Llegamos a la mitad de la tercera temporada de Star Trek: Strange New Worlds con un quinto episodio de lo más oscuro y siniestro que haya dado la franquicia. La serie, creada por Akiva Goldsman, Alex Kurtzman y Jenny Lumet, puede ser vista por Skyshowtime para España y por Paramount+ para América Latina.
Hola nuevamente, trekkies y no tan trekkies. Aquí estamos para analizar un nuevo capítulo de Star Trek: Strange New Worlds, en este caso el quinto de la tercera temporada, cuyo título es A través de la Lente del Tiempo y que, respetando la alternancia que este último tiempo viene siendo regla, se caracteriza por un tono oscuro, intenso e incluso agregaría angustiante.
Hay mucho que contar porque ocurre de todo, así que lo mejor es comenzar ya mismo a repasarlo para ver qué nos ha dejado. Cumplo en advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA, así como en recordar que pueden leer aquí nuestros análisis previos.
Cenizas de Pasión
Para nuestra sorpresa, la lectura inicial de bitácora la hace el alférez Gamble, convertido desde hace un tiempo en médico subalterno de M´Benga, función que se suponía que iba a desempeñar como sustituto de Chapel hasta que ella volviera. Pero permaneció en la Enterprise después de su regreso y, según manifiesta, se siente bien allí y no tiene demasiado interés en ser destinado a la medicina arqueológica. Lejos estamos de suponer en ese momento que será la primera y última vez que le oigamos recitar una bitácora…
Chapel, en tanto, sigue con Roger, pero los celos nunca mueren y, como quien no quiere la cosa, le pregunta a La’an sobre el carácter de su relación con Spock, a lo que esta responde que no le ponen etiquetas. Quiere además saber cómo se siente Spock con que Roger esté a bordo de la nave y La’an le sugiere preguntárselo ella misma.
Momentos después, Chapel se cruza justamente con el vulcano en el ascensor y hay un silencio recíproco que ella interrumpe para preguntar por qué tiene que ser así cada vez que se encuentran en algún lado. Spock replica que no hay nada de qué hablar y cuando ella pretende indagar en su relación con La’an, él simplemente responde que es una gran instructora de danza, un diálogo que acaba en cuanto Gamble aborda también el ascensor…
Los Inmortales
La Enterprise se está acercando a Valia 9 con el fin de acompañar a Roger en una excavación arqueológica relacionada con tecnología antigua e inmortalidad. Lo de excavación es relativo porque en realidad piensan usar los rayos deflectores de la nave para despejar el terreno.
Roger muestra preocupación por cómo pueda comportarse la tripulación, sobre todo considerando que los M’Kroom, especie local que habita el planeta, no son muy sociables y jamás aceptaron, de hecho, unirse a la Federación. Pike le dice que no tiene por qué preocuparse.
La razón del interés arqueológico es la presencia de señales de tecnología avanzada bajo la superficie, pero dada la poca sociabilidad de los M´Kroom, estos solo han autorizado a descender sobre el planeta a un destacamento de pocas personas, haciéndoles de guía y supervisor un tal N´Jal.
El grupo está integrado por Roger, Chapel, Spock y Uhura, más un Gamble muy emocionado por haber sido designado para la misión y un Beto Ortegas autorizado a acompañar como documentalista a pesar de lo molesto que últimamente viene siendo para la tripulación por filmar todo el tiempo de manera insufrible. La única feliz con su presencia es desde luego Uhura, con quien viene haciendo buenas migas desde aquella fiesta de aniversario de la Federación que casi acabara en una de bodas.
Al exponer el sitio arqueológico a la acción de los deflectores, se revela una gran construcción con aspecto de templo y a cuya aparente entrada hay una inscripción en símbolos no identificables, pero que Roger reconocen por ser los mismos de un anillo que encontró a cientos de años luz de distancia.
