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Análisis de Riverdale. Temporada 6. Episodio 10

Nueva entrega de Riverdale y, por lo tanto, nuevo análisis. Desbrozamos hoy el décimo episodio de la sexta temporada o, si lo preferís, capítulo 105 del listado total: su título es Héroes Populares. La serie, creada por Roberto Aguirre-Sacasa, es emitida por The CW y para España por Movistar+.

Bienvenidos nuevamente, riverdaleros, para analizar, como cada semana, un nuevo episodio de Riverdale: ha pasado, por cierto, de todo y Percival Pickens ya es, claramente, el personaje más odiado, creo que por encima de Hiram Lodge a quien, al menos, le hemos conocido algún rasgo de humanidad.

Por otra parte, debo decir que me he reído como pocas veces, pero basta de prólogo y pasemos a analizar ya mismo este décimo episodio de la sexta temporada advirtiendo, como siempre, que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA y recordándoles que pueden leer aquí nuestros análisis anteriores. ¡Al ring!…

El Hombre de Hierro

Como en los viejos tiempos, el episodio se inicia con parlamento en off de Jughead, hablándonos en este caso sobre los héroes y, particularmente, los héroes populares que, según dice, simbolizan para las comunidades el valor de los oprimidos.

Está, justamente, maquinando en su cabeza un plan para elevar a Archie, a tal condición en un momento en que Percival Pickens pareciera tener en un puño a los ciudadanos y hasta controlar sus mentes: el ahora invulnerable pelirrojo podría convertirse en el héroe que necesitan para sacar lo mejor de sí y hacerle frente.

Obvio: Archie rechaza la idea y manifiesta no sentirse ningún héroe, pero Jughead le da ánimos y organiza una serie de eventos para exhibir sus habilidades, como acostarse sobre clavos, recibir golpes de martillo o salir indemne de una cámara a altísima temperatura. Incluso hace venir un veedor del Libro Guinness para que lo registre como “el hombre más fuerte del mundo”.

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Riverdale encuentra su héroe en el hombre de hierro y, tal cual lo planeado, deja de prestar atención a Percival, que mira desde lejos con semblante de pocos amigos. El evento central, sin embargo, es una pelea de boxeo programada con K.O.Kelly (Zane Holtz), aquel a quien viéramos fugazmente en la cuarta temporada de Riverdale y de manera recurrente en la única de Katy Keene, spin-off de corta vida.

Archie podría noquearlo sin problemas, pero la idea no es humillarlo ni arruinar su carrera, sino lograr un momento épico a lo Rocky: K.O. Kelly viene ganando todas sus peleas por nocáut y sería de fuerte impacto para la comunidad ver a Archie terminar de pie aun perdiendo por puntos.

Persona no Grata

Percival cae por el Babylonium y la sorpresa de Veronica es tanta como la nuestra, pues en asamblea había hablado mal del mismo.  Manifiesta arrepentimiento y dice haber subestimado el potencial tanto del casino como de Veronica.

No parece impresionarla con su zalamería, pero su visita se debe a que busca una residencia más permanente en Riverdale y pretende alquilar una de las suites champagne pagando en efectivo por varios años. Yo no dejaría entrar al diablo a mi casa, pero Veronica sí…

Donde hubo Fuego…

Britta ha hecho las maletas y se marcha de Thornhill. No es un alejamiento en malos términos sino lo contrario: sus padres, sabiendo que Cheryl pensaba adoptarla, han sentido culpa y dado marcha atrás en su relación con ella, comprometiéndose a aceptarla tal cual es. Agradece profundamente por el hogar que se le ha brindado y Cheryl, recíprocamente, por haberla ayudado a escapar de su encierro en la mente de Abigail: le remarca que Thornhill siempre será su hogar, así que esperemos verla regresar pues, no sé ustedes, pero yo le había empezado a tomar cariño. Lástima…

En mi análisis anterior, expuse mi desencantado por la resolución simplista del conflicto entre Cheryl y Abigail, quien quedó encerrada en un muñeco devenido en muñeca. Pues parece que ese arco no está del todo concluido y qué bueno que así sea: “Por más que me mires, no saldrás de tu prisión de porcelana para volver a ocupar mi precioso cuerpo” dice Cheryl en uno de sus giros característicos mientras mira desafiante a la muñeca.

