Análisis de The Walking Dead: Daryl Dixon. Temporada 1. Episodio 6. Final de Temporada

Con el episodio titulado Coming Home (Volviendo a Casa), único en toda la primera temporada de The Walking Dead: Daryl Dixon que no ha llevado título en francés, ha llegado a su conclusión la misma y analizamos lo que nos ha dejado. La serie, creada por David Zabel, es emitida por AMC+.

Hola otra vez, caminantes del apocalipsis. Bienvenidos sean a un nuevo análisis de The Walking Dead: Daryl Dixon, correspondiente en este caso al sexto episodio de la primera temporada con el cual la misma llega a su fin. No hemos avanzando demasiado en algunas respuestas que quedan pendientes para la próxima, pero el giro más importante (aunque no inesperado) ha sido la aparición de Carol en el final. No tuvimos, en cambio, noticias de Judith a pesar de que Cailey Fleming apareciera en el reparto, de lo que debemos concluir que su inclusión aludía únicamente a su voz en off o a algún fugaz flashback que hemos visto.

El cliffhanger final, por otra parte, deja a Daryl ante una encrucijada decisiva acerca de qué camino tomar. Pero pasemos ya a analizar lo que nos han dejado tanto este episodio final como la temporada al completo, no sin antes dejar de advertir que SE VIENEN SPOILERS DE LA TRAMA ni de recordar que, pinchando en los respectivos links, pueden leer nuestros análisis previos tanto de esta como de las demás series de la franquicia.

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Combate y Fuga

Extrañamente comenzamos con una escena de guerra y salta a la vista que estamos en Normandía, lo cual nos retrotrae casi ochenta años con respecto a los sucesos de la serie. Un soldado agoniza sobre la playa y, mientras alguien pide un médico, alcanzamos a oír que es aludido como Dixon y eso, en efecto, reza su identificación.

Sin entender demasiado y vueltos rápidamente al presente, vemos a Daryl en el centro de la arena y caemos en la cuenta de que la voz que lo alude es la de Codron anunciándole que morirá por lo de su hermano.

Acto seguido y como viéramos al final de la anterior entrega, le sueltan al zombie rápido y poderoso que, por suerte para Daryl, es bastante torpe. Alcanza a clavarle el hacha pero debe soltarla al sentir que sus manos se queman y el enfrentamiento recién acaba cuando, muy simbólicamente, le atraviesa el cráneo con una bandera que hay en el lugar. La multitud ruge.

Desde el palco, Genet no puede ocultar su decepción, pero hay más. Quinn es introducido a la arena y encadenado a Dixon. Interpretan ambos que deben luchar entre sí, pero hay otros planes… Se encienden reflectores y en cada una de las puertas hay un zombie en cadenas: la cosa pinta mal y, desde las gradas, Laurent echa a rezar…

Los caminantes son inyectados con el suero que les pone a mil, pero se les va la mano con uno cuya cabeza explota como grano de pus, pero en rojo. Otros dos se trenzan entre sí y de pronto solo quedan dos. Trabajando en sociedad y en escena que remite bastante a Gladiador, Daryl y Quinn logran dar cuenta de ellos y con la cadena cortan la cabeza del último que queda en pie. Recogiéndola, Daryl la enseña a la multitud como trofeo y la arroja a Genet en abierto desafío.

Esta ha perdido la paciencia y renuncia a todo espectáculo. Da orden a sus hombres de que lisa y llanamente fusilen desde lo alto a los reos, pero los disparos que acaban sonando en el lugar no son de ellos, sino de Fallou, Sylvie y Emile. No sé cómo se habrán infiltrado, pero su desaparición en la entrega anterior presagiaba que les veríamos de un momento a otro.

Entre la batahola, Genet huye con sus guardias llevando cautivos a Isabelle y Laurent, que son dejados en una celda. Está furiosa de que los de la Unión de la Esperanza hayan logrado entrar y exige a sus subordinados explicaciones que no tienen y nosotros tampoco. Daryl, en tanto, consigue cortar la cadena que le une a Quinn, quien parece atravesar un momento de culpa por su posesivo comportamiento para con Isabelle. Será su última confesión porque son atacados por zombies y acaba muerto.

Daryl consigue llegar hasta Isabelle y Laurent, pero están tras una reja y nos viene a la mente aquella visión con que se iniciara el cuarto episodio. De hecho e ignorando al niño, un caminante se abalanza sobre Isabelle y resulta ser Quinn. Desesperado, Daryl le pasa un hacha a Laurent, pero este está en conflicto al ser el zombie su padre. Venciendo, sin embargo, su parálisis, acaba incrustándosela en la cabeza y salvando a su tía. Luego dirá que eso ya no era su padre y que de todas formas nunca lo había sido.

