Bienvenidos, auténticos creyentes, a La Tapa del Obseso, la sección de Raúl Sánchez.
Hoy hablaremos de algo que apasiona al Pueblo y que no tiene que ver con el acto sexual de follar: el fútbol. En concreto, del intento de documental que ha hecho Netflix al que han llamado “El caso Figo”. Los viejos del lugar recordar de qué va la cosa y el resúmen para los más viejos u olvidadizos es el siguiente: a finales de los años 90 el jugador más querido del Barcelona fichó por su gran rival, el Real Madrid. Ese fichaje fue decisivo para que llegara a la presidencia del Real Madrid el mismísimo Florentino Pérez, personaje imprescindible para entender el mundo del fútbol del primer cuarto del siglo XXI.
Ha sido muy comentado en el tráiler oficial de este “El caso Figo” la parte en la que sale Florentino Pérez. Le preguntan “¿Quién cree usted que dice la verdad?” y responde “Sin ninguna duda yo, que soy el progagonista“. Podríamos decir que ese fragmento en el tráiler es una pequeña genialidad que sintetiza bastente bien de qué fue en realidad todo el asunto. También hay que decir aquí que muchas críticas al documental inciden en lo mismo: no se cuenta nada que cualquier aficionado medio no sepa. Pero ordena temporalmente algunos hechos y da una visión más o menos aproximada secuencialmente.
Pero sin contexto esto sería solo un deportista millonario cambiando de sitio de trabajo. Algo sosísimo. Para entender la locura colectiva (fabricada y espoleada por periodistas, más luego) que sufrió tanta gente hay que hablar de quién era Figo, qué representaba para los aficionados del Barcelona y cual era la situación general del fútbol español.
El documental empieza hablando más o menos de eso, pero de una manera a la que ya estamos acostumbrados, por triste y agotador que sea. Es decir, esto es un mensaje a los señores anglosajones en 2022: nos parece muy bien que os guste Ernest Hemingway, pero ese señor se flipaba cosa mala y entendió una mierda de las cosas que vió. Por muy romántico y épico que fuera lo que escribiera: la cantidad de chorradas y mentiras que escribió daría para una enciclopedia.
Y aquí volvemos a pintar un Real Madrid-Barcelona como, literalmente, un “España contra Cataluña”. A los de Netflix le ha faltado pasearse por Tanzania y soltar un “son pobres pero no dejan de sonreír”, para luego hacerse fotos con niños y subirlas al Instagram. Esto lo sueltan especialmente sobre una época en la que el Barcelona tenía seis-siete holandeses en plantilla y era muy normal que jugaran como mucho tres-cuatro autóctonos de titulares, lo cual hacía que muchos se quejaran de la falta de identificación de la afición con los jugadores. Luego la realidad sobre estas cosas va por otros lados, como tantas veces, pero ahí siguen. Insistimos: puto Ernest Hemingway, dejadlo en paz. A ver si alguna vez nos olvidamos todos que ha existido.
A partir de ahí podemos decir que se habla de la importancia de Figo en el Barcelona, cosa que está más o menos bien conseguida. Pero en cuanto viene la parte del conflicto del jugador con el Barcelona todo el mundo miente, como es normal. Es raro ponerte delante de una cámara o que te hagan una biografía para ser honesto (por eso las memorias de André Agassi son una maravilla y pequeño milagro). Algunos mienten mejor, otros mienten peor, claro. En general podemos decir que el entonces agente de Figo huele a mentira a través de la pantalla pero es consciente que le da igual. El entonces candidato y luego presidente del Barcelona, Gaspart, miente bastante mal queriendo tapar una inmensa cagada que gestionó evidentemente mal.
Jose Ramón de la Morena, el periodista deportivo más influyente del país en varias décadas, ni se molesta en mentir sobre, ojo, que él mintió al transmitir la noticia del fichaje de Figo y que se inventó cosas al hacerlo. Es significativo de la sensación de impunidad que siempre ha tenido y de un modo de hacer las cosas en las que no se incide. Porque el periodismo es tratado en el documental como un simple mensajero de los hechos y, seamos claro, eso es asquerosamente falso.
Justo en esa época había elecciones tanto a la presidencia del Real Madrid como a la del Barcelona, los dos clubs más importantes del país e instituciones deportivas conocidas en todo el planeta. Quien de verdad se crea que no hubo filtraciones de candidaturas a las presidencias, reuniones de políticos en los que se comenta a quién hay que apoyar, periodistas recibiendo órdenes/escuchando “recomendaciones” sobre a quién hay que machacar o qué cosas no se pueden decir y etc podemos decir que no conoce el más básico funcionamiento del mundo en que vive. Por supuesto nada de eso se comenta en el documental, y sería clave para entender muchos de los puntos oscuros de la historia: ¿qué le dicen a Figo en la reunión en Lisboa para que cambie de opinión? ¿qué ponía realmente en el precontrato que firmó Florentino Pérez con el representante de Figo?.
Como, vaya, se pasa muy de puntillas sobre el papel de la prensa en crear un clima de odio personal contra Figo. No de que cayera mal, no de que se le insulte, no de hacer memes. Odio. Se nos dice que si a quien se odia más es a quien más se ha amado y demás, pero lo que se vivió con Figo fue construído por el periodismo. El lanzamiento masivo de objetos en los primeros Barcelona-Real Madrid, especialmente el primero, fue responsabilidad de los medios de comunicación. No hay nadie que no lo viviera que no diga que se estuvo cerca de una desgracia con heridos.