Cotejando también con símbolos con de otras culturas, Uhura hace de Champolion y determina que la inscripción reza: “El camino a la absolución, solo con sangre dada libremente”. Suena inquietante y algunos piensan en un altar de sacrificios, pero al ser el panel de ingreso explorado por Chapel, esta se pincha accidentalmente con una aguja cual bella durmiente y la sangre, al caer, abre la entrada. Gamble revisa a Chapel y confirma que nada extraño ha ingresado en su cuerpo…
Roger está emocionado, pues el hallazgo podría confirmar su teoría de que los M´Kroom son descendientes de una especie presuntamente inmortal que habría alguna vez plantado allí esa estructura. En un guiño a la cultura pop, a Gamble se le enciende el rostro y exclama: “¡Alienígenas ancestrales!”…
Inestabilidad Cuántica
Al entrar, las comunicaciones con la Enterprise se interrumpen y una vasta sala se extiende ante ellos. Por el piso hay diseminados objetos bellos y luminosos, pero también esqueletos: alguien comenta que al parecer quienes construyeron todo eso no eran tan inmortales, pero también quien presume que los restos podrían corresponder a ladrones de tumbas. Al alzar Gamble con extasiada curiosidad un orbe, el mismo estalla y le deja aullando de dolor y con las cuencas de sus ojos vacías. Llevado afuera, es transportado a la Enterprise, donde M´Benga le colocará nuevos ojos.
El orbe explosivo y los cadáveres son para Spock suficiente señal de peligro y prefiere volver, pero Roger, obnubilado, solo piensa en seguir adelante. Para evitar conflictos con los M´Kroom, se pide a N´Jal su parecer y este,en su lengua, responde que nada ansía más su pueblo que conocer más sobre sus orígenes y llegar al centro de su existencia. Siguen adelante, pues…
Con una cámara-dron, Ortegas explora una sala contigua en cuyo centro hay una extraña escultura azulada que hace que N´Jal lance aterrado una expresión que Uhura traduce como “maligno” y eche a correr hacia la puerta de entrada. Nunca llega: la misma se cierra y rayos azules lo desintegran en plena carrera…
Incomunicados y sin posiblidad de transportarse, los integrantes del grupo debaten si seguir adelante o quedarse allí. La’an dice que la mejor opción es siempre mantenerse activos, así que, para alegría de Roger, eligen el segundo camino.
Gracias al ADN de Chapel (su firma de entrada) logran pasar a la sala de la escultura, pero cuando La´an y Chapel se acercan a la misma, descubren al girarse que se hallan solas. Debido a que las comunicaciones entre ellos siguen funcionando, consiguen contactar a Spock para enterarse que este y Roger también se hallan solos y lo mismo Uhura y Beto. Las tres duplas parecen hallarse en realidades cuánticas diferentes…
El Despertar del Mal
A bordo de la Enterprise, M´Benga se encarga de atender a Gamble, por el cual siente pesar al haber él avalado su partida en la fallida misión. Pero hay más: por alguna razón, sus ojos no se regeneran y, un escaneo del cerebro lo diagnostica como si estuviera muerto. Al saberlo, el joven alférez entra en pánico y hay que sedarlo.
Pike, en tanto, se reúne con Pelia, Scotty y Samuel Kirk para hablar la situación, especialmente lo referente a la falta de comunicación con el grupo enviado a Valia 9 y la imposibilidad de enviar un grupo a rescatarles al haber los K´Room autorizado solo un pequeño destacamento. Además, se analizó el orbe que dejó ciego a Gamble y la conclusión es que contenía algo desconocido y ancestral que ha sido liberado.
El rostro de Pelia se llena de aflicción al decir que no se había topado jamás con un objeto tan antiguo, pero que además le quedó la sensación de que lo que fuera que hubiera allí dentro le provocó un miedo indefinible.
En la enfermería, Gamble despierta, pero claramente no es él. Le menciona a M´Benga a su hija Rukiya, que jamás le nombró ni conoció, y le pregunta si está seguro de haberse despedido de ella o de alguna otra entidad que lucía como tal.
Batel, a quien hacíamos recuperada, entra abruptamente desencajada y, comportándose bestialmente, entablando con el poseído Gamble un diálogo claramente agresivo en alguna lengua extraña y lo llama Vezda, en aparente alusión a su especie. Se le lanza encima en feroz lucha, pero llega Pike y su presencia activa en ella algo que le hace salir de su estado mientras Gamble o, mejor dicho, el Vezda, se da a la fuga.