El Nido

Tras despedirse de los de la Unión, Daryl, Isabelle y Laurent se ponen en marcha en un vehículo que les han conseguido e incluso se les suma Sylvie a pesar de haber anunciado en su momento que se quedaría con Emile. Hay, desde luego, una emotiva despedida entre ambos y Daryl la tranquiliza con que lo cuidarán bien. Cuando ella le pregunta si alguna vez ha estado enamorado, él nada responde…

Un desperfecto mecánico les obliga a hacer un alto y mientras Daryl se dedica a reparar el vehículo, le cuenta a Isabelle que la historia se repite. No solo porque él fue criado por un padre que no tuvo padre sino porque justamente su abuelo murió allí mismo, en Francia, lo cual explica la escena inicial del desembarco en Normandía.

Pero mientras él está bajo el chasis y ella no contesta, han caído al lugar los hombres de Genet y entre ellos Codron, en quien la líder ha confiado por tener un motivo para matar a Daryl. Hay un forcejeo e Isabelle termina herida. La orden es matar a los tres, empezando por el niño. Codron parece dispuesto a cumplirla, pero por alguna razón se detiene cuando Laurent le dice que Dios lo ama…

Súbitamente, desvía su blanco y acaba con sus compañeros, tras lo cual dice a Daryl que no morirá hoy, sino la próxima. Les indica cómo llegar al Nido y les recomienda quemar la camioneta para no dejar rastro. El grupo escapa y él regresa con Genet para contarle que fueron emboscados y es único sobreviviente. Sin embargo, ella dice diferenciar los ojos que mienten de los que no, así que rápidamente se da cuenta de lo ocurrido y le hace detener. Por más que le pregunte dónde está el Nido, nada dice…

El grupo, en efecto y siguiendo las instrucciones que él les dejara, llega hasta El Nido, que se halla en la abadía medieval que ocupa la cima del monte Saint-Michel: hasta donde sé es una isla, pero parece ser que ahora estuviera unido a la costa y separado a lo sumo por marismas.

Allí se encuentran con la comunidad que espera por el mesías y con su líder Losang (Joel de la Fuente), quienes les reciben con honores y atienden médicamente a Isabelle. Desde ya que, como todos en esta serie, Losang habla inglés, aunque en este caso tiene algo más de sentido por ser oriundo de New Jersey.

Habida cuenta del arreglo previo que tienen con Daryl, anoticia a este de que a dos días de camino le recogerán unos pescadores que le cruzarán hasta Dover, desde donde podrá embarcarse a Terranova y emprender el retorno a su hogar. Intenta, no obstante, convencerle de que se quede, con el argumento de que a veces, al dejar nuestro hogar, encontramos uno nuevo. Algo parecido le plantea Isabelle, pero no hay forma de convencerle, por más que ella insista en el vínculo especial que ha desarrollado con Laurent y en recriminarle el repetir el camino de su padre al abandonarle.

Tras despedirse del Nido, Daryl llega a una costa en la cual, hecha jirones, flamea una gastada bandera estadounidense en recuerdo del desembarco. Se queda viéndola, pensando seguramente en que simboliza para él su regreso a casa. El lugar está sembrado de tumbas que corresponden, obviamente, a los caídos en el Día D.  Recorriéndolas casi como Eli Wallach en El Bueno, el Feo y el Malo, logra encontrar la de su abuelo y a eso llamo puntería o suerte, pues tengo entendido hay más de nueve mil tumbas en lo que fuera Omaha.

El barco que debe recogerlo aparece a la distancia y él les hace señas que son correspondidas: van en su búsqueda. Pero de las dunas emergen zombies por docenas y ello le obliga a abrirse caminos reventando cráneos a pura maza. Consigue llegar a la playa, pero alguien lo llama por su nombre y en lo alto de un antiguo puesto de vigilancia, ve a Laurent agitando los brazos. Daryl se debate entre quedarse en tierra y tomar su barco…

Oh, Carol…

En la escena final, cruzamos el Atlántico y estamos en las cercanías de Freeport, Maine, donde un motero con aspecto de rudo es perseguido por un misterioso Mustang. El sujeto dispara contra el mismo y le da en el radiador. Apunta luego al presunto conductor, quien desciende con las manos en alto y sus blancos cabellos le delatan de inmediato como Carol (Melissa McBride), de la cual volvemos a tener noticias después de aquella comunicación por radio.

