Bienvenidos al análisis de “Núcleo podrido”, decimocuarto capítulo de la temporada once de The Walking Dead, donde se nos sigue mostrando la verdadera naturaleza de la Mancomunidad y donde Negan nos da un par de grandes sorpresas.
Aquí puedes ver los análisis de los episodios anteriores de The Walking dead
La acción comienza justo donde la dejamos la semana pasada, con Carlson y sus hombres decididos a encontrar el cargamento de armas en el edificio a cualquier precio. Al menos sus habitantes cuentan con los refuerzos de Gabriel, Aaron y los recién llegados Lydia, Maggie y Elijah. Estos últimos se quedan de piedra al ver a un Negan que les cuenta que ahora vive allí y que además se ha casado con la mujer con la que vimos en el episodio anterior ¡Toma ya! Por otro lado, los habitantes del asentamiento insisten en que ellos no saben nada del cargamento de armas.
Lo mejor llega cuando Aaron intenta hacer ver a los habitantes del edificio que ellos vienen de una comunidad mejor y Lydia le contesta que para nada, la Mancomunidad es más de lo mismo, son como los Susurradores, pero con otras máscaras, sólo buscan crecer engullendo a otras comunidades.
Entre todos se organizan para combatir a los soldados y Maggie acaba haciendo pareja con Annie, la mujer de Negan. Está le dice que conoce todo el oscuro pasado de su marido, incluido lo que pasó con Glenn. Y encima tiene otra sorpresa… ¡Esta embarazada! Parece que Negan no ha perdido el tiempo precisamente.
Para colmo de males, aparece un niño en el edificio que no es otro que el pequeño Hershel, el hijo de Maggie, que se había escondido en los vehículos de la expedición. Maggie se entera de la noticia por radio, ya que está con Annie en otra parte del edificio y Negan le promete que cuidará del niño con su vida, algo en lo que Maggie no acaba de confiar. Pero Annie le dice que Negan ha cambiado, que ella lo ve por como es ahora, un hombre bueno en el que se puede confiar ya que ha dejado atrás sus días más oscuros.
Hershel acaba dándose cuenta de que Negan es el “hombre malo” que mató a su padre y cuando menos se lo espera nadie saca una pistola y le apunta. Negan reconoce que fue él quien asesinó a Glenn y que la familia de Hershel no se merecía lo que les hizo pero que si dispara los soldados les pillarán. Al final el niño tiene cabeza y acaba soltando la pistola.
Después de tantas emociones Aaron y Gabriel tienden una trampa a Carlson que les sigue a la azotea con un par de hombre que son eliminados por Elijah. Cuando se quedan solos con él Aaron por fin demuestra tener un poco de sangre en las venas y le dispara, haciendo que Carlson caiga desde el tejado al sitio donde estaban sus víctimas, que se trasforman en zombies y se lo comen. Justicia poética.
El problema viene ahora con que hacer con los habitantes del edificio, ya que Lance no se va a quedar de brazos de cruzados. Gabriel y Aaron van a tener que volver a la Mancomunidad para informar y Maggie parece tener la solución para los refugiados. Y lo mejor para el final, Negan le propone a Hershel que regrese con su madre y la ayude a reconstruir su hogar y que así, cuando crezca, podrá ir a buscarlo y zanjar el asunto.
Pero si este grupo no había robado las armas que Carlson buscaba entonces, ¿quién? Un flashback nos sitúa dos semanas atrás para aclarar el misterio: Leah.
Mientras, en la Mancomunidad
En la otra trama del capítulo vemos lo complicada que puede ser la vida en una Mancomunidad que poco a poco está dejando de ser ese lugar idílico que parecía. Rosita y Daryl están plenamente integrados en el cuerpo de policía (o en el ejercito, ya que sus miembros parecen ser tanto soldados como policías). Pero cuando van a una misión rutinaria son reclamados por Sebastian, el hijo de la presidenta de la Mancomunidad.
