentra el modo de colarse en prisión para descubrir que se inculpó del crimen, pero no lo cometió. Sin duda un duro golpe para la mujer, que se encuentra con que el verdadero asesino de su padre sigue suelto en la calle.
Y a todo eso hay que sumar su trabajo. Brendan, un joven adolescente, se pone en contacto con ella para pedirle ayuda para encontrar a su madre, quien se ha ido de viaje con un hombre al que conoció por internet, en una aplicación para citas… Sí, puedes unir los puntos o sumar uno más uno, y la respuesta te llevará a que ese hombre es Josh.
Como te puedes imaginar, la vida de Kat ha cambiado a peor. En solo unas horas, los fantasmas de su pasado han regresado al presente mostrándose de un modo que jamás hubiera esperado. Las heridas a las que creía cerradas y sanadas han vuelto a abrirse trayéndole el dolor de aquellos días. Pero esta vez, Kat está dispuesta a obtener respuestas caiga quien caiga.
No es la mejor adaptación de las novelas de Harlan Coben.
Te echo de menos debe su título a la canción de John Waite de 1984. Una canción que Kat y Josh solían cantar cuando salían de fiesta con sus amigos. Aunque, en realidad la canción dice No te echo de menos en absoluto (I ain’t missing you at all) ; un juego de palabras para ocultar una realidad que resulta ser diferente a lo que se dice.
Algo que cuadra muy bien con las tramas de Harlan Coben y que aquí se vuelve a repetir. Está claro que si algo funciona ¿para qué cambiarlo? El problema es cuando se abusa tanto de él que acaba siendo un montón de clichés que se repiten en cada una de las series que adaptan las novelas del escritor estadounidense.
Con eso no quiero decir que Te echo de menos sea una mala serie, pero tampoco consigue destacar, por lo que se queda a medio camino entre un quiero y un no puedo. Algo que tienen siempre estas adaptaciones es la intriga y el misterio que te atrapa en los primeros minutos con una exposición de hechos que hace que quieras saber cómo continua esta historia. Aquí ya entran los gustos de cada uno, y como seguidora de este tipo de tramas tengo que decir que no me ha resultado tan atrapante como otras.
El espectador va a asistir a una investigación algo sosa y muy conveniente donde las pistas no se buscan, sino que ellas mismas saltan sobre la mesa. A esto se une el popurrí de las tres tramas que se mezcla de un modo poco creíble y eso hace que te cuestiones muchas cosas mientras estás viendo. Sin hablar de que muchos de los giros son previsibles y la sorpresa no existe.
Y el final de Te echo de menos no contribuye a que la miniserie remonte. Todo sucede de una manera precipitada y con muy poco desarrollo, como si tuvieran prisa por terminarla. De manera que te queda una sensación de que algo le falta. Todo queda resuelto y no hay opción a una continuación, pero sientes que una de las tramas (desde mi punto de vista la más interesante) se cierra sin más, y no pude evitar sentirme un poco decepcionada.