Le ordena abrir el maletero para ver si lleva algo de valor, pero en una distracción Carol le golpea y la cosa acaba al revés: el cautivo es ahora él. Ella quiere saber por qué tiene la moto de Daryl y simplemente responde que la cambió por porquerías a unos marginales. Dejándole maniatado en el maletero, Carol parte con la moto a la búsqueda de los mismos mientras de fondo suena Seconds, temazo casi olvidado de U2 que integrara su tercer álbum War…

Balance de Temporada

El episodio que cierra la primera temporada deja unas cuantas preguntas sin responder, entre ellas cómo lograron los de la Unión de la Esperanza infiltrarse entre la gente de Genet o, más importante aun, a qué se debió que Codron terminara por no matar a Laurent e incluso dejarles escapar: o tiene, como Negan, un límite moral cuando se trata de niños, o bien Laurent ejerce sobre él algún tipo de poder, en cuyo caso deberíamos concluir definitivamente que es especial.

Paradójicamente y a pesar de no haber una respuesta certera al respecto, esa decisión de Codron da algo de interés a un personaje que hasta ahora venía como villano bastante liso y sin desarrollo. Habrá que ver si sigue evolucionando en la próxima temporada o simplemente Genet decide despacharlo a mejor (o peor) vida…

A propósito de Genet, hasta aquí es un villano bastante decepcionante y ni siquiera demuestra demasiadas condiciones de liderazgo por mucho que intente aparecer como una especie de Robespierre con gustos de emperador romano. Y aquel leve atisbo de humanidad que le viéramos al alzar y calmar un bebé abrió un camino que no ha sido retomado, así que seguimos sin conocer mucho de su origen o motivaciones.

Quinn, a decir verdad, me ha parecido un personaje casi de relleno a pesar de su redención final y ni siquiera sabemos en qué momento se produjo en su interior el clic que le hizo arrepentirse de su conducta hacia Isabelle. Podríamos pensar que también sobre él ha ejercido influencia el niño, pero hasta aquí no se había notado demasiado. Al igual que Codron, quedará como otro de esos personajes que toman decisiones misteriosas, con la diferencia de que en su caso ya no creo que podamos esperar respuestas.

Laurent sigue siendo una intriga, que nos hace dudar todo el tiempo sobre las cualidades que sus seguidores le adjudican. De hecho, ha habido en el episodio un par de momentos en que le hemos visto rodeado de caminantes, pero a la larga no le atacaron. Tenemos, en contrario, aquella escena bajo la Torre Eiffel del tercer episodio, pero a la larga tampoco ninguno le mordió. Y si además ejerce sobre los sobrevivientes algún tipo de influjo, todo apunta a que hay algo de él que aún no sabemos y que posiblemente esté ligado a su origen, con ese nacimiento tan especial en el que fuera sacado del vientre de una mujer ya zombificada.

Y si hablamos de influjo del niño, ¿qué tanto ejerce sobre Daryl? Creo que el suficiente para que, en ese debate interno entre la bandera y el niño, termine optando por el segundo, como creo que acabará haciendo. Está también, desde luego, la posibilidad de que lo lleve con él, pero no lo creo: el dato de que su abuelo murió allí no es irrelevante y posiblemente Daryl interprete que ese deba ser también su destino.

La reaparición de Carol fue la gran noticia final y no por inesperada. Pero uniendo aquella comunicación de radio con la desesperada búsqueda de Daryl en que ahora le vemos inmersa, la sensación es que algo ha ocurrido en la Comunidad y no parece bueno. Por algo necesita ir tras él. Y si logra llegar a Francia, puede presentarse un interesante triángulo con Isabelle.

En fin, creo que a pesar de todas las dudas y de la repetición de algunos recursos ya utilizados en otras series, sobre todo en Dead City, hemos visto una primera temporada que aprueba, con un episodio (el tercero) destacándose especialmente sobre el resto, pero saliendo en definitiva airosa por el marco especial que da Francia al apocalipsis zombie y por el indudable carisma de Daryl como personaje, mostrando incluso una evolución que nos lleva a verle más introspectivo, aun cuando cada tanto reflote a la superficie la versión que más le conocemos.

Además, es bueno que hayamos salido un poco de la regla de que cada nueva comunidad de sobrevivientes que aparecía en la franquicia terminara siendo peligrosa.  Por lo menos hasta aquí, la Unión de la Esperanza nos cae bastante simpática.  Quizás en Francia no sea igual que en América.  Y si hablamos de particularidades, a no olvidar la increíble orquesta en Angers, al comienzo del tercer episodio.

El cliffhanger final es lo suficientemente motivador como para esperar con ansias la próxima temporada, sin olvidar que entremedio, claro, tendremos The Walking Dead: The Ones who lives, la serie que sigue a Rick y Michonne cuyo estreno está pautado para febrero de 2024 y que quizás traiga también algunas respuestas relacionadas. Seguramente nos encontraremos otra vez cuando llegue.

Hasta entonces y sean felices…