Después de un último episodio decepcionante, Rick y Morty vuelve con un capítulo que nos recuerda a las entregas más clásicas de la serie y en el que se ofrece un entretenimiento más que digno a costa de una saga cinematográfica de terror que lleva languideciendo desde finales de los noventa. ¿Qué aventuras esperan a los protagonistas más despreciables de la ciencia ficción en el infierno? Abramos la caja de los cenobitas, pongamos la música adecuada y descubrámoslo en este análisis.
De fiesta con Rick y Jerry
La premisa de este episodio es bien sencilla, pero delirante: Rick le pide a Jerry que le acompañe en una noche de fiesta con unos engendros diabólicos reminiscentes de las creaciones de Clive Barker. Pero, aunque su yerno piensa que este científico loco se está encariñando finalmente con él, en realidad pretende pagar una deuda que tiene con estos demonios. Estos seres, para los que el sufrimiento provoca placer, disfrutan del patetismo de Jerry, lo que provocará una disputa entre estos dos personajes cuando se descubra la verdad.
Mientras tanto, Morty y Summer invitan a casa a un nuevo estudiante de su instituto que ha adquirido cierta popularidad, con la esperanza de caerle en gracia. Cuando este muestra interés por la nave de Rick, los dos adolescentes decidirán llevárselo de paseo por el espacio exterior. Sin embargo, la inteligencia artificial del vehículo tiene sus propios planes y acabará decidiendo cuál es el itinerario más divertido, algo que pondrá en problemas a los hermanos.
Una aventura clásica
Tomémonos un momento para respirar con alivio: el bajón de calidad del episodio anterior parece haber sido una excepción y, aunque este capítulo no es de los mejores, tiene el sello de calidad de esta exitosa serie de Adult Swim. A decir verdad, el terror es toda una mina de conceptos para el equipo creativo de Rick y Morty: aunque ya tuvimos una parodia de Freddy Krueger y de La purga, lo cierto es que este género tan versátil se presta a mucho más. Quizás en el futuro podamos ver cómo estos irreverentes personajes se burlan del slasher, del found footage o de otros recursos similares. En esta ocasión, los damnificados son los cenobitas de Hellraiser, saga en horas bajas surgida de la novela The Hellbound Heart de Clive Barker.
Quizás este sea el mayor problema del episodio: las parodias de géneros enteros o de convenciones de la ciencia ficción o la fantasía permiten parodias más completas, mientras que centrar la atención en una sola propiedad intelectual hace que los chistes sobre la misma se agoten enseguida, como es el caso. Sin embargo, algunos de ellos son realmente buenos, atacando una vez más al pobre Jerry y mofándose de la premisa de Hellraiser. El cenobita conocido como Penhead (parodia de Pinhead, con plumas estilográficas en la cabeza en lugar de pinchos) merece mención aparte. ¿Tendrán algo que ver estos seres con el diablo que conocemos en la primera temporada?
El secundario más recurrente de Rick y Morty
La subtrama de Morty y Summer, que da nombre al episodio, parodia a American Graffiti y a todo el subgénero de autodescubrimiento adolescente que nos ha dejado obras como El club de los cinco. Esta pequeña historia, con numerosos giros, también se las arregla para introducir divertidas referencias a Transformers y al mismísimo Galactus, cuyo sosias persigue a los protagonistas durante una de las secuencias en las que la nave siembra el caos por el universo. Este personaje ha sido todo un descubrimiento: aunque ya tuvo un papel muy relevante manteniendo segura a Summer durante Los Ricks deben estar locos, nos enteramos ahora que tiene su propia personalidad y sus aspiraciones. Teniendo en cuenta que vemos a este vehículo en prácticamente todos los capítulos, podría convertirse en un buen secundario.
Esta trama también es consecuente temáticamente con la historia principal, haciendo referencia a la necesidad de ser aceptado y popular que también siente Jerry y que tan común resulta entre los adolescentes. Así, el desternillante personaje del chico atractivo y rebelde es quien más daño recibe a lo largo del episodio (más aún que el propio Jerry), y las escenas finales se burlan con bastante acierto de las jerarquías sociales de instituto que tantas veces hemos contemplado en las películas norteamericanas.
Conclusión
Amortycan Grickfitti no es perfecto ni pasará a la historia de la televisión, pero supone unos veinte minutos de agradable diversión para los amantes del terror y de la ciencia ficción, y su apartado visual es tan espectacular como el de la franquicia que parodia. Se van acabando ya los capítulos de Rick y Morty cuyas escenas hemos visto en los tráileres, por lo que es posible que las próximas entregas de esta temporada nos traigan sorpresas que los creadores hayan decidido ocultar.