Como su madre le ha cortado el grifo de ingresos manda a Rosita y Daryl a una mansión en los límites de la Mancomunidad que está rodeada por un enjambre de Podridos. Dentro hay una habitación del pánico en la que hay un montón de dinero que Sebastian necesita para mantener su nivel de vida. Aunque nuestros protagonistas no están por la labor, Sebastian amenaza veladamente a sus hijos así que no les queda otra que aceptar. Y eso que Daryl había quedado con Carol para comer. Otra vez será.
Rosita y Daryl logran entrar en la habitación del pánico donde se encuentran a una mujer que ya había sido mandada por Sebastian para sacar el dinero en otra ocasión. Se enteran entonces de que ya se habián mandado varios grupos a por ese dinero y que ellos sólo son unas posibles víctimas más. Cuando parece que los zombies van a acabar con ellos llegan en su auxilio Carol y Mercer. La mujer se extrañó de que Daryl no fuera a su cita y acudió al jefe de policía para que la ayudara.
Entre todos logran salir de allí, con la única baja de la pobre mujer que se habían encontrado antes. Cuando llegan a la Mancomunidad Mercer se carga a los policías que estaban ayudando a Sebastian a mandar a gente a esta misión, pero dice a Rosita y Daryl que van a tener que dar el dinero al joven, ya que no podrán enfrentarse a una figura de tanto poder.
Al final del episodio vemos a Lance intentando contactar con Carlson pero no hay manera (normal, le haría falta una ouija). Llega Carol para hablar con él y le cuenta que Sebastian ha estado organizando saqueos con individuos a los que obligaba a cruzar enjambres para conseguirle dinero. Lance reconoce que lo sabía y que incluso ha proporcionado personas que consideraba prescindibles para ser sacrificadas en ese tipo de misiones. Ya se sabe, hay que seguir las normas y si no lo haces, tienes que pagar las consecuencias. Carol le sigue el juego para ganarse su confianza, aunque claramente le asquea.
Valoración del episodio
Una vez más estamos ante uno de los mejores momentos de la serie. Negan por fin parece que se ha ganado la redención que tantísimo tiempo llevaba buscando. La doble sorpresa de que se ha casado y va a ser padre me ha dejado con la boca abierta. Casi tanto como a una Maggie que después de hablar con Annie y ver a su enemigo a través de los ojos de esta mujer, puede pensar en pasar página. Sobre todo, después de ver como Negan esta dispuesto a arriesgar su vida por la de Hershel. Hay varios diálogos realmente potentes entre Negan, Maggie, Annie y Hershel que llegan al corazón…
Otro de los grandes aciertos de lo que llevamos de temporada es como nos están desmontando el mito de la Mancomunidad. Estaba claro que no iba a ser oro todo lo que reluce, pero la manera en que nos están enseñando como esta podrida desde sus más altas esferas (genial el título del capitulo en este sentido), es genial. Aunque no todo iban a ser malas noticias. Mercer parece ser un buen tipo y apunta a ser un buen aliado de nuestros protagonistas.
Dentro de las cosas malas, que también las hay, quiero destacar la muerte de Carlson, que me parece un personaje que podía dar mucho juego. También me chirria un poco la obsesión por el dinero ya que pensaba que la Mancomunidad tenía su propia moneda, que no dependería del papel moneda anterior al apocalipsis. No lo veo muy coherente, pero bueno, lo aceptaremos sin más.
Otro tema que tampoco me acaba de convencer es el de las líneas temporales de la serie. Es muy complicado seguir cuanto tiempo pasa entre los capítulos, pero se supone que bastante ya que a Negan le ha dado tiempo a integrarse en otra comunidad, casarse y estar esperando un hijo. Teniendo esto en cuenta tiene sentido la última escena del capítulo, en la que vemos una despiada Leah muy cambiada respecto a cuando Daryl la dejó escapar con vida (una decisión de la que se va a acabar arrepintiendo). De todas maneras, el tener que ir rellenando nosotros estos huecos se hace un poco difícil y le resta algo de coherencia interna a una serie que tampoco es que se haya caracterizado por eso precisamente.
Queda mucho por cortar en esta temporada final, pero ya vamos viendo que se esta cocinando a fuego lento un enfrentamiento entre la Mancomunidad y el resto de los asentamientos.