Cobra Kai mola. Y con esto ya podríais dejar de leer porque es el mejor resumen de una serie que lleva sorprendiendo a medio mundo desde su estreno en Youtube Originals. La impactante idea de revisitar Karate Kid, todo un clásico de los 80, desde la perspectiva del “malo” de la historia se convirtió en una serie valiente en la que la frontera entre buenos y malos se difuminaba y llevaba un paso más allá la reflexión sobre el bullying escolar y como los adultos mantienen la misma dinámica relacional que los jóvenes del instituto.
Ahora, meses después del final de la temporada 4, Netflix no nos ha hecho esperar y ha estrenado una nueva tanda de capítulos y en este artículo, plagado de spoilers, os voy a contar qué me ha parecido.
Crítica de la primera y segunda temporada de Cobra Kai.
¿Por qué Cobra Kai es una de las series más valientes de los últimos años?
Crítica de la tercera temporada de Cobra Kai.
Crítica de la cuarta temporada de Cobra Kai.
Antes de nada, es importante aclarar que yo jamás me hubiera acercado a Cobra Kai de no ser por Las cosas que nos hacen felices. En concreto, gracias a Mario, sumo sacerdote de este sacrosanto blog, que me recomendó una serie que yo pensaba que iba a explotar la nostalgia sin más de una película que, por otro lado, tampoco es que sea una obra maestra.
Pues bien, fue acercarme a ella y no parar de devorarla hasta el final de la tercera temporada. Y eso que yo soy de los consumidores de series a lo HBO, de los de capítulo por semana, que tanto episodio seguido me agobia.
¿El motivo? Capítulos cortos sin relleno y una trama en la que, como he dicho antes, se reconvertía el maniqueísmo de Karate Kid en los tonos grises de la vida real, con un Johnny Lawrence con un nada atractivo síndrome de Peter Pan y un Daniel LaRusso pedante que vive de las rentas de su éxito en aquella mítica saga. Pero también una reflexión brutal sobre el acoso en el que los frikis se reconvertían en auténticas máquinas de matar (el final de la segunda temporada era demoledor).
A lo largo de estas cuatro primeras temporadas hemos visto cómo se han alternado las historias de los protagonistas de Karate Kid con la de los nuevos personajes, y como estos iban cambiando de Miyagi-Do a Cobra Kai y viceversa de una manera que, a la larga, acababa por dar síntomas de agotamiento.
Llegados a este punto, el final de la cuarta temporada fue rompedor en todos los sentidos. E inesperado. Miguel, el supuesto “nuevo Karate Kid” abandona el combate y se va a Méjico. Halcón, el friki convertido en abusón obtiene su redención ganando con justicia el torneo All-Valley. Tory vence a Samantha LaRusso y descubre la decepcionante revelación de que el árbitro estaba comprado por Silver. Kreese, el brutal villano de la serie, acaba en la cárcel gracias a las tácticas de Silver, que se convierte en el líder de Cobra Kai.
Con esta situación, sabíamos que la quinta temporada iba a suponer la ansiada vuelta de tuerca a una trama en la que, tras treinta episodios, ya estaba pasada de conflictos adolescentes, peleas escolares o viejas rivalidades que iban del amor al odio y vuelta a empezar.
¿Lo ha conseguido? La pregunta tiene difícil respuesta. Pero digamos que, aunque ha conseguido cambiar de tercio lo visto en temporadas anteriores, lo cierto es que la serie ha perdido bastante de su esencia inicial. En resumen, podríamos decir que Cobra Kai cada vez es más Karate Kid que Cobra Kai. Y eso solo puede ser malo para la serie.
INICIO: DEMASIADAS TRAMAS SIN FINAL.
En la primera parte, la más extensa, se plantea la nueva situación que nos dejó la cuarta temporada. Por un lado, Cobra Kai domina el Valle y el Miyagi-Do ha cerrado sus puertas. Por este lado, la trama se centra prácticamente en un Daniel LaRusso totalmente perdido ante un imponente Terry Silver, que vuelve a demostrar la capacidad que tiene para anular a nuestro protagonista.
Por otro lado, Johnny se marcha con Robbie a buscar a Miguel en Méjico.
Tal vez lo más interesante de esta parte de la temporada se la inversión de los roles principales. Porque Cobra Kai sigue siendo la historia del abusón que maduró a base de derrotas y el abusado que, pese a su éxito, jamás pudo cerrar la herida de lo vivido durante su juventud. Hablamos, claro está, de Johnny y de Daniel. El primero parece encontrar el equilibrio en esta temporada y se reconcilia consigo mismo. Sin embargo, Daniel está tan sometido por sus traumas con Silver que pierde el norte pese a la ayuda de Chozen, otro villano reconvertido en héroe en esta temporada.
En estos cinco-seis primeros episodios el tono de la serie varía sustancialmente. Se acabaron los piques entre adolescentes. Cobra Kai se centra casi exclusivamente en los adultos. Hasta la famosa rivalidad Miguel-Robbie se resuelve rápidamente. Eso sí, el hecho de que el enfoque varíe no es necesariamente a mejor.