Pero aunque estamos en Thornhill y deberíamos estar ya curados de asombro, algo extraño está sucediendo: Cheryl sueña que se quema y, al despertar, está justamente ardiendo, pero de fiebre.

Preocupada, su abuela ha contratado como enfermero a Darius (Austin Miklautch): otro de los rescatados de la cuarta temporada que, de hecho, ya había trabajado para los Blossom, siendo despedido por la propia Cheryl.

Sus apariciones, de todas formas, siguen siendo igual de fugaces y ya no habrá otra, pues despertando Cheryl de otro sueño “fogoso” se encuentra con que en el sillón que él ocupara solo hay un montón de cenizas y, en en el piso, perfectamente calzados y desligados de todo cuerpo, sus pies… Hacía realmente mucho que no lloraba tanto de risa; tuve que poner pausa porque no podía seguir: escenas como esta hacen agradecer la existencia de Riverdale.

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Sembrando Cizaña

Percival presenta una propuesta urbanística para reestructurar el parque de la ciudad que, según dice, luce abandonado: la misma incluye reinstalar en su antiguo emplazamiento la estatua de su bisabuelo, el cuestionado general Pickens. El proyecto, claro, levanta airadas protestas de Archie, Tabitha y Toni, quienes aluden a la condición de genocida que, en su momento, motivara el retiro de su estatua.

Percival prefiere dejar el tema para más adelante, pero su siguiente propuesta causa aún más revuelo: reformular el icónico letrero de la entrada a la ciudad para que diga “Riverdale: no puedes detener el progreso”, desapareciendo toda mención a Pop´s.

Obviamente disgustada, Tabitha protesta, pero Percival le sugiere redigirir sus energías a la eventual competencia por el cartel de publicidad que, junto al anterior, pasaría a estar disputado entre Pop´s y Babylonium. De más está decir que el consejo termina eligiendo al segundo.

Con los días, Tabitha y Toni comprueban que la clientela, tanto en Pop´s, como en el Whyte Wyrm, ha caído de manera sustancial mientras que, por el contrario, la del casino crece a ojos vista. Intrigadas por la razón del éxito, asisten al mismo y comprueban que ahora ofrecen bocadillos y batidos, además de shows en directo en los que Percival oficia como crooner, experiencia que, según dice, ha ganado en el Caesars Palace de Las Vegas y en la Ópera de Sídney, aunque lo que oímos y vemos no parece acreditar tanto…

Las muchachas se marchan decepcionadas por no poder competir, pero al pensarlo bien deciden no rendirse y combatir fuego con fuego (apropiada analogía para la serie).

No les va mal, pero sobrevienen otros problemas: Pop Tate (definitivamente reinstalado en la ciudad) ve con tristeza cómo Pop´s pierde su carácter familiar para pasar a vender alcohol, del mismo modo que Fangs, con estupor, ve cómo Toni danza en plan erótico sobre las tablas del Whyte Wyrm, lo cual, dice, podría perjudicarles en la disputa por la tenencia del pequeño Anthony. La feroz competencia por Percival instalada ha sembrado la cizaña y está produciendo pérdida de identidad en Riverdale…

Rescate Emocional

El combate contra K.O. Kelly tendrá lugar en el Royale, por lo que Archie anuncia que no lo seguirá cediendo para las sesiones del consejo, sino que volverá a promover la actividad deportiva y la contención social a jóvenes con problemas: otro paso para seguirse constituyendo en el héroe que la comunidad requiere, al punto que Jughead ha mandado hacer una estatua de él.

Pero Archie está preocupado de que Percival termine por controlar su mente como lo está haciendo con el resto. Jughead le sugiere que, para no perder su identidad, se aferre a algo que ame o lo identifique a través de un “anclaje emocional”.

Nivel Dos

Percival propone a Veronica “una asociación más robusta” y pasar al siguiente nivel con él como principal inversor. Ella replica que ya tiene socio: Reggie Mantle.  Percival pregunta por qué nunca está allí y cuando ella le responde que se está encargando del concesionario de sus padres, él la invita a ver por sí misma el verdadero motivo.

