30 monedas, la última gran apuesta de HBO, ha llegado este viernes a la plataforma con la firma del inigualable Álex de la Iglesia. La expectación con esta serie es máxima. Al interés que siempre suscita el autor del Día de la Bestia se le añade el hecho de que nos prometían una historia de terror sin concesiones, en la que el director y su habitual colaborador Jorge Guerricaechevarría, habían podido hacer un guion y una realización con total libertad creativa.
Si eres fans del director bilbaíno te sugiero que entres en el top que preparamos de sus películas.
Y el primer episodio no defrauda en absoluto. Desde ese poderoso arranque, con un robo inexplicable lleno de acción, a un final aterrador en el que tampoco falta la adrenalina, todo es realmente magnifico. A lo largo de la hora y veinte que dura (que se pasa en un suspiro) vemos todos las características del cine de Álex de la Iglesia. No faltan el elemento sobrenatural, el humor negro y socarrón, el costumbrismo enfrentado a lo imposible, el amor por la serie B y sus criaturas o su estilo visual un tanto surrealista.
Tener una personalidad cinematográfica tan marcada a veces puede ser un problema ya que puede absorber la obra y que la historia quede de lado. Es un problema que no en pocas ocasiones ha tenido la obra del cineasta bilbaíno, lo que unido a su gusto por el exceso ha hecho que algunas de sus obras no fueran todo lo redondas que deberían. Pero este no es el caso. Si, esas características propias del autor están presente, pero siempre al servido de una historia que presenta a los personajes y la trama a la vez que subraya los elementos que vamos a ver a lo largo de la serie. Y todo con el punto justo de espectacularidad.
¿Qué ocurre en el primer capítulo de 30 monedas?
La primera escena de la serie sirve para presentarnos a los previsibles villanos de la función, un grupo que quiere hacerse con las 30 monedas con las que los romanos pagaron a Judas por su traición a Cristo. Una de estas monedas está en un banco de Ginebra y un tipo imparable entra allí matando a todo el que se pone por delante y recibiendo unos cuantos balazos que no llegan a detenerle. Al final escapa en un coche con la moneda y la persona que le recibe dentro le quita un colgante que llevaba y el ladrón se desploma muerto. Con esta escena que recuerda al mejor John Carpenter, De la Iglesia subraya la importancia de lo sobrenatural en la historia.
Y después toca viajar a Pedraza, un pequeño pueblo español en el que vemos cómo, en medio de una gran tormenta, nace un bebé humano de una vaca. Toma ya terror clásico. Paco, el alcalde del pueblo (Miguel Ángel Silvestre) y Elena, la veterinaria que atendió el parto (Megan Montaner) deciden investigar. El Padre Manuel Vergara (Eduard Fernández), cura del pueblo y un personaje extraño y misterioso descubre que alguien dio el cambiazo a la veterinaria que realizó el parto, una solución mucho más racional.
Antonio (Javier Bódalo), un muchacho del pueblo con problemas mentales, es quien lo hizo y más tarde se lleva al bebé a lo alto del campanario de la iglesia para hacerle un exorcismo y matarlo. El pequeño se salva por la intervención de Elena junto al cura y al jefe de la guardia civil del pueblo, el Sargento Lagunas (Pepón Nieto). Aunque Antonio termina por saltar al vacío no sin antes decir que hace todo esto por los pecados del Padre Vergara.
Paco, ayudado por su mujer Merche (Macarena Gómez) decide investigar al cura y descubre que en el pasado mató un joven en un exorcismo. Después veremos al Padre Vergara recordar ese exorcismo, momento en el que vio salir una moneda de dentro del cuerpo del chico que acabó muriendo. Una moneda que nosotros sabemos de dónde viene y que Elena recuperó del cuerpo de Antonio cuando cayó de la iglesia justo antes de que se lo llevará una ambulancia.
Está claro que el Padre Vergara tiene un pasado oscuro, una sensación que se acrecienta cuando descubrimos que esconde un arsenal en la iglesia.
Mientras, Elena decide interesarte por el estado de salud del bebé, al que está cuidado Carmen (Carmen Machi) y su esposo Marcelo (Mariano Venancio). La visita de Elena a la casa del matrimonio destila mal rollo desde el primer momento, con una interpretación brillante de Carmen Machi dando vida a una mujer trastornada por la muerte de su hijo hace años y que ahora tiene otra oportunidad de ser madre. Pero este niño tiene algo raro, la veterinaria le ve y parece monstruoso, es casi tan alto como ella y además anda por sí mismo.
Elena se lo cuenta a Paco, pero el alcalde no quiere saber nada del tema. Las elecciones están cerca y no quiere mezclarse en nada raro y más siendo ya noche cerrada, ya si acaso investigarán por la mañana. Aun así, acaba acampanando a Elena a su casa, donde esta le cuenta que su marido desapareció un día sin dejar rastro, aunque a nadie parece importarle, ya que todos creen que tenía una aventura con otra o incluso que es la propia Elena la que le era infiel.
El pobre Paco parece un calzonazos y un poco bobalicón al que su mujer, una pija ambiciosa, siempre ha podido controlar. Pero todo este trajín que se llevan el alcalde y la veterinaria no hace más que mosquear a Merche, la mujer del regidor sabe del pasado de Elena, que no se fía un pelo de sus intenciones.
