Da 5 Bloods: Hermanos de armas, la última película de Spike Lee, ya está disponible en Netflix y desde esta página vamos a contaros que nos ha parecido. Lo primero que hay que saber es que estamos ante una película típica de este director. Spike Lee lleva desde hace más de 30 años (con la mítica “Haz lo que debas”) tratando un mismo tema: el del racismo. Asusta un poco como parece que nada ha cambiado en todo este tiempo ya que el asunto sigue estando de rabiosa actualidad. Sólo hay que ver lo que está ocurriendo en EE UU (y en otras partes del mundo) con el movimiento Black Lives Matter. Así que ya lo sabes, si el tema del racismo te aburre, estas cansado o simplemente no te interesa lo más mínimo, esta película no es para ti.
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En esta ocasión el realizador pone el foco en algo que no se ha tratado muchas veces: la participación del colectivo afroamericano en la Guerra de Vietnam. Da 5 Bloods: Hermanos de armas nos cuenta la historia de cuatro excombatientes afroamericanos (a los que se añade el hijo de uno de ellos) regresando a Vietnam cuarenta y pico años más tarde paras que dejaron allí tras una misión que salió mal. La cinta tiene como objetivo, entre otras cosas mostrar las injusticias que se cometieron en ese conflicto con los combatientes afroamericanos.
La película está localizada en dos periodos temporales distintos, muy diferenciados incluso formalmente. Spike Lee nos cuenta que pasó en esa misión que salió mal y cómo murió el quinto miembro del grupo y lo hace de manera muy curioso. La parte del metraje situada en el pasado está rodada en formato 4 : 3 y con la imagen muy granulada. Eso le confiere un aspecto documental que queda bastante bien. Además, para encarnar a los protagonistas en el pasado no se ha recurrido a actores más jóvenes ni a modernas técnicas de rejuvenecimiento digital (aún tenemos reciente el recuerdo de “El Irlandés”). Los actores son los mismos en el presente y en el pasado, y aunque al principio pueda parecer extraño, la verdad es que funciona.
Está decisión permite al director ir dosificando la información que da al espectador sobre el pasado de los personajes mientras estos recorren Vietnam mostrando cómo les afectó el conflicto. El viaje está divido en tres partes. La primera es la reunión de los antiguos compañeros, donde vemos esa camaradería y hermandad que debieron tener en el pasado. Esta es la parte más amable de la historia, con pasajes incluso cómicos para ir metiendo al espectador en la historia.
La segunda parte es la búsqueda en la selva del tesoro escondido y del compañero caído. Aquí empieza a acabarse el buen rollo. Al ir conociendo a nuestros protagonistas sabemos que no son ningunos santos y que la guerra les dejo heridas que aún no han cicatrizado. Todos, de una manera u otra, acabaron marcados no sólo por la violencia del conflicto, si no por la muerte de su compañero, el líder del grupo. Y es que no era sólo el jefe del batallón, era el pegamento que mantenía unido al grupo y la brújula moral de estos hombres en un periodo convulso en el que el conflicto racial estaba a la orden del día (recordemos el asesinato de Martin Luther King).
La última parte sirve a Spike Lee para enseñar lo que la avaricia hace al ser humando. Cuando encuentran el oro y el cadáver de su compañero todo se viene abajo. Empiezan las discusiones y las muertes hasta llegar un enfrentamiento por el tesoro con los herederos de las fuerzas vietnamitas con las que lucharon hace años.
La cinta se guarda algunos ases en la manga y un par de giros de guion que logran mantener el interés del espectador a lo largo de las dos horas y media que dura. A pesar de que el director deja claro en todo momento el mensaje que quiere dar, no se hace pesado casi nunca. Hay muchas escenas de acción rodadas con buen pulso que demuestran las capacidades de Spike Lee para el cine bélico y de acción.Y los momentos de introspección y los diálogos entre los personajes siempre están bien pensados y sirven para conocerlos mejor, no sólo a los protagonistas, también a otras personas que se van encontrando a lo largo de su camino.
También hay que destacar la belleza de muchos pasajes de la historia. El director y su equipo nos muestran algunas escenas muy bellas, alejadas de la suciedad que estamos acostumbrados a ver en las películas de la Guerra del Vietnam. Los paisajes, las localizaciones y algunos decorados son preciosos.
A pesar de que el mensaje principal es el del racismo. Spike Lee aprovecha para tratar otros temas que le interesan y que están muy bien representados en la cinta. Por ejemplo, la difícil relación entre padres e hijos, sobre todo, cuando los padres tienen un pasado tan complicado. En algunos casos esa relación es trágica y tormentosa, pero en otros puede tener un final feliz, todo depende de las personas. También tiene tiempo para enseñarnos las consecuencias de la llegada de Trump a la presidencia de EE UU, poniendo en riesgo la unidad de un grupo unido (como representación de todo el país) y haciendo que la opinión de los no estadounidenses sea bastante negativa. Incluso tiene tiempo para tratar (muy de refilón) el problema de la adicción a los opioides de los estadounidenses.
Todo cabe en una película bien rodada y con buenas interpretaciones del cuarteto protagonista (Delroy Lindo, Clarke Peters, Norm Lewis e Isiah Whitlock Jr.) que sin ser una obra culmen del cine al menos sí que consigue hacernos pasar un rato entretenido a la vez que nos hace reflexionar sobre temas polémicos que están muy de actualidad en nuestros días.
Buenas, en mi opinión al tratar tanto el tema del racismo hace que la película pierda, como paso con infiltrado en el ku klux klan, que nos la vendieron como una comedia y tenía una premisa interesante, pero luego resulto ser otra película suya sobre el racismo. Se puede llevar el tema en su justa medida como han hecho otras películas como El Mayordomo, que abordaba el tema en ciertos momentos de la película y quedaba bien. En mi caso, aunque la película esta bien interpretada, incluso Chadwick Boseman, que en Black Panther no estuvo muy allá, aquí lo hace bien como en Manhattan sin Salida otro trabajo suyo reciente, en general bien dirigida y con escenas de acción bien hechas, la película pudo ser mejor dado el tema que trataba y el potencial que tenía, pero se alargan mucho en determinados momentos sin necesidad, pudiendo hacer la película más corta así como más llevadera, pero no lo consiguen, no diría que es una mala película porque tiene cosas buenas, pero pudo ser mucho mejor.
Que tal Sergio, ante todo gracias por comentar. A estas alturas todos sabemos ya que las películas de Spike Lee van a tratar el tema del racismo de una manera u otra, así que tampoco engaña a nadie. Luego la decisión sobre si ver una película suya o no ya dependerá de cada uno. Estoy de acuerdo contigo en que la duración puede ser exagerada (es una manía aque tienen los realizadores cuando trabajan para Netflix, tal vez por el hecho de no estar atados por la “ventanas de emisión” de las salas de cine). Pero a mí personalmente se me hizo entretenida al tratar de varias cosas a la vez sin perder nunca el foco de atención en los protagonistas. En cuanto a lo de que pudo ser mucho mejor… En eso te tengo que dar la razón, la película me ha gustado pero no llega a ser una historia redonda. Un saludo
Esta peli es buena, punto.
Gracias por comentar Jordi. Así me gustan a mi los comentarios, cortos y bien claritos, jajajaja. Me alegro que te haya gustado la pelicula