Creyendo que todavía queda algo del joven alférez en la criatura y sintiéndose aún responsable por él, M´Benga sale a perseguirle y le encuentra en los corredores tomando como rehén a un oficial mientras ve con tristeza yacer en el piso a otro al que claramente ha asesinado. Al verlo, algo parece también activarse en Gamble, que claramente lucha en su interior con lo que sea que le ha poseído y se termina entregando mientras manifiesta al médico su deseo de volver a ser quien era. Consultado M´Benga sobre si llevarlo a la enfermería o al calabozo, la respuesta es obvia…
Realidad Invertida
En el templo, Chapel y La’an descubren una serie de símbolos en la base de la estatua que parecen de muy diversas culturas, pero algunos se reconocen como chinos. Eso no es lo más sorprendente: Chapel descubre además que hay señales vitales en la escultura, aunque pareciera estar viva y a la vez no. Una cierta inestabilidad cuántica la envuelve y hace que sus moléculas cambien todo el tiempo.
Spock, en un plano diferente junto a Roger, descubre más orbes luminosos como los de la sala anterior. Uno de ellos se eleva y al llegar a la altura de su vista, alcanza a ver fugazmente en su interior un indefinible y horrendo rostro de pronunciados dientes que le hace gritar aterrado…
Más cosas extrañas: Uhura descubre que en la cámara de Beto siguen viéndose los seis juntos, de lo cual Spock, tras llamarle la atención un corte en su mano que no recuerda haberse hecho, interpreta que se hallan en una dimensión fragmentada, lo que lleva a pensar que, más que un templo, aquello podría haber sido en el pasado un laboratorio de experimentos cuánticos en el que, sin querer, hubieran traído de otra dimensión a las enigmáticas entidades que debieron después encerrar en los orbes. O quizás podría haber sido también una cárcel, agrega La’an yendo algo más allá…
Chapel, a quien su ADN pareciera hacer sentirse más local allí dentro, conjetura que el problema cuántico podría resolverse uniendo los objetos hallados en diferentes planetas y, en efecto, al unir tableta y anillo, todo vuelve a la normalidad y los seis habitan un mismo plano dimensional. Spock ya no tiene su herida en la mano a la vez que, extrañamente, ha desaparecido el camino que conducía a la puerta de la sala, separada ahora de ellos por el vacío.
En ese momento, Spock se corta la mano con la base de la estatua y descubre entonces que están habitando una realidad invertida en la cual los efectos preceden a las causas. El camino hacia la puerta, por lo tanto, debería aparecer bajo sus pies al caminar sobre el vacío, lo cual implica una auténtica pueba de fe. En efecto, así ocurre y Chapel logra abrir la puerta con su ADN, lo cual les permite salir del lugar y restablecer contacto con la Enterprise para ser transportados. Roger, en tanto, lamenta lo que han debido dejar atrás sin siquiera llevarse alguna reliquia…
El Mal existe…
Mientras tanto, en la Enterprise, el Vezda ha vuelto a poseer a Gamble, quien atrae a su guardia y lo estrangula atravesando el campo de fuerza que los separa como si no existiese. Escapado del calabozo, se encuentra con Scotty, Pelia y Kirk, a quienes exige los códigos de control de la nave.
M´Benga aparece en escena y lo apunta con un faser, pero nunca podría dispararle a Gamble y el Vezda bien lo sabe. Menos complejos tiene Pelia, que lo liquida desde atrás provocando que la entidad escape del cuerpo y, cual luciérnaga, sea atrapada al vuelo por Kirk y encerrada nuevamente en el orbe. Deciden de manera conjunta almacenarla en el búfer de transporte, que es prácticamente la nada misma…
Pelia pide disculpas al apesadumbrado M´Benga por haber tenido que matar a Gamble, pero intenta consolarle con que el muchacho ya no habitaba ese cuerpo. Algo similar dice Batel a Pike, quien, ya recuperada, afirma haber sentido dentro de ella algún ente diferente al que poseía a Gamble, posible remanente de las crías gorn que su cuerpo reabsorbió.