Luego volvemos a la casa de Carmen y Marcelo, donde el hombre no deja de hacerse preguntas sobre el bebé que están cuidando y sobre el extraño comportamiento de su mujer, tan extraño que ante la insistencia de las preguntas de su marido Carmen acaba matándolo con una aguja de tejer sin dudar un segundo.
Al final y ante la insistencia de Elena, Paco y ella van la casa de Carmen y al llegar allí se encuentran al pobre Marcelo colgado boca abajo del techo en una especie de extraña telaraña hecha de lana. El alcalde no puede negar que pasa algo raro y cuando van a ver a Carmen les ataca con la aguja hiriendo gravemente a Paco, aunque Elena logra escapar. El alcalde acaba colgado junto a Marcelo y ve a la mujer manejar un fetiche con la cara de un bebé de juguete con el parece controlar al monstruo en el que se ha trasformado el niño.
La veterinaria se encuentra en su huida al Padre Vergara y al sargento Lagunas que van a ver qué pasa. Los tres junto a algunos otros agentes entran en la casa alucinando por lo que ven. Más aun cuando Carmen empieza a hablar con Vergara en italiano, recordándole el exorcismo fallido y reclamando lo que le robo el párroco. La mujer parece estar poseída, con una enorme fuerza y atacando a todo el mundo, sin que a Laguna le quede más opción que matarla de un disparo.
Todo parece haber acabado y Paco y su mujer van al hospital en una ambulancia en la que también está el cadáver que de Carmen. Pero esta se levanta y hace que su bebé-monstruo venga a rescatarla estrellando la ambulancia.
Su objetivo es ir a la iglesia donde están Elena y el Padre Vergara para recuperar la moneda. La veterinaria tiene que esconderse del monstruo y cuando está a punto de ser devorada, una oportuna llamada de teléfono de Paco le dice que destruya el fetiche para acabar con ese ser, algo que la chica hace para que el monstruo acabe huyendo por las alcantarillas. Mientras, Carmen tiene un cara a cara con Vergara, un cura que no cree en nada por lo que vivió en el pasado. Para él, Carmen no está poseída, sólo es una mujer trastornada por la pérdida de su hijo. Por eso la dispara con balas de fogueo mojadas de agua bendita, lo que acaba dejando a la mujer fuera de juego.
Elena se encara luego con Vergara y le dice que le dé una explicación, pero el cura no ha visto al monstruo y sigue sin creer en nada. Aun así le pide a Elena que le devuelva la moneda, algo a lo que ella se niega acabando el capítulo con un sacerdote hundido pensando en lo que se le viene encima.
Los actores y la producción lucen a gran nivel
En resumen, un capítulo magnifico en el que brilla con luz propia la labor de casi todos los actores, tanto principales como secundarios. Sobresale Carmen Machi haciéndonos ver como su personaje va cayendo poco a poco en la locura (o en la posesión) dando siempre una sensación de mal rollo cada vez mayor que tira de espaldas. En el aspecto negativo tenemos un Miguel Ángel Silvestre que dota a Paco de una personalidad entre bobalicona y sin sangre que no le pega para nada. Ya veremos cómo evoluciona el personaje y cómo maneja De la Iglesia el previsible triángulo amoroso Paco-Elena-Merche.
El nivel de producción es sublime y se nota que HBO no ha escatimado en gastos. Se ve en el uso de grandes exteriores, en los logrados decorados interiores y unos más que correctos efectos especiales, aunque hay veces que el uso del acabado digital queda un poco forzado. Las escenas de acción están muy bien trabajadas y tanto la fotografía como la banda sonora funcionan y logran meternos de lleno dentro de la historia.
Habrá que ver si Álex de la Iglesia logra mantener este nivel tan alto en el resto de los capítulos. El equilibrio que logra el realizador entre el terror clásico de posesiones y monstruos con ese aire de costumbrismo negro está muy logrado y tal vez sea lo que más pueda costarle mantener a lo largo de los ocho episodios que durará esta primera temporada (de un total de tres previstas). Esperamos impacientes el próximo capítulo a ver que nos depara esta apasionante historia de la que en lascosasquenoshacenfelices daremos cuenta todas las semanas.
Im-pre-sio-nan-te. De lo mejor que he visto este año. Cojonuda. Me ha fascinado. Esperemos que no decaiga el espectáculo.
Nada más que añadir maestro, estoy totalmente de acuerdo, aunque me da un poco de miedo, no se si al final se la va ir a las manos a Álex de la Iglesia…
A Álex de la Iglesia siempre, siempre, siempre, se le va la cosa de las manos. No sabe terminar una historia sin caer en los excesos. Cuando no se va al Valle de los Caidos a tirar al protagonista de la cruz, te monta un akellarre con un monstruo esperpértico o acaba arrastrando a los protagonistas por las alcantarillas, etc etc etc La contención y la mesura no forma parte de su vocabulario. Un saludo.
Llevando toda la razón Pedro, espero que la serie mantenga un equilibrio entre calidad y mesura del director 😂😂😂
Opino igual que tu Pedro, por eso el cine de Álex de la Iglesia nunca me ha acabado de convencer del todo. Pero como dice Carlos, esperemos que aquí sepa encontrar el equilibrio, este primer episodio le ha quedado redondo…
¿Por qué le dice Paco que destruya el fetiche? ¿Cómo lo sabe?
Que tal Marta? Creo que lo comento en el artículo. Cuando Paco esta atrapado en la teleraña de lana ve como Carmen maneja el fetiche y se ve que con el controla al monstruo. Por eso sabe que que tiene que destruirlo y así se lo dice a Elena
Un saludo