Picada por la curiosidad, Veronica se dirige a Mantle Motors y se encuentra con la sorpresa de que Reggie ha instalado máquinas tragaperras y juega al póker con mafiosos. Echándole en cara el haber desviado dinero para montar un casino paralelo, da por rota la sociedad y también la relación…

Combustión Espontánea vs. Piroquinesis

Cheryl recurre a los servicios de Betty como agente del FBI para inspeccionar las cenizas de Darius. Al hallar huesos entre las mismas, la rubia recurre al mejor forense del mundo (léase Curdle Jr.) que, con la expresión y tono psicótico que le caracterizan, dictamina combustión espontánea en la cual, al subir brutalmente la temperatura en las vísceras, podrían no quemarse algunas extremidades, como los pies. No tiene lógica, pero no importa: dicho por él, todo es brillante…

Cuando Betty le va con la noticia a Cheryl, esta lloriquea y se pregunta si lo próximo será consumirse ella misma en llamas. Su prima busca calmarla y recurre a una especialista del FBI en esa clase de fenómenos: de pronto, pareciéramos ingresar en algún episodio de Expediente X, Fringe o Sobrenatural.

Lo que le dice es que más que de combustión espontánea, pareciera tratarse de piroquinesis, es decir que Darius no se quemó a sí mismo sino que Cheryl lo hizo mientras dormía. Siempre vengo señalando en mis análisis que la serie es reincidente con el fuego y la historia de los Blossom especialmente, así que suena lógico, pero no importa: yo siempre le creeré a Curdle Jr…

Lo que la supuesta especialista ha sugerido es canalizar las energías de Cheryl a través de un superconductor, por lo que Betty le pide que se concentre en la leña de la chimenea pero sin éxito. La cosa cambia cuando sobre la misma ubica un retrato de su madre Penelope y lo incinera por completo.  Ha sacado el fuego de adentro suyo, pero no el don de manipularlo: bienvenida al mundo de los superhéroes, Cheryl…

A la Tercera va la Vencida

En el Royale, Archie prepara el ring para la pelea con K.O. Kelly cuando Percival le hace una sorpresiva visita. Su voz retumba doble en la mente de Archie mientras le ordena tomar un cúter y clavárselo en el brazo. La herramienta se dobla como papel ante la expresión incrédula de Percival, a quien, además, deja de funcionarle el control mental mientras detrás suyo vemos colgar un retrato de Fred Andrews, el anclaje emocional del que hablaba Jughead…

Percival huye pero no se desalienta y redobla sus apuestas. Invita a Veronica al Whyte Wyrm, en donde esta se encuentra con Tabitha y Toni recreando sobre el escenario la canción Private Dancer, popularizada en los ochenta por Tina Turner.

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Veronica va de rubia y solo con eso nadie la reconoce ni llama la atención: raro habiendo sido dueña del lugar y, además, yendo en compañía de Percival, bastante popular de un tiempo a esta parte.

En privado, él busca llenarle la cabeza con que le han declarado la guerra y propone volar tanto Pop´s como el Whyte Wyrm. El efecto no es el esperado: ella le espeta que no es Hiram y que tiene suerte de que no lo eche de la suite. ¿Qué pasó con el control mental, Percival?

Van dos tiros por la culata, pero no se rinde: haciéndose pasar por fan, se presenta ante K.O. Kelly y, controlando su mente, lo hace lanzarse entre el tráfico (no parece haber tanto en la noche de Riverdale) y acaba hospitalizado. Ergo: no puede combatir…

Punto Débil

Percival llama a Archie y se ofrece como voluntario para reemplazar al accidentado; según dice, fue el mejor en boxeo en Cambridge. Si Archie pierde, deberá reinstalar personalmente la estatua de su antepasado pero si gana, él deja el consejo.

A pesar de que Archie busca concentrarse nuevamente en su padre, sus fuerzas flaquean sorpresivamente durante la pelea: Percival lo muele a golpes y logra derribarlo tres veces hasta dejarlo fuera de combate.

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Ni Archie, ni Jughead ni Betty entienden qué pasó, aunque todo conduce a pensar que Percival ha dado con la debilidad de Archie: el paladio. Betty descubre, en efecto, que la pieza que tenía ya no está en su casa y un flashback nos pone al tanto de que, con anuencia de Alice, Percival ha entrado para dominarla mentalmente y, tras sonsacarle el punto débil de Archie, hacer que le entregue el paladio.