Cuando Beto pregunta si las entidades eran malvadas, Spock dice que el bien y el mal son relativos, pero Pelia replica que el mal existe y ha estado allí con ellos. M´Benga envía un mensaje de condolencias a la familia del alférez fallecido y, al irse, la pantalla comienza a parpadear. ¿Sigue entonces la entidad activa en el búfer?…
Balance del Episodio
Uno y uno. Esa parece ser la regular solución de continuidad en esta temporada de Star Trek: Strange New Worlds, ya que, por lo menos hasta aquí, a cada episodio intenso le sucede uno ligero y viceversa. El quinto, por lo tanto, debía ser intenso y no solo lo fue, sino también complejo en su trama (quizás el más complejo hasta ahora) y, por sobre todo, oscurísimo, al punto de, por momentos, parecer más El Exorcista que Star Trek.
Y no es una comparación al azar: hemos tenido un hallazgo arqueológico, un Mal del pasado que fue liberado (sí, me sale escribirlo con mayúscula porque así lo he percibido) y gente poseída hablando lenguas extrañas. Eso sí: me dio pena Gamble, pues le había tomado cariño apenas llegar y pensé que le veríamos algún tiempo más. Por cierto, me pregunto y les pregunto: ¿me engaña la memoria o es la primera vez que en la franquicia la bitácora es recitada por alguien que muere en el capítulo? Apelo a ustedes…
En algún momento, Spock dice que el mito de la inmortalidad es común a muchas culturas y yo agregaría que también el del Diablo, pues prácticamente todas tienen, con diferente nombre, alguna versión personificada del Mal mismo. ¿Es aquí el mismo concepto? No lo sabemos, pero más que una criatura de otra dimensión, pareció que estábamos ante el propio Lucifer o quizás el infierno, después de todo, no sea más que otra dimensión…
Los caracteres chinos en la estatua son bastante significativos y quizás nuestro concepto del Mal hunda su raíces muy en el pasado y no provenga de este planeta o, al menos, eso sugiere el capítulo que hemos visto. No sé ustedes, pero no pude evitar sobrecogerme ante la expresión con que Pelia (qué enorme actriz Carol Kane) le replicaba a Spock que el Mal sí existe, algo que, desde luego, no se condice con la lógica del vulcano ni con lo que está dispuesto a aceptar. Y, sin embargo, nada respondió pues, claro, bien sabe lo que vio en ese orbe…
¿Y cómo entra Batel en todo esto? Salta a la vista que el remanente gorn está lejos de dejarla en paz. De acuerdo a ello, ¿a qué se debió su reacción tan primitiva ante la presencia del Vezda? ¿Es posible que los gorn y los Vezda hayan sido enemigos mortales en el pasado?
De ser así, los reptiloides siguen dándonos sorpresas y cada vez descubrimos más cosas detrás de lo que había sido solo una escena de lucha libre en un planeta de alta gravedad, pues más allá de lo icónico y, a su modo, sublime de aquel capítulo de la serie original (Arena, 1×18), el gorn nos caía dentro de todo simpático y, si yo fuera Ben Stiller, me replantearía ahora mismo lo de tener sobre algún mueble de mi casa la máscara original que el actor compró en una subasta.
En definitiva, SNW nos ha entregado otro gran episodio, como viene siendo habitual. Lo paradójico es que no me he sentido bien al terminar de verlo, sino invadido por una terrible angustia rayana en el terror, algo que muy pocas veces me pasó en la franquicia.
Y allí reside justamente una de las grandes virtudes de esta serie: la capacidad de generarnos sensaciones contrapuestas sin perder coherencia ni continuidad, pues no tengo duda de que volveremos a saber de los Vezda y ese parpadeo en la pantalla no es un mero problema técnico. ¿Y por qué mencionó específicamente a Rukiya? Ella también ha estado en el búfer, ¿lo recuerdan…?
Pero bueno, ya sabemos que las tramas de SNW no se continúan necesariamente al episodio siguiente, así que probablemente volvamos a saber de todo eso más adelante. Ahora quiero que el próximo episodio me vuelva a hacer reír porque lo necesito.
Hasta entonces y sean felices. Larga vida y prosperidad…








