Muy buenas. Recientemente me he suscrito a AppleTV+ y lo primero que he hecho ha sido ponerme a ver See (¿valga la redundancia?), protagonizada por Jason Momoa. Como a finales de agosto se estrena la tercera y última temporada he decidido traeros el análisis de las dos primeras temporadas por separado y posteriormente el de la tercera. Sin más dilación comenzamos.
Un mundo en el que la humanidad ha dejado de ver.
Lo que me atrajo de esta serie fue su punto de partida, estamos en un mundo distópico en el que tras una pandemia que ha diezmado la población; y sus supervivientes 300 años después son ciegos.
El caso es que con el paso del tiempo eso de ver se considera un mito. Vemos como la humanidad ha retrocedido, así nos encontramos con diversas tribus que veneran nuevas deidades.
Nuestro protagonista es Baba Voss, interpretado por un imponente y colosal Jason Momoa, en el mejor papel de su carrera. Es impresionante cada vez que sale en pantalla, sobre todo en las escenas de acción.
Pero la serie no es original en su concepto, más allá de su premisa. Baba Voss es padre de dos niños (Haniwa y Kofun), que tienen la capacidad de ver. Cuando los niños crecen y llegan a la adolescencia quieren ir a la “Tierra Prometida”, donde les espera su verdadero padre biológico, Jerlamarel, un hereje que predicaba sobre las bendiciones de la vista.
Así la primera temporada no es más que una travesía por parajes inhóspitos y llenos de peligro en el que Baba Voss viaja con su familia para que sus hijos se reunan con Jerlamarel.
Por el camino conocemos mucho de este mundo. Por un lado tenemos a la otra parte protagonista del relato. Hablamos de la Reina Kane, Divina Gobernante y monarca absoluta del Reino de Payan. Esta sociedad conoce la energía eléctrica y basa su reinado en ella.
La reina Kane ejerce su poder sin piedad para afirmar su posición. Tiene un general, Tamacti Jun al que manda en busca de los brujos, aquellos que al parecer ven. Tamacti es de lejos uno de los mejores personajes de la temporada por esa forma de moverse y hablar. Una gran interpretación de Christian Camargo.
Gran diseño de producción.
16 millones por episodio es lo que maneja la serie al menos en la primera temporada, colocándola en la más cara de la historia hasta que llegue El Señor de los Anillos. Y hay que reconocer que la serie luce realmente bien. Terrenos apocalípticos abandonados provenientes de una civilización anterior, muchos extras y ambientación en exteriores y vestuario espectaculares. Es un deleite para los ojos, menuda contradicción en una serie donde los protagonistas son ciegos.
Y detrás de esta serie tenemos dos grandes nombres Steven Knight y Francis Lawrence. El primero lo conocemos por Taboo y Peaky Blinders. Lawrence es un reputado director que entre otras, tiene en su filmografía Soy Leyenda o la saga de Los juegos del hambre, desde la segunda parte.
Está tan cuidada la serie que contó con asesores ciegos para poder ayudar a los actores en sus movimientos y en su forma de actuar. También contaron con un biólogo evolutivo para la imaginación de un mundo post-apocalíptico.
Sobre el mundo de See.
En este mundo creado hay algunas inconsistencias en el que hay que hacer un salto de fe, toda la manufactura que crean similar al mundo anterior, ropajes con colores (esto es lo más chocante), armamento, etc. Y todo muy bien realizado para ser ciegos, en fin, como decía hacemos un salto de fe y lo pasamos por alto.
Lo que si me encanta es todo lo relacionado con la amplitud de los sentidos y la ecolocación que queda muy bien plasmado en los combates sobre todo, como decía más arriba, con un espectacular Jason Momoa. Las coreografías son espectaculares y muy trabajadas, basadas en el sonido y el tacto y es de alabar como les ha quedado. Así, en más de una ocasión, a los “brujos” (término que les dan los invidentes a los que pueden ver) Haniwa y Kofun les dicen que el ver es más un estorbo que una ventaja.
Os dejo con la que es para mí la mejor escena de acción de la temporada.
Consideraciones finales.
Para mí esta serie ha sido un gran descubrimiento. No tanto por la historia, al final el clásico “viaje iniciático” de la familia protagonista, sino por todo lo que he destacado, la ambientación, los combates (que no son pocos), y todo lo relacionado con la vida de un mundo que no ve. La amplitud de los sentidos está muy bien trabajado, basado en la ecolocación. En definitiva una serie que entra por los ojos, lástima que nuestros protagonistas no puedan disfrutar de los maravillosos (y a menudo peligrosos) paisajes por los que pasan.
Hola Carlos: excelente reseña y muy interesante la consigna. Honestamente ni tenía registrada esta serie mas que como un título perdido que me cruzaba por allí cada tanto, pero no tenía idea, por ejemplo, de los costos. Me vienen a la cabeza algunas referencias literarias como El País de los Ciegos, de H.G. Wells, el Informe de Ciegos de Ernesto Sábato (una de las partes que compone Sobre Héroes y Tumbas) o La Oscuridad, cuento corto del brasileño André Carneiro. Más allá, claro, de que, por lo que cuentas, hay también claros elementos distintivos. Le echaré un ojo en cuanto pueda. Gracias por la reseña!
Estimado Rodolfo, eres un pozo de sabiduría infinita. Ni me sonaban tus referencias, muchas gracias. Y dale una oportunidad a la serie si puedes. Saludos.
Me alegro de que hayas descubierto esta serie antes de que empiece su temporada final. Yo la sigo desde la primera semana y la verdad es que la disfruto como un enano. Es cierto que hay cosas con las que hay que mirar para otro lado para creértelas, pero son muy menores. Con las increíbles escenas de acción y el papelazo que se marca Jason Momoa es suficiente para tenerme enganchado semana a semana.
He flipado con la serie, en estos días dejaré valoración de la segunda temporada. Gracias por tus aportaciones.