Bienvenidos un sábado más a la sección de los amantes del cómic. Bienvenidos a El cómic de la semana en un día muy especial porque hoy contamos con la firma de Raúl Sanchez, con su sección La Tapa del Obseso. Hoy reseñamos Enanos 7.
Carta a los Fenicios (Enanos 7)
Hoy tenemos otra reunión del culto. Que nadie se engañe: este blog puede dedicar mucho espacio a hablar de capítulos de series de televisión, películas o demás, pero su propósito último es ejercer de medio de propaganda de la Auténtica Fe. Es decir, de expandir la palabra de Jean-Luc Istin, Kyko Duarte, Nicolas Jarry o Jean-Paul Bordier. Dicho de otro modo, de hablar de los cómics de Las Tierras de Arrán, de Elfos, Enanos, Orcos & Goblins y de cada nueva maravilla que sale casi mes en España gracias a la gente de Yermo Ediciones.
Hemos hablado de ello aquí, hemos entrevistado a la gente de Yermo Ediciones e incluso al mismísimo Kyko Duarte. Hemos cantado las alabanzas de la buena nueva. Y vamos a seguir haciéndolo hasta que la Auténtica Fe llegue a todos los seres humanos capaces de leer y que alberguen en su corazón algo de bondad. Hoy toca hablar del séptimo tomo en España de Enanos. Bienhallados aquellos que tenemos todos los tomos y hemos gozado, ya que sabemos que aún nos queda mucho por gozar. No, nos os durmáis, que aún quedan algunos millones de personas que no saben que este maravillosa seie de cómics existe. Edwin de la Forja, el enano de los Enanos es nuestro pastor, nada nos falta.
Enanos 7: Fey del Templo/Brum de los Errantes
En este caso volvemos a la serie de Enanos. De las cuatro series que tenemos en España (y que serán más en el futuro) Enanos es la más política. Es en la que los bocadillos hay más texto y en la que hay más pensamiento del protagonista en cuadros de texto. Los diseños iniciales de Pierre-Denis Goux han llevado a que los dibujantes (como en este caso Deplano y Bordier) sean especialmente minuciosos en cada viñeta, hasta niveles de detallismo a los que estamos muy poco acostumbrados. En definitiva, es la serie de las cuatro con más profundidad psicológica y política. Elfos es más aventurera, Orcos & Goblins la más gamberra y desenfadada y Magos… bueno, de esa serie hablaremos en un futuro próximo.
En el tomo 7 de Enanos volvemos al tema central de esta serie: las normas y reglas establecidas en el pasado que han forjado el mundo de los enanos. Normas que han llevado a grandes momentos de gloria y también a graves problemas para enfrentarse a problemas de la actualidad. Los protagonistas de Enanos pueden venir de la parte privilegiada del muy jerarquizado mundo enano o ser unos parias, pero siempre se topan con la tradición, las normas de hace siglos y los poderes fácticos que viven bien gracias a su preservación. A veces sobreviven. A veces mueren. A veces fracasan. A veces consiguen victorias simbólicas que abren la esperanza al futuro. Pocas veces triunfan de verdad. Dentro de las cosas fantásticas de los cómics de las Tierras de Arrán está el que es un auténtico misterio si los esfuerzos de la persona protagonista van a llevar a algo o si quiera si va a sobrevivir a la historia.
En Enanos 7 las dos historias tratan de personajes aparecidos en cómics pasados como secundarios. El detallismo, proporciones de los personajes y estética tienen una continuidad clara y vuelven a poner a la colección en un nivel altísimo en cuanto a dibujo. Ambas historias entroncan con el tema principal citado más arriba, y siguen más o menos unas lógicas propias adicionales. Son personajes que parecen haber renegado de su propio pasado personal y ese pasado vuelve a ellos. Del cinismo militante sobre la propia vida sentimental nace de manera lógica y creíble un sentimiento de responsabilidad hacia los demás y hacia el futuro. Aquí viene el choque con las jerarquías enanas, las tradiciones y demás.
Pero no solo tenemos eso: se ataca a través de la historia a otro de los lugares comunes de tantas historias de fantasía. Es decir, la idea de que en épocas del pasado la ciencia o la sabiduría era inmensamente mayor, que en el presente apenas podemos ver una brizna de la gloria pasada. Se dispara en el centro de esa idea, e incluso en la primera historia se añade el uso de la ingeniería y las matemáticas como elementos indispensables para poder combatir el Mal. Buena parte de la primera historia trata de cómo construir un puente, de los detalles técnicos, de cómo distribuir el peso, de qué materiales pueden hacer una cosa u otra. Todo para conseguir conectar a pueblos enanos y conseguir evitar la destrucción de una ciudad y la masacre de todos sus habitantes.
Pero no todo podría ser una reivindicación del conocimiento y la técnica para combatir el Mal. La historia transmite que toda esa recuperación y aplicación de conocimiento matemático no es nada sin un corazón detrás. Hace falta una motivación más allá del propio pellejo para salvar el mundo, hace falta encontrar el amor para que las matemáticas tengan la aplicación correcta. Hace falta arriesgarse de verdad para conseguir cambios duraderos en los demás. Y hace falta todo esto porque los guardianes de las esencias viven bien gracias a que nada cambie de verdad y porque siempre usan y justifican la violencia para que ellos sigan donde están.
La segunda historia empieza desde más abajo, desde casi lo más abajo posible. Nos habla de la desesperación, de la soledad desde la infancia, de la camaradería y la familia que uno debe buscar cuando la biológica no existe o no se la espera. De la total soledad y de la costra cínica que se forma no puede disimularse el desarrollo en la historia de poner en valor la necesidad de tener lazos afectivos con los demás. De ser algo más que un simple sujeto que sobrevive. La historia se centra tanto en la desolación desde el principio que dar ese salto llevaría casi siempre a pegársela. Pero no, al guionista le sale el salto. De manera estética y bella.
En Enanos 7 los protagonistas sufren lo indecible y la incertidumbre es constante, otra vez. Y por eso sus esfuerzos, progreso e impacto en el mundo son creíbles. Ojalá siguieran publicando esta colección siempre.
Sed felices.