En tanto, el intento de Percival por enfrentar a las muchachas a Veronica con Toni y Tabitha hace que, por el contrario, se asocien.  Sorprendido, escucha a Veronica contarle que Pop´s tendrá un local de comida a ganancias divididas en el vestíbulo del casino que, a su vez, donará dos máquinas tragaperras al Whyte Wyrm a cambio de un porcentaje.

No entiendo por qué tanto esmero en explicarle su proyecto al detalle, pero entre tantas cosas, le dice además que la idea fue de Tabitha. Mientras contempla, luego en la noche, la restaurada estatua de su bisabuelo, Percival anuncia que irá por ella…

Balance del Episodio

Me encanta Riverdale cuando se toma el pelo a sí misma; por lo tanto, me ha gustado este episodio a pesar de los ya clasicos disparates que, en realidad, contribuyen a darle encanto. Cuando, por ejemplo, Cheryl se angustia al saber de su piroquinesis, Betty le dice: “cosas más extrañas han pasado en Riverdale”, que es lo que estamos pensando todos. Y lo de “cosas más extrañas” (stranger things) es claro guiño a la serie de Netflix.

Percival se va afirmando claramente como el villano por excelencia de la temporada y era de esperar que alguien recogiera la antorcha de Hiram. En la comparación, a Percival se lo ve aún menos contradictorio y, si se quiere, menos humano, pero mostró en este episodio algunos momentos de debilidad que indican que no tiene las cosas tan controladas como pretende hacernos creer: le vimos nervioso y hasta asustado en un par de oportunidades…

Eso sí: creo que para esta altura debe haber consenso en que Percival es el personaje que todos queremos ver muerto, un Joffrey Baratheon en Juego de Tronos o un Negan en The Walking Dead. Y ya que hacemos analogía con tan icónicos villanos, se me ocurre que lo harán durar algo más, amén de alguna derrota circunstancial.

Tenemos además la novedad de que Cheryl también tiene superpoderes, con lo que hay casi equipo completo: una especie de Liga de la Justicia de Riverdale o quizás le vaya mejor Vengadores, pues venganza es justamente lo que les estamos pidiendo ante todos los atropellos que viene cometiendo Percival. ¿Unirán fuerzas en una batalla épica? Qué bueno sería…

Contrariamente al resto, lo de Cheryl no parece tener relación con la explosión. La propia Betty lo ve como culminación de una vida familiar signada por el fuego. Cierto, pero agregaría que no solo los Blossom sino también la serie en sí ha sido siempre bastante piromaníaca.

En cualquier caso, su don parecería resultado de alguna evolución o mutación: más X-Men que Liga de la Justicia. Sobre el final, la vemos incluso disfrutar de encender velas con la mente y, en el clásico homenaje a Stephen King que hay casi en cada episodio, está leyendo Ojos de Fuego.

¿Es entonces Veronica la única del grupo principal que no tiene poderes? ¿O será que sí los tiene y aún no lo sabe? Me llama la atención, en tal sentido, que Percival maneje la mente de todo el mundo pero en ningún momento lo haya intentado con ella. O es fallo argumental, o no puede hacerlo…

La mejor escena ha sido, desde luego, la incineración de Darius y al respecto me pregunto: ¿qué pasó con sus cenizas? ¿No habrá ningún informe oficial o investigación al respecto? Lo bueno es que si la familia lo reclamase, ya no tiene que pagar cremación…

Sentí mucho el alejamiento de Britta, un personaje que, creo, nos había ganado a muchos en este último tiempo: una pena que la saquen de la historia cuando ya la teníamos incorporada, pero confío y espero que sea una salida momentánea…

Y una pregunta: ¿qué pasó con la vista de Betty y la luz diurna?  Había regresado con un problema  tras perder la pista del asesino, según dijo, en Maine, pero solo la vimos fugazmente con lentes oscuros sobre el principio de este episodio.  ¿Está curada o lo olvidaron?

En definitiva, buen episodio y, sobre todo, muy divertido. Ojalá que en los que sigan no olviden que Riverdale consigue lo mejor de sí cuando se sabe reír de sí misma como aquí lo han hecho.

Hasta la próxima entrega y sean felices…

Rodolfo Del Bene
Rodolfo Del Bene
Soy profesor de historia graduado en la Universidad Nacional de La Plata. Entusiasta del cine, los cómics, la literatura, las series, la ciencia ficción y demás cosas que ayuden a mantener mi cerebro lo suficientemente alienado y trastornado.
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