Este año hay mucha variedad en la categoría de Mejor Película de los Oscar: un musical, una cinta bélica, una de ciencia ficción, un drama familiar, una película que aborda polémicas e incluso un thriller. Sí, este año los académicos han decidido nominar a mejor película de 2017 un thriller. La cosa es que el thriller en cuestión es toda una ráfaga de balazos contra la sociedad americana profunda durante la crisis financiera mundial, y en concreto americana, que se cebó especialmente con los más pobres. La película es Comanchería (2016), de David Mackenzie, protagonizada por un trío de actores que está brillante: Chris Pine, Ben Foster y Jeff Bridges, nominado a mejor actor secundario por este papel. En Las cosas que nos hacen felices la hemos visto y, aprovechando su nominación, es buen momento para realizar una crítica de esta película necesaria.
La historia de la que parte Comanchería –Hell or High Water en inglés- es muy familiar para España por ejemplo, uno de los países que, hace nada, estaba más inmerso en la crisis finaciera, a pesar de que los políticos se esfuercen en hacernos creer que ya hemos salido.
Narra la historia de dos hermanos (Pine y Foster), que se dedican a atracar las sucursales de un banco para hacer justícia a su manera. Y por otro lado, las pesquisas de dos Rangers de Texas que van tras la pista de los atracadores. Este es a grandes rasgos el resumen del argumento de Comanchería sin destripar motivaciones ni sorpresas. A simple vista puede parecer un simple film políciaco, que lo es, pero lo que importa aquí son los personajes y sus motivaciones, más que los hechos en sí. Eso sí, estos están rodados de una manera directa y clara, y las secuencias de acción, que las hay, tienen un pulso que ya querrían muchas películas. La manera en la que el guión termina colocando a cada personaje en el lugar que le corresponde, con un destino que en cierto modo sabes que le va a tocar (justicia divina podría decirse), es otro de los aciertos de este interesante film.
Es comprensible la nominación de Jeff Bridges como Mejor Actor de Reparto por su papel de ranger casi retirado, en un personaje que se ha visto en multitud de ocasiones: el del clásico polícia que está a punto de retirarse o que coge su último caso antes de la jubilación. En este caso, está aderezado por un actor como la copa de un pino, que es Bridges, ya que además de ser un agente de la ley de vuelta de todo, parece por las pistas que nos dan durante el metraje, que el personaje sufre algún tipo de enfermedad degenerativa, lo cuál ayuda a acentuar ese aire de fatalidad o de final de carrera del personaje, acompañado de un físico que no demuestra si no más que decadencia. Merecida nominación.
El dúo de hermanos también está muy bien trabajado, ya que ambos son muy diferentes a la par que curtidos por la dura vida de la gente pobre en Texas, uno de los iconos de la América profunda, y eso les ha unido. Los actores lo aprovechan para saber representar camaradería sin resultar forzada, y cariño sin resultar simple. Miembros de una familia pobre, víctimas de la falta de corazón de las entidades bancarias, estos bancos son los responsables del drama familiar que provoca que se dediquen a robar a las entidades financieras, todo un ataque contra el sistema que les ha arruinado la vida. Chris Pine es el hermano moral, el inteligente, el que tiene una motivación detrás y un plan, y Ben Foster es el inconsciente, el más descarriado de los dos, pero al mismo tiempo el que tiene el valor para hacer lo que hay que hacer. Esta dinámica logra enganchar al espectador, ya que a pesar de sus diferencias, se llega a entender a ambos hermanos por muy distintas que sean sus motivaciones.
De Ben Foster era más normal encontrarse con el papel que se marca aquí, ya que el actor sí que había demostrado en ocasiones anteriores que él solito puede levantar toda una película (como su recreación del ciclista Lance Armstrong en El ídolo, 2015) pero en el caso de Chris Pine es muy sorprendente, tanto el cambio físico como el nivel de su interpretación en Comanchería. Pine, conocido sobre todo por ser el actor que da vida al Capitán Kirk en la nueva saga de Star Trek, logra conectar con el espectador, componiendo un personaje humano y con el que es fácil empatizar, todo un cambio de registro que Pine supera con nota. Ojalá siga por esta vía. Desde luego siempre es valorable que actores que son conocidos principalmente por papeles de guaperas, decidan ensuciarse un poco la cara y las manos para dar vida a personajes de más enjundia.
Pero sí hay un elemento que convierte Comanchería en un thriller diferente y por encima de la media, es la ambientación. El paisaje es un personaje más durante toda la película, con esas amplías llanuras hasta donde se pierde la vista, y aderezado con contínuas referencias a las entidades bancarias en distintos momentos, esos enemigos de la gente trabajadora que no han hecho si no quitarles el poco dinero que tienen y endeudarlos. Aprovechando nada más que la propia realidad en la que sucede la historia, el director es capaz de transmitir al público esa sensación de una sociedad en crisis social. Incluso algunos de los secundarios, completamente nóveles, ayudan a enfatizar esa idea con continuas muestras de apoyo a los hermanos, ladrones de bancos y justícieros a ojos de esa sociedad.
La música es otro elemento destacable. De la mano de Nick Cave y Warren Ellis, la banda sonora country de Comanchería sitúa aún más al espectador en lo que podría ser hasta un western moderno. Temas muy bien escogidos que acompañados de las imágenes de Texas, transportan a cualquiera a la América más desesperada.
Desde luego es el mejor trabajo de David Mackenzie, el director que orquesta todo esto. Será interesante seguir su carrera a partir de ahora, a ver si lo logrado en Comanchería ha sido suerte o talento tras la cámara.
No se llevará el Oscar a mejor película probablemente, porque compite con monstruos como La La Land o La llegada, pero sin embargo es más que un digno thriller y una película necesaria, para no olvidar que situaciones familiares como la que se muestra en la película, son más reales de lo que queremos pensar. Todo ello acompañado de tiroteos al más puro estilo western, secuencias de atracos con un pulso narrativo envidiable, personajes fatalistas con vidas infelices y unos paisajes y música brutales. Una de las películas del año, y el thriller más completo de 2016.
Y cuando termina la película, entiendes que hasta el título tiene sentido.
Buena crítica, aunque no comparto la nota. Para mí ea una película entretenida y bien realizada, sin más. No suma para llegar al notable.
Hola Hyuga,
Desde luego no ganará el Óscar, pero es muy superior a muchos thrillers que únicamente son pretenciosos. Esta película, únicamente con una historia simple, logra calar mucho más por cómo lo cuenta. Me pareció una película digna de ver, al menos, en lo que llevamos de año.
Saludos!
Muchas veces menos es más. La historia es muy típica, los personajes tópicos pero la forma de contarlo, las interpretaciones, la música y la ambientación son muy difíciles de mejorar. Un notable más que merecido.