Porque, al centrarse prácticamente en los adultos, perdemos todo el trasfondo adolescente de la serie y, también, el constumbrismo que nos regalaba momentos impagables. En este sentido, desaparece la bruma de los grises y Cobra Kai pasa a ser, como Karate Kid, un producto de buenos muy buenos y malos muy malos, lo que simplifica mucho la esencia de sus personajes. El mayor ejemplo es, precisamente, el villano de la temporada. Thomas Ian Griffith da rostro y carisma a un villano tan terrorífico como más propio de una película de James Bond que de una serie en el que cada personaje cuelga con su propia mochila. Véase Kreese, que hasta sentíamos su corazoncito en la cuarta temporada.
Además, en estos primeros episodios asistimos a algo nunca antes visto en la serie: tramas que no llevan a ningún lado. Porque lo de Miguel en Méjico queda en absolutamente nada, al igual que la búsqueda de un descanso del karate que demanda Sam.
NUDO: VAMOS A CENTRARNOS.
Llegados a este punto, da la sensación de que los creadores deciden dejarse de tramas secundarias y unir a todos los personajes. Es hasta gracioso la escena en la que Johnny, desentendido del karate los seis primeros episodios, cae en la cuenta de lo mal que está su amigo Daniel.
En esta pequeña preparación, la escena más valiosa es la del entrenamiento de Chozen. Todo un robaescenas y uno de los personajes más divertidos y entrañables de la temporada. Lástima que, llegados a este punto, sentimos que ha faltado mucho de eso… de entrenamiento o de karate ( de karate, no de peleas, que esta temporada va sobrada).
DESENLACE: ¿EL FINAL?
En los dos últimos episodios, como era de esperar, la serie pone toda la carne en el asador y nos vuelve a dar un final inesperado. Porque yo, al menos, esperaba que la lucha entre Miyagi-Do y Cobra Kai tuviera su capítulo final en el cacareado torneo mundial de karate pero, cuál es nuestra sorpresa que Cobra Kai se derrumba fácilmente en el último capítulo.
Por un lado, se trata de un final que bien podría ser el de la serie, al menos narrativamente hablando. El malo malísimo ha sido derrotado. Johnny ha encontrado el equilibrio. Daniel ha derrotado a sus miedos. Sam, Tori, Miguel y Robbie son amigos. Hasta los abusones de Cobra Kai dejan tirado al dojo. El único cabo suelto es el de Kreese, fugado de una cárcel pero, si tiramos de realismo, poco va a poder hacer el hombre estando en busca y captura.
Por el otro lado, no cabe duda que este no puede ser el final de Cobra Kai. Como revisión de Karate Kid que se ha acabado convirtiendo en otra Karate Kid, Cobra Kai debe terminar en un torneo. Aunque claro, sus personajes ya han perdido toda la chicha, salvo que decidan crear nuevas rivalidades.
CONCLUSIONES
Resumo, que creo que he estado muy disperso. Cobra Kai sigue siendo una magnífica serie de entretenimiento propia de Netflix. Está bien realizada e interpretada por actores carismáticos. Pero se nota, por un lado, cierto agotamiento de sus personajes y, por el otro, que su enfoque en el mundo adulto ha derivado en una nueva Karate Kid, una notable aventura de artes marciales pero sin la chispa que hizo de Cobra Kai una de las series más conocidas del mundo.
¡Sed felices!
Lo Kreese si tiene sentido ya que manta raya confiesa que silver lo obligó a a culpar kreese
Esto le daría la libertad de inmediato y se haría otra vez a cargo del dijo
Por otro lado silver saldrá rápidamente de la cárcel ya que tiene el suficiente dinero y puede apagar los abogados que quiera
¡Hola! La serie sigue muy entretenida. A mí incluso me ha gustado más que alguna de las temporadas anteriores, en que había demasiado cambio de bando. Un momento que me encantó fue volver a ver “la grulla”. Y al mismo tiempo, algo que me hubiera gustado ver es más protagonismo de Johnny Lawrence. Ya que al final el que parte el bacalo definitivo es Daniel. Si esa misma pelea hubiera sido con Johnny, grulla incluida, me habría gustado más, ya que el prota de la serie siempre ha sido más Johnny que Daniel (título incluido). Supongo que habrá una temporada más. Está Kreese que se escapa de la cárcel (fuga con Ketchup, jeje), aunque estará en busca y captura por no esperar un poco más. Silver puede seguir moviendo hilos dado su poder o salir incluso, bajo fianza. Y también queda por ahí la sensei chunga japonesa. Me gustó mucho el personaje de Chozen (su punto cómico mola más cuando está serio). El papel de Mike es algo más flojo (menos relevante), se le podría haber sacado algo más de partido. Para una última temporada espero ver (aunque sea solo un cameo) a Hilary Swank y así cerrar el círculo. Es cierto que los adolescentes tienen algo menos de protagonismo, pero con tanto ir y venir de anteriores temporadas me ha parecido bien. Para mí, el verdadero prota de la serie era, y debería seguir siendo, Johnny Lawrence. En fin, sigue muy entretenida de ver. Podría ser un ejemplo de cómo hacer algo divertido y muy entretenido sin gastar millones. ¡Saludos!