Por supuesto la imagen icónica de aquel espectáculo violento agitado por los medios de comunicación, el famoso cochinillo que tiraron al cesped, no aparece por ningún lado del documental. Y no sale siendo la imagen perfecta de lo que sucedió: en un campo de fútbol había algo que ni de lejos debería estar allí. Algo que había lanzado alguien. Un lanzamiento de algo extraño que lanza una persona sintiéndose justificado por ello. Y esas justificaciones para hacer esa cosa que solo podemos decir que es una locura en circunstancias normales salieron de algunos sitios y personas. Sitios y personas que desconocemos si solo vemos el documental, por supuesto. Es decir, como no pasan a la historia los culpables de eso y es algo que sucedió como cuando llueve todo aquel show de violencia personal y acoso puede perfectamente volver a repetirse si es necesario. Uno de los mensajes del documental es exactamente ese. Que nadie lo dude.
Son espectaculares todas las intervenciones de Futre, el futbolista del Atlético de Madrid que era el ídolo de Figo. Y que contribuyó al fichaje por una comisión, claro. Lo son por su refrescante honestidad, quizás sea el único que lo sea en todo el documental. Y hablando de honestidad o de falta de ella deberíamos mencionar al teórico protagonista que no es tal, el mismísimo Figo. Siempre fue alguien serio en las entrevistas.
Del documental se deduce lo que ya sabíamos: Figo estuvo mucho tiempo queriendo quedarse en el Barcelona pero queriendo cobrar más, cosa que reconoce incluso Gaspart como normal en el mundillo. Tanto él como su representante usaron en el pasado el interés de un club para pedir más dinero a otro club para firmar, algo que es viejo y habitual en cualquier negocio desde que existe el dinero. Es decir, Puyol estuvo cerca de ser del Real Madrid o Sergio Ramos del Manchester United.
Por los archivos de la época, lo que dice Figo o lo que hacen el representante y Futre queda claro que la decisión de irse la toma tras la reunión en Lisboa con Florentino Pérez. Como hemos dicho, es el gran misterio de todo: qué cosas se dicen de verdad para convencer a Figo de hacer el viaje y qué cosas se dicen en la reunión. La versión del documental es que le dicen que va a ser el centro del proyecto y que se sintió querido, cosa que no decimos que no, pero fueron muchas horas para solo eso. Y quizás no fue lo más importante.
Pero en esencia el documental debería ser “El nacimiento de Florentino Pérez”. Ya hemos comentado que tiene razón en lo que él mismo dice en el tráiler. Es el auténtico protagonista, aunque salga como uno más de los entrevistados, del mismo modo que Drácula era el protagonista de la novela que tiene su nombre aunque no sepamos nunca en el libro su versión de los hechos. Aquí sí nos cuenta su opinión como hace, efectivamente, alguien poderoso: comenta que la clausula a pagar por los intermediarios del fichaje de Figo en caso de no darse era algo orientativo, transmitiendo la idea de que realmente aquello era un pacto de caballeros y que aquella cosa no era importante. Y jaja. Pero por la reacción del representante de Figo y de Futre queda claro que de cosa poco importante, orientativa o graciosa nada de nada. Les quemaba el culo, casi literalmente.
El rumor de que el gran ídolo del Barcelona y posiblemente uno de los 3-4 mejores jugadores del mundo podía fichar por el Real Madrid fue decisivo. Contribuyó y mucho a que el presidente del Real Madrid que ganó dos Copas de Europa perdiera las elecciones…y las ganara Florentino Pérez, quien estaba detrás del fichaje. No era solo un gran jugador: era el jugador más querido por el gran rival. Recordemos que por aquel entonces el Real Madrid vendía jugadores (Redondo, Seedorf) para pagar nóminas, es decir, iba arrastrándose económicamente. Se ganaba deportivamente pero había mucho de pan para hoy y hambre para mañana…Florentino creía en la leyenda del Real Madrid y creía que los mejores debían jugar en el club, estuvieran donde estuvieran, costaran lo que costaran. No solo era ganar: el Real Madrid debía ser protagonista en lo económico y en lo deportivo a nivel mundial.
El fichaje de Figo no era solo un golpe de efecto, como lo fue el fichaje de Futre por el Atlético de Madrid en su día. Era el inicio de un modo de actuar (fichaje del mejor o de uno de los mejores todos los años) que contribuyó a un crecimiento económico increíble, criticado también desde muchos ámbitos atribuyéndolo a los contactos políticos de Florentino Pérez y a ayudas de caracter político. Figo fue el inicio de su primera etapa, que llevó al Real Madrid al primer plano económico mundial de manera indiscutible y más discutible deportivamente. Florentino Pérez terminó dimitiendo decepcionado con la profesionalidad de los futbolistas, como sabemos por los famosos audios que se filtraron.
Su segunda etapa ha seguido con el éxito económico y luego otro deportivo incontestable. No han dejado de aparecer libros, artículos o demás críticos con él. Pero nada de esto sería importante sin el inicio de todo, la génesis, al acceso al poder del club por parte de Florentino Pérez a través de, entre otras cosas, el fichaje de Figo (ojo: ya presentó y perdió unas elecciones a presidente del Real Madrid antes). De ahí que, teniendo el documental su interés por poner en orden algunos de los sucesos del caso Figo, los agujeros de las cosas aún por saber del tema desluzcan el conjunto.
Sed felices.
Y qué más da lo que no nos cuenten? Lo importante es la gloria, la beatificación de Florentino (alabado sea), el relato para la historia. Si, Hemingway flipaba pero ahí ha quedado. Si para llegar a Carletto hemos necesitado a Figo, bienvenido sea. Hala Madrid.