Bienvenidos una semana más a la Sala de Estudios de King’s Dominion, el lugar desde el que vamos a analizar todos los capítulos de Clase Letal. Así que ya sabéis, si no queréis leer spoilers más os vale ver el capítulo antes de leer este post.
Aquí puedes ver los análisis de los capítulos anteriores
El quinto es el mejor episodio de lo que llevamos de serie. Sin duda. El primero fue un gran arranque y los otros tres siguieron una buena línea. Pero los responsables de Clase Letal se han desmelenado en el este último. Es un capítulo genial desde el punto de vista formal y desde el argumental. Por lo que cuenta y lo importante que es en el desarrollo de la trama y por la manera de contarlo. Así que vamos al lío.
Resacón en Las Vegas
El capítulo empieza con Marcus en el despacho de un sheriff en un casino, totalmente colocado, con las manos llenas de sangre y sin recuerdos de lo que ha pasado. Y encima al poco llega el director Lim ¿Qué ha ocurrido?
Habíamos dejado a Marcus y Billy con la intención de ir a Las Vegas a matar al padre del punk. Y a este viaje se unen Saya, María y Willie. El núcleo de amigos de la escuela de asesinos se va asentando cada vez más. Lo que no saben es que Chico los sigue para vigilar de cerca a María.
Antes de llegar a la Ciudad del Pecado nuestros protagonistas hacen una parada técnica para avituallarse, y conociéndoles, eso sólo puede significar una cosa… drogas, muchas drogas, tantas que se les escapa el tema de las manos. Marcus, con su habitual buena cabeza, se acaba metiendo siete ácidos. Billy es el único que no se droga, centrado como está en su misión de asesinato.
Y es mostrándonos el viaje de los jóvenes cuando llegan a una ciudad llena de estímulos visuales cuando el episodio empieza a ponerse interesante. A través de varios tipos de animación (3D, animación infantil, anime…) se nos muestra el viaje por los ácidos de Marcus, en una escena totalmente sicodélica que demuestra la imaginación y los recursos de los responsables de la serie.
Es un viaje que nos sirve también para entrar en la mente del joven. Vemos visiones de su pasado, de su madre, del asesinato del primer episodio… Al final Marcus reconoce que se tomó todos esos tripis por qué tiene una necesidad patológica de quedar guay, de ser el mejor. No quiere volver a estar solo y sin casa y en King’s Dominion no hay sitio para débiles así que no le queda otra que ir siempre más allá.
Pero el motivo de la excursión era matar al padre de Billy. Aunque antes hace una racionalización de los malos tratos de su padre, es un buen tipo, pero al final su lado bueno ha sucumbido a su parte mala y por eso es todo un cabrón. Billy es un pobre niño que intenta entender por qué su padre es así.
El padre acaba muriendo después de golpearse la cabeza con una mesa en una pelea ente él, Marcus y Bily. Su hijo está muy afectado pero Marcus asume la culpa ya que ha sido un empujón suyo lo que ha hecho que se de en la cabeza. Una muerte más en su cuenta.
Después de deshacerse del cuerpo van al hall del hotel donde Marcus echa unas monedas a una tragaperras ganando un gran premio. Es en ese momento cuando el sheriff del casino se lo lleva a su despacho. Pero el guardia no está interesado en el asesinato, solo es un mal tipo que cuando descubre que Marcus tiene un carnet falso se ofrece a dejar pasar el tema si le da el premio de la tragaperras. El asesino acepta encantado para sacárselo de encima y que no descubra la sangre en sus manos y se marcha con Lim de ese despacho. Y al poco descubre que ni tenía sangre en las manos ni el director estaba allí. Todo era producto de su imaginación desbordada por los ácidos.
Marcus acaba solo en un ascensor al que se sube… Chester, nuestro amigo “caraquemada follacabras”. Le dice que había pensado en matarlo pero ha cambiado de opinión. Ahora, lo matará de la forma más horrible y espectacular que pueda, para hacerse famoso y poder salir en televisión, y se marcha dejando a nuestro protagonista con tan lúgrube amenza. ¿Pero era real o no?
Las drogas casi han acabado con la mente de Marcus y acaba refugiándose en la habitación de las chicas, donde solo está María. Ella dice que ha vivido con alguien que se suponía que la amaba pero que esa persona la maltrataba y sólo buscaba aprovecharse de ella para sus propios intereses, sin importar el precio que la propia María tuviera que pagar. Los dos jóvenes se dan cuenta que son iguales, dos personas marcadas y definidas por el dolor y eso los lleva a acostarse juntos (con reconocimiento del “machote” de Marcus de que es virgen). Justo en ese momento llega Chico.
Una muerte que tendrá nefastas consecuencias
Chico se vuelve loco y quiere matar a un Marcus que logra escapar gracias a María. Tras una persecución por la ciudad el narco da una paliza a su rival y cuando está a punto de matarle llegan todos los demás. Billy dice a Chico que no se puede matar a otro estudiante, le expulsarían por ello, pero está fuera de sí y apuñala al punk.
En este momento tiene lugar un gran dialogo entre Chico y María. Él no entiende como le ha podido engañar con todo lo que su familia ha hecho por ella. Y conocemos de la boca de la joven como los narcos la usaban de niña para poner bombas sin llamar la atención, eso no es amor, simplemente se aprovechaban de ella. Willie logra hacerse con una pistola y apunta a Chico, pero el narco sabe que el pandillero es pura fachada sin agallas para matar a nadie y se la quita.
Cuando todo parece perdido y Chico está a punto de matar a Marcus, María le corta el cuello con su abanico cuchillo. Por fin se ha liberado de su maltratador. Pero tienen que salir corriendo dejando el cuerpo allí tirado. Un cuerpo que acaba encontrándose nuestro amigo Chester… Así que su encuentro con Marcus era real.
El capítulo acaba con los jóvenes en el coche, Marcus al lado de María atrás, besándose y acurrucándose junto a ella. Han pasado por mucho y son dos personas rotas en lo más profundo de su ser. Pero Saya, que va conduciendo los mira por el retrovisor sin que le haga mucha gracia este acercamiento amoroso entre su mejor amiga y el joven asesino.
No hay que ser un lince para saber que la muerte de Chico tendrá graves consecuencias. Además tenemos claro que Chester es la gran amenaza latente para Marcus en la serie.
Así pues hemos podido ver un gran episodio, con una gran plasmación en imágenes de lo que puede ser un viaje de ácido y con la evolución, en mayor o menor medida, de todos los personajes. Desde el maltrato de Billy y María, al viaje al interior de la cabeza de Marcus, pasando por el triángulo amoroso o la caída de la fachada de Willie. Esta excursión a Las Vegas es un punto de no retorno para nuestro jóvenes asesinos.